lunes, 3 de marzo de 2014

Terrorizer - World Downfall [1989]



Desde 1980 hasta 1989, no ha parado de llover bestias y bestias de discos en la escena del Metal, todo por un lado…Heavy, Thrash, Doom y en el Metal extremo, los materiales lanzados se proclamarían por deber, de culto. El Grindcore llegaría a mediados de los 80s y la gente ya se volvía loca con Possessed, no esperemos una grata bienvenida con cosas como Carcass en esos tiempos. La evolución a la brutalidad comenzaba en todos los terrenos extremos, algunos caían sin poder resistir el nuevo ideal, afirmando que esto pasaba la línea de lo que era música a llegar a ruido. Pero algunos se rompieron cerebros y dinero para adecuarse al cambio musical.

En 1989, a poco de navegar bandas reconocidas de la escena del Death Metal, como Morbid Angel, Deicide, Cannibal Corpse u otros perros. Estaba en el ojo del huracán un grupo llamado Terrorizer, del cual toma nota como influencias de Slayer, Possessed, Repulsion, Death y todo lo visto en el ancho mar. Para procrear una especie de Grindcore con raíces Death. Desde la alineación con Oscar García en la voz, Jesse Pintado en la guitarra, David Vincent en el bajo y Pete Sandoval en la batería, podemos visualizar que no será una burrada. La cuna de Nausea, de Morbid Angel y de un futuro guitarrista de Napalm Death desde 1990. Estamos ante nosotros con un embrión de 2 grupos y de una creación malévola.

Un mal feto deformado le podríamos decir, lanzando a nuestras vertebras el “World Downfall”, nada más antes de lanzarse al mercado, los miembros ya tomarían rienda en sus proyectos, dejando un huérfano ochentero que no se volviera a repetir la misma alineación, nos dejo un producto que apostaba hacer lo más veloz posible y sin perder nunca la agresividad, apostaba lo más alto en la escena, sin temor a equivocarse. El rumbo parte en dos direcciones: El Grindcore y el Death Metal y para el año que se situaba era directa o indirectamente una influencia para muchas bandas posteriores.

Pero el rollo viene siendo más que solo importancia absoluta, se agarra los tirantes y nos saca growls raspados e ininteligibles de raza mexicana del señor García y unas ganas de devorarnos con su furia, sin ser un tono gutural, todavía nos da una paliza sin poder traducir muchas cosas de las que canta. La guitarra es sucia y cómoda, que nos envuelve la rítmica junto al bajo distorsionado de Vincent, dando una excelente rutina de Riffs de Thrash alterados a una pesadez más adecuada al estilo que tocan, sin importarles si pones o no atención a la sección rítmica.

La batería creo que es la más inhumana que pueda haber escuchado antes de la década de los 90s, no es una monótona batería rapada sin fin, es una de las más veloces que se pueden presenciar, y no solo eso, es a la vez muy técnica y natural, sin irnos al aburrimiento. Hasta la compararía con la de Flo Mounier, y eso que son años más lejanos. Vaya que Sandoval contiene su comando percusionista a un nivel de volumen igual que sus compañeros, pero podremos ver el tamborileo del salvadoreño con un millón de cambios, velocidades, maniobras y estrategias para destrozarnos literalmente los tímpanos, resaltando su labor ante los demás.

No hay solos, no hay canciones de 4 minutos, no hay mucha melodía y mucho menos hay hospitalidad con el oyente. Todo es un arañazo de poco más de 30 minutos. Ya solo al ver el titulo, el nombre del grupo, los miembros y el productor, parece que todo concuerda para el añejo, sucio e irresistible papel de obra deliciosa de los manjares del Grind o del Death. Scott Burns hace otra vez de las suyas para mantener esa característica producción que se manejó a más de mil bestias del Death Metal gringo y creciente, pero en esta ocasión a ganado un poco el mal sonoro, aún siendo de 1989, pero que por fortuna ecualizo muy bien los niveles de los instrumentos.

Entre las influencias me he saltado el Hardcore, por obvia razón si le quitamos la armadura metálica, por resultado tendremos a una típica banda que golpea con el Hardcore más agresivo, solo chequemos la notable estructura y movilidad que circunda la pista: “Corporation Pull-In”, sin duda si no fuese por los referentes mencionados, este grupo navegaría en el Hardcore más raspado y violento. Lo que me gusto del material, es que rompe la barrera de velocidad, con tramos de concordancia sin ser un rayo distorsionado y molesto, pero eso sí. Es muy difícil tragarse la bomba así por así, porque la música no te lo permite.

No hablare ni de la portada, ni de las canciones, ni de otra cosa más que no he redactado, por el hecho de que no me apetece que sea de tal importancia, ya que estos puntos hablan por si solos y no necesitan tal presentación. Ni siquiera veo que halla necesidad de hablar del álbum en sí, solo de ajustar algunas esquinas que resaltan del “World Downfall” y sin reiterar el aporte de cada figura que toca bajo este debut, para resumir las puteadas y las alabanzas, por falta de animo y de necesidad.






Nota: 9.0


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
  

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