jueves, 29 de junio de 2017

Regalos 2017

Especial dedicado a prestarle atención a la cosecha del 2017, de la actualidad, como van las movidas del mar actualmente. Por lo tanto, nos echaremos placidamente el tiempo que se nos pegue la recochina gana, ya que hay bastante artefacto que vale lo que podría costar un diamante para la música, como también hay mugrosidad abarcando en el extenso mar musical

Atentas!!! Malditas cotorras, a investigar que se está gestando...

A Actualizar el tímpano!!




Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


domingo, 25 de junio de 2017

Simon & Garfunkel – Sounds Of Silence [1966]





En la música hay 3 cosas fundamentales que repercuten a la hora de ejecutarla: 1 – El Sentimiento y pasión antepone tus capacidades como “músico”. 2 – instrumentos onanistas, composiciones grandilocuentes y exaltación del virtuosismo, y 3 – Una aleación ridícula de ambas o una coherente y sublime. Del cajón de los recuerdos rescatamos el susodicho primer punto, con el dueto: Tom y Jerry, o más conocidos por todos como: Simon & Garfunkel.

No demos casaca aguada, si a mitad de los 60s estos pájaros no agarraban de la garduña, se iban directo al pozo de los desdeñados. Y no es hasta que la bombástica “The Sound Of Silence” se haya promocionado como un single. Y que el transcurso del tiempo la haya catalogado como himno y patrimonio de la música. Pero más allá de limitarnos a ver un árbol, teníamos frente a nosotros un bosque. Al cual el material presente esconde un contorno musical más complejo que una simple adornación al tema homónimo.

El disco del 66’ en sí se centra en potenciar 3 cualidades que lo caracterizan: 1 - Las intimistas y dulces vocales duales, y sobretodo la de Garfunkel. 2 – El maldito rapsoda de Paul Simon que destila versos poéticos y profundos. 3 – La simpleza y la pasión con que se plasma cada composición de la mente de Simon. Enfatizando esos tres puntos, ejemplos? Los hay y por doquier.

Resumido los tres factores en 3 minutos tenemos a “The Sound of Silence”, que tras 4 acordes llanos, en segundos nos introducen a su mundo solitario, reflexivo y casi melancólico con ese: “Hello darkness, my old friend” y de ahí en adelante lo único que tenemos es historia… Música pasional y poética de forma directa y sencilla.

Tenemos también en el repertorio a canciones monumentales como: “Somewhere They Can’t Find Me” y “Richard Cory” que dinamizan con zigzagueantes tramos que explotan los estribillos reiteradas veces junto a una sección rítmica formidable, dando a entender que los chamacos no son unos simples “contratados”, en especial el Bajo que se entromete a los deliciosos movimientos Poperos. Y llevando a colación esto, nos topamos desde tracks Rockerros made in 60s, tanto la naturalidad del canto de los compas sin necesidad de tocar mil notas por cada milisegundo, como para rematar con calmadas piezas sentimentales que retratan el paso del tiempo y la soledad en sus letras.

Las cualidades de “Los Sonidos del Silencio” que más énfasis se pueden mencionar son casi imposibles de dibujar en la mente del lector, porque son las que más se adentran a nuestro ser. Que solo son capaces de percibirse si se escuchan, más allá de una aparente y más que obvia estructura Folk Popera consumida por destacables e ingeniosas melodías inmediatas. Porque no engañamos a nadie, Simon & Garfunkel no son ni los mejores de su faceta, ni los más virtuosos, ni los mejores compositores, ni mucho menos los mejores vocalistas del universo. Pero pese a su música en cadencia a las armonías y pegadizas canciones no más de 2:30, tiene lo que pocos pueden tener y presumir: Pasión encarnada en la música.

Concluyendo, para los adeptos a las ligerezas instrumentales y de las tonadas rápidas que nos ofrecían allá en la década de los 60s, acá les tenemos en el menú. Recomendado a todo público, el disco es ameno y corto en toda su extensión, pero saturado de “profundidad nocturna” que no puede tener cualquier disquillo clon de The Beatles que apeste a Folk Pop de cuarta, NO, estamos ante grandes de la música, no plebeyos que aspiran a ser una “One Hit Band” que le lamen el ano diarreico a cualquier simio para ganar un millón.  

Los Sonidos del Silencio:

   Hola oscuridad, mi vieja amiga,
He venido a hablar contigo otra vez.
Porque una visión arrastrándose suavemente
Dejó sus semillas mientras estaba durmiendo.
Y la visión que fue plantada en mi cerebro
Todavía permanece dentro de los sonidos del silencio.

En sueños sin descanso caminé solo
Por estrechas calles de empedrado,
Debajo del halo de una luminaria
Me levanté el cuello (de la prenda de vestir) al frío y la humedad
Cuando mis ojos fueron apuñalados
Por el flash de la luz de neón, que resquebraja la noche
Y acaricia los sonidos del silencio.

Y en la luz desnuda ví
Diez mil personas, quizás más.
Gente hablando sin conversar,
Gente oyendo sin escuchar.
Gente escribiendo canciones que las voces jamás compartirán
Y nadie osó molestar a los sonidos del silencio.

'Tontos,' dije, 'no saben
Que el silencio es como el crecimiento de un cáncer.
Escuchen mis palabras que podría enseñarles,
Tomen mis brazos que podría alcanzarlos.'
Pero mis palabras como silenciosas gotas de lluvia cayeron,
E hicieron eco en los pozos del silencio.

Y la gente se inclinó y rezó
Al dios de neón que crearon.
Y el cartel encendió su advertencia
Con las palabras que estaba formando.
Y los carteles decían que las palabras de los profetas
Están escritas en las paredes del subterráneo y en los conventillos.
Y murmuradas en los sonidos del silencio.






Nota: 7.5, y posiblemente sube, sino baja al Tártaro... 


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


Pentangle - Pentangle (1968)



Echándonos un día de estos unas buenas vomitadas en el rincón de una casa vecinal, me acordé de Pentangle. Lo que traducido a nuestro fragoroso idioma, significaría el pentateuco, que quiere decir lo que se desprende de 5 partes, como los libros antiguos de la biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio. En este caso, la banda usaría esta apelación de pentateuco para representar a los integrantes, que lógicamente eran 5 pimientos.  La banda nace en la capital populosa de Londres, de finales de los 60s, con la Beatlemania en plena ebullición severa, contagiosa y casi ineludible para cualquier londinense. 


Sabiendo de donde venían los Rolling y los Beatles, todo banda que saliera sería, automáticamente comparada con estas dos. Lo curioso es que la mayoría de importación musical, centrada en los países bajos, emigraba de manera efectista a las tierras lluviosas de Inglaterra, bandas experimentales, de folk vacilante y casi errante, estilos noise, y la aparcada influencia de Bob dylan hizo mella tremenda en los opositores al rock más comercial. La cuestión se resumió a unos cuantos elegidos, a unos cuantos afortunados que desarrollaron el estilo musical con creces; pentangle no lo hizo.
Yo pudiera calificarla de banda del montón, banda que aportó por el hecho de ser nuevo género (Aunque el folk ya tenía gente más experimentada “Joan Baez”) sin embargo, es una banda que no amaga, tiene rimbombantes melodía, una trascendencia musical-historica de seguir a pies juntillas, y una buena dosis de experimentación.

 El sonido, generosamente como todo el folk, es suave, y a veces puede rayar en lo raquítico. Aunque generalmente la banda hace esfuerzos incontenibles para salirse del límite del rock y centrar sus fuerzas en darse a conocer. La banda tiene mejores versiones, también inglesas, como los hoy olvidados “Comus” Quizás esta última banda escuchó a estos Pentangle, o también a coven y a los enormérrimos Resident. Pero de ahí , todo lo que propone Pentangle es caldo de pollo mal matado. Lo que pudiera entenderse como banda genérica, y para los oídos de este cavernario, muy olvidable. 

 Sus temas son interesantes, tocan con orgullo. Pero cuando uno no se siente motivado, hasta es muy difícil que algo salga de las líneas forzadas de medianoche. Aunque sebe de reconocer la creatividad; lastimosamente las ideas, a mi modo de ver las cosas, aún no terminan de cuajar. Las canciones rondan los 5-8 minutos, haciéndose unas muy temibles de escuchar de tirón: llegan al cansancio. Si bien el disco no cubre quizás los 30 minutos, para mí como que están muy por debajo del nivel. No me mueve un pelo, la voz de la chamaquita, que quizás no me molestaré en escribir acerca de ella, no me causa nada, no me hacen sentir nada. Creo que está demás dejar mi opinión sabiendo que todo lo que viene es deplorable para mí….
Me muero….. 





Nota: 5.0 (Lo intenté… pero morí en cada encuentro)




Publicado Por: Albert Spaggiari.

Folckorón

Hijos del maiz!!!

A escuchar Rock Folck, Folclore Rockero para los adeptos a sus tribus!!!
A ver que putas hacemos con este género, traeremos sorpresitas folcloricas para la familia y para el jovenzuelo de raíces mestizas

Ay! Hijos del maiz y del Folclore Pixado Rock !!!!



Publicado Por: Zdzislaw Beksinski



domingo, 18 de junio de 2017

U-Men - Step On A Bug (1988)



Antes de empezar mi reseña tomaré un poco de tiempo, egoístamente, para expresar cómo se siente regresar al Mito y La Mita. Siento hasta extraño volver a redactar acá, y mucho más, cuando pasó tanto tiempo desde la última vez, pero como dice en Sonsonate: De vuelta al comal, entrado en el yegual. Bueno, En fin. Hoy toca reseñaca de antaño. Banda un poco en desuso que fue clave para el Grunge, o así dice Wikipedia. Mas, como todos sabrán, nos reservamos el derecho de publicidad a páginas ya consabidas llenas de información, así que, lamento defraudarlos, pero la línea Grunge que se curte aquí, si bien es cierto es notoria, creo que ni una banda consolidada haya tomado patrones significativos, ya que hasta estos mismos U-Men estaban en ascuas de un relajo, más bien, haciendo lo que cayera. 

Banda de Seattle de finales de los 80s, no cuentan con más de un Long Play de menos de 30 minutos. Muchos, en la red, alaban a la banda. Bueno, si hasta alaban a Yandel en solitario, bien romanticón, qué no alabarán. No es más que eso, cada quien tiene su santo preferido. Infortunadamente, el mío no es U-Men, mucho menos su estilo e influencia. Primero, no hay mucho que sacar, punk cutre, con melodía del heavy metal, letras sarcásticas, instrumentalización ajustada, muy limitada (Que se puede esperar) y, sobre todo, dinámica muy acorde a la época. Está bien, sé que mis palabras no son muy alentadoras, no incitan a escuchar mucho del disco, aunque para mí me es grato oírlos quizás después de una solaz siesta, muy apta para despertar a los adormilados. 

Como les cito allí atrás, la banda promete un poco de desenfreno; hay muchas guitarras que se acoplan muy bien a la carrocería investida de punk y el ligero aire nada diáfano de las voces recrea mucha solidez para con la música. Es decir, se trabajan unas vocalizaciones muy efectistas, pero enfocándonos de lleno en canto de “John Bigley” me hace pensar de manera fugaz en el parecido con la voz aceitosa de “Tom Verlaine” (Vocalista de la mítica banda de punk Television) chéquenlos, son parecidos, o quizás la influencia de la última banda matizó en los norteamericanos una mella muy presente. 

Lo jacarandoso no podría faltar, sus letras lúbricas y muy satíricas nos hacen pensar que estos muchachos nacieron para eso: presentar un trabajo, cuando todo trabajo de esta índole, por muy insensible que suene, era presentar propuesta. Si una banda lo hubiera hecho un mes antes, no se mencionara ésta dentro de ese Inner Circle de los olvidados. Muchos Riffs si es que no nos recuerdan al Grunge de los Soundgarde o Nirvana, son heavies o casi groovies, recordándonos a Pantera e incluso a Overkill. 

Como les dije, un disco musical de punk chatarrero con pizcas de MELVINS (Aunque éstos ya no son tan chiches de hablar) Revísenlos, a ver que les parece, a mí no me legaron al sombrero y se los dejo a los más empedernizados en géneros bruticos.
Sección de domingo, muy buenos para dos chelas y un día caluroso. De ahí no pasan. 



Nota: 6.1 Al menos por el esfuerzo, ¿no?




Publicado por: Albert Spaggiari.

jueves, 15 de junio de 2017

Soundgarden - Superunknown [1994]





¿Qué tranzan, mis cerdas celulíticas?

 Reanudamos el blog desde su letargo, para aderezar sus horrendos tímpanos de un género que pone en duda su existencia a todo aquel que lo escucha: El Grunge. Y para no ahondar mucho en la definición y debate de este “subgénero”, solo diré que tras 20 años, no hay más truco de parte de la grandeza, que la misma que lo respalda. Llegando a esa conclusión, el Rock/Metal que se fecundó y procreó en Seattle, con la estética de unos jóvenes rebeldes que vestían como vagabundos y que en sus letras profesaban un sentimiento deprimente con una actitud punk, tienen una originalidad igual al aguacate, pero una sazón y grandeza subjetiva.

De ese panal de corrientes subterráneas que rechazaban la posición de estrellas de rock, que saltaron a la vista de todos los escueleros que vivieron los 90s. Salieron las renombradas, elogiadas y loadas bandas que hoy todos conocemos. Y hoy toca hacer rememorar a varios lectores con un grupo del denominado Grunge: Los “virtuosos del género”, los pesados con tufillo Sabbath/Zeppelin, los del “Superdesconocido”. Efectivamente: Soundgarden.

Allá por Abril de 1994, Chris Cornell y sus colegas, verían 2 acontecimientos que posiblemente marcaron a todos los del movimiento. 1- La muerte y post-mitificación de Kurt Cobain, y 2- la publicación del “Superunknown”. Ambos en el mismo mes. Pero a Soundgarden le llovió un destino distinto: La supuesta culminación de un Grunge que acababa de perder a uno de sus exponentes más claves. Y como si la vida no fuera irónica, Cornell tuvo hace pocos meses el mismo destino que el vetusto cadáver del compa. Ambos, glorificados después de sus suicidios…

Entendiendo el contexto que lo rodea, entramos en materia musical, empezamos a descascarar el cuarto material, nos acercamos a una larga caminata a un minutaje de 1:13 minutos del Hard Rock más puro que el culo sucio de un mono araña. Con una fórmula evidente a primeras escuchas: Canciones que rondan los 5 minutos, que están cargadas de una densidad heredada (ya hasta aburre nombrar a los mismos) de Sabbath, con Riffazos de plomo de Kim Thayil, y principalmente, la voz de Cornell que en sus tiradas más furiosas recuerda bastante a Robert Plant.

En construcción de detalles, voy a omitir las largas y descriptivas redacciones de cada track. Por una clara razón: Desde “Let My Drown” hasta “Like Suicide” vemos lo mismo. Y siendo 16 canciones, nos topamos desde momentos semi-lúgubres con canciones como: “4th Of July” o “Fell On Black Days”, que son oscuras y deliciosas. En tramados semi-psicodelicos: “Head Down” o “Half”. Y por último, los hits o los cansinos cortes que repiten varias veces las 4 notas pesadas, una variación por aquí y acuyá, y el estribillo, como por ejemplo: “Mailman” o el híper-tedioso “Black Hole Sun”(que cada vez que lo escucho, me parece de 10 minutos).

¿Más virtuosos que sus compinches?,  Sí, se hace notar mucho el sonido de cada instrumento, desde un Bajo casi Doom, un espléndido tono que toma la Guitarra convergiendo tonalidades densas y nítidas en tramos entretenidos, Una claridad en Cameron en las batacas, y un más que capacitado vocalista que se esfuerza más en entonar que gritar como adolescente cerote. Pues, podríamos afirmarlo, siempre y cuando dentro de su “género”, de lo contrario terminan sodomizados y sangrados del ano si se los ve igual que un Tool, por ejemplo.

 Sin embargo, aún en su notable capacidad instrumental, en este “Superunknown” se rige a las cualidades del Grunge: ser directos. De este modo, con una hora encima, me parece que la creatividad está fatigada a la mitad del álbum. Puesto que musicalmente son casi planos. Y entendiéndolos de esa forma, lo que uno destaca del álbum, son principalmente, momentos álgidos del grupo; un ejemplo de ello es “Fell On Black Days”, donde la voz de Chris Cornell con la melodía que se trabaja es la única canción que puedo disfrutar cada segundo hasta su final.

En conclusión, un disco con fuerza y melodía en abundancia, con una dinámica en el tracklist sobresaliente; pero con el PERO de tener una mecánica exhaustiva, pero que quiera o no, predomina la aglutinación de ávidos tramos del álbum que valen más que el oro puro.  

 No me lo vengan a tratar como el pionero de algo, porque de ser así, rastreo tu IP, y mando a un sicario para que te rebane hijo de puta traumado. La importancia es muy aparte de tus gustos, y eso es de tenerlo en claro cuando se trata a un “Superunknown” vestido como un Dios, cuando las cosas no son así. Y cuando entramos en gustos, bienvenido sea…

Quedan advertidos, castrado todo aquel que se haga el pendejo.

Disco Disfrutable, sin más.

Descanse en paz, y no en mierda, Chris Cornell (1964 - 2017)






Nota: 7.0


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


martes, 13 de junio de 2017

Especial Grunchero

A nadar en un excusado del mercado central,
A comer pupusas tibias en la mañana,
A vestirse como vagabundo adrede,
A fumar de la chuca en un instituto
A escuchar "Rock Pisado"!!!!!

Se viene hijos de puta!!!, su servidor: Beksinski y el camarada Spaggiari, estamos preparando la horda musical con el género Grunge. Haremos un especial dedicado a todos aquellos semi-vagabundos de nuestra música. "Estensen Atentos, Grunge para almorjar paisanos"

De vuelta a la carretera, mis cerditas!!


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski

domingo, 11 de junio de 2017

Nueva Era: se reúnen los clásicos....Vuelve Albert Spaggiari!!!!

Sí, así como lo leen, mis camaradas. Vuelvo. Sé que en su momento hablé de mi partida, y claro, la llevé acabo, pero ahora, después de mis asuntos ya arreglados, mis experiencias ya realizadas en términos de blog (Quiero ahorrarles este pancrático discurso) he decidido VOLVER. Volver al blog que vi y me vio crecer, junto con Bek.

Se ha meditado, y se ha hablado hasta la extenuación, y no queda nada más que CONTINUAR!!! Las reseñas vienen, las críticas, las largas horas de música, diversión, coloquios y triquiñuelas. Todo ha recomenzado para EL MITO Y LA MITA; eso que estaba perdido en su debido momento, ha resurgido de la cenizas fénicas, ha vuelto a ver su luz: el mundo reseñil.

Los más antiguos al blog sabrán que clase de logística llevábamos: Discos nuevos cada semana, con su respectiva temporada, o sea, en pocas palabras, discos de un género por cada semana, nuevas crónicas, nuevas descargas, siempre cuidando limpiamente la calidad de las descargas de 320kbps (Obviamente que somos humanos y nos productoras discográficas que sacamos absolutamente todo en impoluta calidad; pero se hará el mejor intento) y así se CONTINUARÁ.

Sé que el blog pasó por una etapa NEGRA, la etapa de bek, en la que los discos eran escasos, y que prácticamente era un disco al mes; y hubo la etapa de sequía, en la que el único administrador, o sea el mentado ya, no pudo subir nada por motivos de fuerza mayor. En fin, esperamos muchos más años a un blog que no se niega a morir, y que por mucho tiempo estuvo más cerca de esa condición que de cualquier otra.

SE HA DICHO, EMPIEZA LA NUEVA ERA DEL MITO Y LA MITA



Publicado Por: Albert Spaggiari