domingo, 9 de marzo de 2014

Impetigo – Ultimo Mondo Cannibale [1990]


Para situarse con exactitud en los primeros mamíferos que emplearon el “Gore” en el metal con tintes extremos, tendremos que buscar a señalar a mediados y fines de los 80s, bandas como Death y su “Scream Bloody Gore” de 1987 –La canción Evil Dead es inspirada de una peli de horror clase, al igual que su segundo álbum Leprosy del 89-, La mítica Autopsy y su “Servered Survival” del 89, También constatar de manera equiparable e insuperable por antonomasia a Carcass con su primer demo: “Flesh Ripping Sonic torment” de 1987, año posterior su insano y enfermizo “Reek Of Putrefaction”, y claro no menos grande, Necrophagia y su “Season Of The Dead” del maldito 1987, y sin olvidar a la más adelantada, con el permiso de Carcass, Horrified de Repulsion, previamente grabado en 1986 y lanzado en 1989; impresionante, ¿no?

Esta marea de inadaptados adictos al cine de horror de los 60s y 70s, de la vena Mario Bava, G. A Romero y R. Deoato, fueron los que incorporarían la esencia “Gore” en temática (todos) pero en sonido. Pocos. Gente como Cannibal Corpse propagaría lo que sus patrones en los duros ochentas habían fertilizado, y lo llevaría a un estatus menos personal y cabizbajo, para sobre-exportarlo a dinamitazos en el ámbito urbano del Death Metal contemporáneo. Pero los coterráneos de Barnes tuvieron que agradecer a los verdaderos campesinos, los auténticos labradores de la tierra, a parte, fueron lo que crearon la polinización para genero como: Goregrind, pornogore, y todo lo que se dirija a tripas, vísceras y sexo violento.

Pero, no nos olvidemos de los “Impetigo” como bien su nombre clínico lo expresa, impétigo, por consiguiente, revela un caso médico crítico donde los pacientes sufren de una rara infección epidérmica como: La sarna o el Ecceme. Ésta incidiendo mayormente en niños menores. Esta enfermedad subyace en climas tropicales. Y como su descripción, someramente repulsiva, lo indica, al escuchar el contenido fétido de este embrollo nuestras ojeras pueden ser victimas del esta enfermedad, o en el peor de los casos nuestro cuerpo también. La única formula para librarse de la hediondez y la bulbosa atmósfera es armándose hasta los dientes de catetes, rifles de mira lejana, armazones, medicamentos, dosis de anticuerpos, y llevar con nosotros carne humana o animal para echársela a los caníbales una vez lo veamos (Oigamos)

Con mucho cuidado nos dirigimos a las amazonas, sin caer en el rito ceremonial de los temibles antropófagos, los hombres de los árboles, las tribus vírgenes, “salvajes” y clandestinas. “Ultimo Mondo Cannibale” basada en una de tantas películas cochinas de terror clásico, es la purulencia entre el Death/Grind y el Gore perentorio ultraísta, lleno de una masa viscosa de sangre, gusanos negros, y pedazos pútridos de carne que sirven de carroña para los zopilotes. Comandados por: Stevo Dobbins en la vocales y el bajo, el asqueroso “Dan malin” en la batería y vocales de acompañamiento, Scott Bross en las guitarras secundarias, y Mark en las principales cuerdas y vocales de añadidura.

Ya tenemos nuestro combo infecto y maloliente, ¿ahora que nos espera?
35 minutos de masacre, ceremonias canibalescas, orgias zoofilícas, zombies, y cuerpos cadavéricos vivientes con ánimo de venganza, odio y sádicas intensiones hacía nosotros. No era poco, saber con prontitud, que algún día tendríamos a estos desfigurados cuerpos ante nosotros. Todo empieza con un mugir humano, un quejido unánime, y el sonido salcochado de tripas entumiéndose en ácidos líquidos, desechos engusanados, tierras movedizas y alcantarillas ignotas, el la selva, el infierno verde el que empieza. Sería perfecto imaginar una de tantas escenas macabras y grotescas, de fondo sonando este trozo de pus semi-carnosa, un poco vivita y otro poco de ella yaciendo en la tierra tapizada de sangre humana inocente.

El disco resulta ser una pieza densa de Death/Grind definido, guitarras gruesas a bajos tonos suenan y resuenan en los abetos infecciosos, y en los manglares, y las escazas rías se oyen secciones rítmicas extremadamente pesadas y cargadas de malasintenciones, de repelencia sónica y “abruptismos” en sus criterios compositivos, como por ejemplos: El versus de  velocidad y la intensidad en maléfica melodía, con pasajes sabrosísimos y semi-prosaicos. Esta producción es lo que enaltece los valores de las guitarras, no suenan chillantes y ni a quejosos chirridos de cualquier banda de thrash sin pericia; estos cabrones suenan a bestias echándose espumarajos entre si por la  ferocidad y salvajismo que ejecutan. 

La añadidura la hace el bajo, que forma de manera propositiva otro pendón donde se recría un “nuevo cuerpo” una figura de metal crispado y asoleado con sal impregnada, para que logre mayor consistencia y duración “pasajistica” y esto es muy importante, porque guitarras gruesas nomás no cuajan así; necesitaríamos este alimento instructivo y provisional (No se me ofendan no el recurso más innovador o vanguardista de todos) por suerte no suena genérico. Algo que ayudaría mucho, ente sentido, sería es batería veloz y piruetica: con infinidades de estadios, de movimientos y blast que fortalecen ese “cuerpo” del que les hablaba. Este instrumento goza de proteínas, buena saluda y mente clara, ya que su intención en parecer todo menos atascada y atragantada de los mismos patrones en tarolas y trémolos repetitivos, muchos del Death menos trascendental y el Thrash más pecuario y emporíco.

Pero, toda esa armadura, todo ese pilón se queda muy atrás, muy a destiempo, comparándolo con las vocales zombificadas que encontraremos en la búsqueda de los sobrevivientes del eviterno verdusco. Y la sequía parecía corroer nuestras gargantas infulosas y débiles Los muertos hablan, que no te quede duda de ellos, ¿eh? ¿De qué menara? Ruge, regurgita alimañas, se arma una cocción de estaño y semen de comadreja en las paredes bucales del zombie. Pero, mejor dicho, esto suena a mutantes, gente inhumana que invoca a sus deidades o las criaturas que los dominan.

El vocal principal, junto con los otros imberbes que lo ayudan hacen una psicofonía,  rangos embrutecidos, el monstro y honorable señor de las galletas se hace presente “Dis-Organ-Ized “muestra clara de la influencia vírica de los Carcass. Esos growls monstruosas y acuosas, fangosas y derretidos tejidos muertos, fundidos en una cíclica marea de gritos y exasperaciones ininteligibles. ¡Vaya cotarro! Y ni hablar de las partes o secciones un poco hilarantes; la primera vez que escuché a ese muerto viviente de Romero suscitar alguna palabras, me despanzurré de la risa… no me podía crear semejante retrasado mental que pronunciaba esas letanías o esculpía esas tripas. Vaya a saber. Pero, esto se escucha primordial y único.

Lo único reprobatorio –Ya esto es muy personal- o el mínimo pero que le prendía sería la sustancia desmedida por colocar tantos “Samples” y no es que no me guste escuchar La armónica tortura de “Bloody Pit Of Horror” o el escamoso pulpo zombie que se come a un andante indefenso a mordiscos y gruñidos, entre toses y toses; sin embargo, a veces se vuelvo un poco coercitivo y muy a la ligera estar metiéndole mucha saturación. Pero, esto, usted, mis estimado, que disfruta de tales sonidos, puede hacer caso omiso, puesto que, como dije anteriormente, sólo es un señalamiento muy personal. Me gusta el recurso, pero para mi este traspiés hace que el álbum no alcance la nota máxima…. Me imagino que con el tiempo la alcanzara.

La portada –Para no quedarnos en agrios sinsabores- es exquisita, por ahí me comentaban que fue censurada su primer arte; ambas me gustan y van de acuerdo con el sentimiento nefasto y críptico que nos trasmiten entre dolencias y espurias sondas quejumbrosas estos adoloridos caníbales, zombies, hombres mierda, o lo que demonios sean estas ígneas siluetas desangradas y mordaces.  En fin, este disco entre como uno de los fuertes en el ring, una de las influencias primerias y obligatorias para aquel pesquisidor del género más sórdido y vesánico sobre la faz.

Llámelo Death con toques Grind, Grind con retoques Death, primer goregrind, Zombie Metal, pero, antes recuerde esta palabra que decían los nativos: “Dios mitológico del Gore”.
Pinchas o los gusanos llegarán antes de tiempo.






Nota: 9.2



Publicado Por: Albert Spaggiari  

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