domingo, 23 de marzo de 2014

Sweet – Desolation Boulevard [1974]


Y se habló de más, de poco y muchas veces en desperdicio sobre aquellas agrupaciones que gobernaron los 80s en el metal de glamur, excelsitud, parafernalia anti-rocker,de talantes fresones etc, etc. Ahora los tipos afeminados, que usaban lápiz labial tono carmesí, camisas escotadas, maquillaje vulgar y excesivo, y pelucas extravagante, eran los principales engranes negros de la música popular. Pero si muchos thashers pelones y de malas pintas se sintieron ultrajados con aquel estilo tan plastificado, y tan poco “ético” para la ideología del macho cabrío, pues póngase a pensar un minuto, en como salió ese tipo de corrientes, de dónde surge esa raíz; ¿acaso es maricona o tonta del todo?

Arrastrémonos 10 años atrás del fenómeno “Glam metal”, para saber y contemplar en realidad sus orígenes. El génesis estuvo desproporcionado, como siempre se ha vaticinado, y glorificado, “un pionero y no varios”, la música nos ha enseñado a ser juiciosos, a no dejarse llevar por significantes estigmatizadas, y la historia lo demuestra, y con manchas legítimas  no hay Dios que se meta en territorio ajeno. Hablamos del origen del concepto Glam, la verdadera connotación es: “Glam Rock” y su estampa en el chaleco es “Sweet”, Véase en el especial de Glam para tener una idea más amplía del tema.

¿Y qué hizo Sweet? Primero quiero hablar de su importancia como tal, después le dedicaré unas líneas al sonido, como es debido y común en las reseñonas. No nos situemos tan diplomáticos, y tratemos de dilucidar juntos (Porfa  échense coments para abonar más info) La influencia que Sweet tiene es más que proporcionar las bases simples y ligeras del contenido Glamero. Pero, si hablamos de gente que ayudó a “formalizar” –Por decirlo de alguna manera- los caracteres, efectos, simbologías e imagen del género posterior al Glam Rock, tenemos la vista pacha, señalar de pasón a Cooper (Sólo para no meternos en camisa de once varas) El Hermes, mejor conocido como Alice, es el que adopta el terror visual, Bowie la teoría sensual y espontanea.

¿Y Sweet? El sonido, y buena parte de la estética vocal, la tesitura y los falsetes propicios para dicho movimiento. ¿Y en qué se basa éste sonido? Primero surge de los yacimientos del Rock Prog, y el Dream Pop, una coalición entre pequeñas experimentaciones, inventos acertados; mucha carga rítmica, y composiciones que rellenan la originalidad y el glamur de una manera orgánica, poco fantasiosa y natural. Porque lo que se hizo después, fue poco musical, tan fácil de digerir como comerse pan con leche. Y esa relevancia es digna de todo grupo innovador, que también toma sus orígenes del Rock duro de los finales de 60´s, y principios oscuros de los 70´s y lo combina con la melodía exquisita de todo métrica y jugosa dinámica musical.

Para aclarar, lo que trato de decir es que sin bandas como Sweet hoy en día no tuviéramos gente como Motley, Posion, Cinderella… y esos escollos  más que salieron pretendiendo ser muy rockers y terminaron siendo la vainilla galleta de todo aperitivo. Y es así mis estimados, unos aportaron sementales obras, primigenias y capitales esfinges que marcaron el devenir, la factoría depurada a grados “rockers y melódicos” como entropía rotativa y afectiva. Pero, ¿qué hay con eso, amigo? - Fácilmente me puede de ser que tienen 10 años más Danger Danger, ¿pero suenan igual?, ¿eso los hace mejores?

Si usted creyó eso mis estimado, esta muy mal informado de lo que Sweet y sus pompas lograron hacer. Como bien lo indiqué, pasamos ahora al sonido del álbum, ya que establecer como patrón general, usando una sola banda, está cabrón. Pero, antes échemosle un vistazo a la mara que lo conformaría para esas alturas. También añadir antes que Todas las letras están distribuidas por los miembros en total, algo a veces muy peculiar, por lo general siempre se hallan estratégicamente compendiadas por un manager, compositor o un solo artista Su formación sería: Brian Connolly en las vocales principales, Stve Priest en el bajo, voz y coros, Andy Scott en guitarras, voz y coros también, y por último Mick Tucker en la batería, percusión, coros.

Cómo seguíamos aclarando la indiscutible diferencia y  la proliferación que fomentó esta banda, es de atribuirle un factor más: “La musicalidad” y esto es extremadamente importante, porque a parte de ser música simple, se escucha muy honesta con su fin –si es que lo tuvo- porque suena resonante, melódica, apasionada, emotiva, rocker, a veces, rápida y algo áspera; no hay espacios vacios, o infructuosamente llenados con malos acordes y bajos estilos de tempo; sus coros crean el panorama enternecedor, pero a la vez disfrutable y con mucha garra, con un sentido amplio de lo que el rock es para ellos.

Entonces las permutaciones, se vuelven efectivas combinaciones. El sonido se recrea con muchos matices dulces, y lo que pone en perspectiva es la presencia de los instrumentos con sintonía, demostrando la carisma que puede tener este género. Y esa es la causa de lo que hablaba antes, sobre el valor de esta música en sus inicios y la prostitución que tuvo en Los Angeles 10 años más tarde. El bajo es un musculo muy importante aquí, porque las guitarras siempre han tomado el eje, el encuadre de planos, sin embargo, el bajito se echa monedas a la bolsa, porque ejercita sus bíceps dando estructura, cuerpo y solidez necesaria para no caer en el chirriante y agotador esfuerzo que no llenan las guitarras

Ese es uno. Las guitarras también tienen sus fueros, tienen solos alarmantes, declamándose y exponiéndose con virtuosa y recatada faz, sin ser autocomplaciente, sin ser el mandamás y mesías, o el loco pastor energúmeno que se toma la capilla. Ahora bien, reconocer el trabajo que hace la batería en un espectacular solo vs improvisación, efectivamente en la canción “Man Whith the Golden Arm” que manera de redoblar, juguetear y hasta sentirse dueño de los cambios y señor de los compases. y esos elementos no complejizan ni simplifican nada, es rock melódico y punto y final. Puesto que también la vocal, a la pos es rigurosa, famélica por veces, pero totalmente apremiante.  Los teclados hacen su parte, un poco de esoterismo por acá, algo de determinismo por aquí...en fin. El sustento de éste es innegociable y obligatorio para su música aquí.

Yo creo que este disco tiene su referente, su importancia y su disfrute, y hasta ahí yo me quedo tan campante y lambisco.

¡Rico manjar de leche que no deben perderse!







Nota: 8.6




Publicado Por: Albert Spaggiari

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