viernes, 31 de octubre de 2014

Martin Scorsese – Goodfellas [1990]



Volvemos al ruedo, volvemos a disparar, volvemos a la criminalidad, volvemos al poder. En fin, Volvemos a la Mafia, lucida en su estado más crudo y puro. Porque es innegable e incontestable que si queremos ver a un pendejo tirar balines a las ardillas, vayamos donde Vin Diesel, Bruce Willis & Compañía. Pero si lo que quieres ver es una cinta densa, realista, pesada, tirando casi las 3 hours y con un hincapié en la Mafia, tu elección más correcta será pasarte por la trayectoria de uno de los más dorados paquidermos del cine: Martin Scorsese, y de éste hay que exprimir lo que ha significado para algunos como la filosofía de un gánster: “Goodfellas”.

Muchas películas de esta calaña las hay, pero no solo la trama consistente de Henry desde subir hasta caer como mafioso junto a sus amigos, es calibre del bueno. Si no, en escenas penetrantes, en situaciones fastidiosas, transmitiendo con diálogos y con mensajes claros con protagonización excelsa, encarnando lo que verdaderamente significa un gánster/mafioso, ya sea siciliano, italoamericano o americano. Un Reparto abismal y con un perfil cuidado y bien elaborado: Henry Hill (Ray Liotta), Jimmy Conway (Robert De Niro) y Tommy DeVito (Joe Pesci). Sin más, los 3 amigos que pasan de una cúspide económica con atracos hasta el despliegue de la tragedia. Suceso causado por la relación que se toma en la mafia. Cada uno con una personalidad muy distante.

Maravilla, y es que no quiero explicar ni tan siquiera un poco de la trama, porque ni tengo ganas, ni pá que hacerlo con situaciones en donde se expone una simple y absoluta obra que define a la perfección el mundo criminal. Como si no fuera nada, también se nos adentra en cuestiones técnicas una de las mejores bandas sonoras (que he escuchado), travellings bien ejecutados, diálogos perfectos, sin dramatismo de Rosa de Guadalupe y personificaciones basados en hechos reales. Como quien no quiere la cosa, esto se pone bueno cuando la primera escena donde el espectador se introduce en la película, refleja las causas y consecuencias de tal homicidio que llevarán a los 3 amigos en un derrumbe de amistad y de poder.

En otros tiempos me hubiera gustado sacas énfasis en tremendas chuletas como la del carnicero Scorsese se saca de la manga. Pero hoy, solo queda patentado que el rastro que dejó y sigue dejando este individuo, será un legado imborrable e intachable que quedará para los nuevos adeptos al mundo del cine. Y que no se hable más!, que mi intención no es ni hacerle justicia ni desgracia sus films, pero si de algo sirve, las veo, las disfruto y las critico como de la puta gana. Y si no la has visto, no sé que haces buscando acción por acá, si hay más tela de la que se puede cortar.

Si viste “El Padrino”, ¿porque no ver esta? A conseguirla ripiada! “Goodfellas” es inmejorable y no se puede añadir nada más, te pega con frases y momentos históricos y/o memorables.

“Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gánster” –Henry

“Nunca delates a tus amigos y siempre mantén la boca cerrada” –Jimmy




Nota: 8.5


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


lunes, 6 de octubre de 2014

Martin Scorsese - El Color del Dinero [1986]



¿Scorsese en etapa de sequía creativa?, Que alguien tiré una chuleta o vaya a revisar el cultivo que se ha cascado en 1986. Yo ni con el valor de un estúpido vendría a decir cuál o qué etapa esta desproporcionada de creatividad. Sinceramente, no entra al Olimpo ni en el top de un loco, pero si algo hay que juzgar, esa es la consistencia de las ofertas. Dicho y hecho por el director, al parecer no es ni fu ni fa. Porque, ¿Qué mierdas es “El Color del Dinero”?  Pues nada, un pepinazo de los buenos y se acaba ahí la cosa. Y es que puede parecer broma, pero esto no trata de violencia sazonada, aunque el titulo nos trate de engañar.

Primero lo primero: Por un lado, tenemos un veterano con personalidad y clase como Paul Newman, donde interpreta a Eddie “Relámpago” Felson: un antiguo campeón de billar retirado, que vive de su negocio de licores. Por la otra esquina, un Tom Cruise en pañales que todavía no defenestraba su talento como actor, donde interpreta a Vincent Lauria: un jovenzuelo experto en el antiguo juego de Eddie, donde lo acompaña su novia. Un Combazo del bueno, ¿y ahora? Un desarrollo que comienza a sembrarse, gracias al incendiario recuerdo de Eddie, al verse éste reflejado cuando era jugador, gracias a Vincent y su “Don”. Provocando una travesía o un negocio para ganar dinero, mediante al habilidoso Vincent, al viajar por ciudades.

Cabe recalcar fuertemente, que el film deja de resplandecer un color sencillo a uno más figurativo cuando Newman en su papel, trasciende mediante a su pupilo. Ya que en una primera circunstancia su objetivo era que “El Dinero ganado, es mejor que el trabajado”, pero a medida que cabalga el tiempo, la película deja de ser una reproducción de estafas y quinientas partidas, en una lección de vida. Y ahí, no cuento más pa los que no la han chequeado aún. Aquí es cuando ambas personificaciones transmiten una conversión entre sí, con las cualidades y pensamientos. Por si no era entretenido el llano y curioso juego de las bolas con una cierta porción de timar a la gente, también se nos revela el punto fuerte y mental que produce la enseñanza al ver la trama. ¿Qué más se puede pedir? Salsa? Chile? Condimento? Naahh..A joderse la vida a otro lado.

El factor técnico es asunto aparte, aunque poner escenas de bares oscuros es bien recibido, como también los papelazos de ambos actores. No cabe duda que la monotonía al ejecutarse los hechos del juego, hace su presencia. Causando una inclinación descendente por el mero tema de entretenimiento, porque es en mi opinión necesario hacer esos planos, ya que de lo contrario no tuviera un hilo conductor con la idea que quiere exponer el maese Scorsese. Innegable es lo Innegable. Se expide un sabor refrito de las típicas películas que tratan sobre un juego como método de financiamiento o qué se yo. No obstante, “El Color del Dinero” propone una forma inventiva de ver algo, con un inicio, nudo y desenlace que no retrata al victorioso que pudo pagarle al criminal o una mierdufla amoral, sin curtido.

Remake de “El Buscavidas” (importante acordarse de ese titulo), Jocote que no hace falta ver su antecedente para aprovecharte un rato de trucos, enseñanzas y una historia que complace a todo el público. ¿Qué es lo más altivo de la obra?, que en ningún momento se trata de y sobre el juego del billar. Las cámaras, las luces y las demás facetas visuales son adecuadas y no necesitan nada más. ¿El Final y el regreso del Relámpago a las andadas? R/ Apoteosico. Aquí estaría yo escribiendo y re-escribiendo lo que hace de esta película su notable parto en el cine, pero no hace falta adelantarse.

Scorsese, a dejarse de pendejadas! Si esas son sequías, no quisiera mencionar los tsunamis, y ya todos sabemos de qué hablo…

Solo una cosa más: Hay que sacarle jugo al texto y contexto del film…




Nota: Un 7.5 recto como como una montaña


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski



sábado, 4 de octubre de 2014

Martin Scorsese – Mean Streets [1973]



Scorsese Inicia. Sabiendo lo alto y ancho de su estilo, creo que no hace falta nombrar cuando pegaba balas de fogueo en vez de puro calibre del bueno. Porque, ¿que son los inicios de un director? Pues…Nada. Una fórmula que llevaría su sello a evolucionar años posteriores o una jodida maravilla de Lucifer. En fin, el caso que se remite ante nuestros ojos bizcos, es el ejemplo más claro de lo antes dicho. Constatarlo no cuesta ni un aro de cebolla, y cuando hablamos de Crimen, se nos hace agua la boca. Y si a eso le añadimos los años 70s, la cosa empieza a ponerse chula. Y para romper de una sola vez el coco, hablo de “Mean Streets” 73`.

Malas Calles, Calles Peligrosas o como putas le quieran llamar, se trata de una fuerte dosis dentro del ámbito critico de New York, y para ser más exactos en la “Pequeña Italia”. La trama es sobre un italoamericano llamado Charlie (Harvey Keitel), donde debe ascender a la Mafia, pero con el obstáculo del imprudente y estúpido amigo Johnny Boy (Robert De Niro) tendrá que estar en debate con el devoto catolicismo, la mafia y sus ambiciones. Al momento de cuidarlo por las prestaciones que nunca paga Johnny, donde ahí se desenvuelve la verdadera historia de darle el dinero a Michael, un amigo de Charlie. Cabe destacar que todo empapado de mafiosos de medio pelo en barrios bajos donde se encuentran la mayoría de veces en un bar.

Con un presupuesto inicial, unos protagonistas con chispas, buena presentación de cámara… ¿Qué más hace falta? Ya se habrán dado cuenta de que el problemón está en una historia aguada. No pueden vender esto como una obra maestra, porque sencillamente no lo es ni con brillantina en la caratula. Y para no mentir: Las cualidades radican en los giros rítmicos de De Niro, donde el mesías de Scorsese todavía no lustraba más su imagen, aunque ya propinaba una buena lección sin tener tanta presentación. El craso desvío dentro de un guion y unas secuencias de mafiosos de barrios bajos tratando de conseguir dinero, es casi un tópico. En fin, no sé porque darle tantas vueltas a esto si no es nada fuera de lo común. Ni para el de Anteojotes tras escenas ni para el cine actual que se come su propia mierda como gelatina.

Cinta que fuertemente mamó y rechupó con gusto el semen hirviente de “El Padrino”, cosa que no desmerita, pero si recuerda. Y como ya nos tiene acostumbrados la violencia desmesurada o los relatos bien elaborados, al parecer uno de los primeros dardos de Scorsese atinó bien, pero no sufre ni de gracia ni de gloria. La formación de su estilo estaba por comenzar, y “Mean Streets” es una película que debería ver cualquier fanático de la calaña de Martin & Friends, sin esperarse más de lo que ofrece
.
Pues… eso sería casi todo, porque no se le puede sacar más tela de la que no hay, a excepción de algunos puntos favorables y desproporcionales del metraje, a continuación: 1. El racismo, la pobreza, el crimen = New York. 2. Las peleas y los problemas que entretienen y tratan de no ahogar el argumento pobre o el guion simplón. 3. Actuaciones más que excelentes, sobretodo la de Harvey Kietel. 4. No hay inicio ni Final ¿Cómo puede ser eso?, ¿El Presupuesto se agoto o lo sacaron de prisa? Chabacanes de Mierda. Hay que rostizar bien esto, tampoco condimentarlo tanto, pero sin dejarlo tan a medias. Aunque comprensible en la filmografía, no lo es, individualmente en el aspecto critico. Sin más, una historia inconsistente con una buena entrada de Scorsese al mundo cinematográfico.

“Los Pecados no se redimen en la iglesia, se redimen en las calles”




Nota: Un Bajo, Jorobado y Milagroso 6.0


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski

viernes, 3 de octubre de 2014

Stanley Kubrick – Flying Padre [1951]





Como lo dije hace poco: no todo gigante muere cansado. Y la segunda parte de documentales, o más categóricamente, el segundo documental de Kubrick, es, irremediablemente una práctica de planos amistosos. Bien, está claro que con 9 minutos no se hace mucho, o no se puede decir mucho acerca de sí. Por ello, aclaro dicho trabajo (Este filme) fue exclusivamente para tantear las formulas como director, y no simplemente como una historia más que formaba la columna vertebral de la mente directriz de Stanley sino como el ensayo del mutante. Lamentablemente para esta mini versión, las cosas en drama ahora sí que están mucho más flojas; y tendremos que compararla, ineluctablemente, con su antecesora ‘Día de Combate’ mismo año, misma producción, marca de la casa. 

En primer lugar, siempre tenemos el entretejido mensaje del director, en esta ocasión Un cura que vuela (En su avioneta, por supuesto) para ir salvando a sus feligreses de mil y un aprietos. Se deja ver el halo esperanzador del joven director para el cortometraje; y una de las mejores sucesiones y la potabilidad que pueda tener el corto, está en sus planos, ya que su historia carece de rigor -más simple- en cambio la estructura simbólica, la hélice que rige el avance argumental –Siempre con la voz en off- primero: la fotografía, segundo el camino de ángulos.
La técnica se deja ver en los encuadres de gran plano, plano general, plano americano, plano entero plano medio, medio corto… y el importantísimo plano de detalle; éste último tan importante para que entendamos sin oír al narrador. Yo entiendo, entonces, que la intensión de Kubrick era recubrir sus yerros técnicos, como los acartonados puntos de vista que tuvo en ‘The Day of fight’. Maese, entienda que el valor que tienen éstos para la realización de obras primas  como Odisea al espacio, son importantísimos; encada era se ha ido marcando la técnica sea montaje, secuencias, espontaneidad… etc Los traveling y movimientos de cámara llegarían después. 

Eso sí, la historia del cura San josé apesta, y a mierda. Sólo es recomendada para los más loados fans del neoyorkino. Porque un cura que salva a un bebé enfermo, como qué bien pues, pero es sólo una práctica cinematográfica.

 (Algo cuáquera, ¿no?)



Nota: 1.9 por el ejercicio

Publicado Por: Albert Spaggiari.

Stanley Kubrick - Day of the Fight (Día del combate)[1951]




 Y es que decir que todo gigante muere cansado, es una absoluta e irremisible falacia de peso completo; sea pues ésta  provista de una contumaz y rígida aclaración: ¡Todo gigante muere descansando! Y el epígrafe anterior se ve envuelto en muchos parágrafos sucedáneos que, para no crear posiciones inflexas, pueden ir desatando aletargadas contertulias. Eso es todo lo que uno puede, a la hora de la verdad y la mentira, puede contrastar. Entonces, ahora, la pregunta devendría en acaudalada reminiscencia: ¿Acaso KLubrick siempre fue el vil y arrogante cineasta que todos conocemos? O ¿es que acaso nunca existió en él pruebas que delatasen su “paupérrismo” cinético?... Señores, nadie nace sabiendo todo, ni para los mayores artífices del cine, este sería su respaldo justificante.

Bien, qué hacemos en los 51’s, ¿no fue el periodo de genios de la costura de un  Max Ophüls, de un  Bergman? ¡A pues no me jodas! ni con la absenta de más puede venir alguien a proferir palabras que Kubrick dominó el expansivo y totalizador cine; y eso sería caer en las mismas falacias del gigante: A lo mucho la etapa dorada de éste estuvo paliativamente adornada en los 60’s y 70’s… lo demás es repollo bien lavado, pero REPOLLO (Bien la vado, repito)

En los 80’s a no ser por el flamígero The Shining, la maquinaria no daría más. Puesto que los 50’s eran los años de formación, de los incansables quebraderos de cabeza con la revista Look y sus escasas remuneraciones. Un día el malhumorado Kubrick, después de haber montado una sesión de fotos para dicha revista sobre la vida de un Boxeador, descongeló esos fotogramas, para develarlos en una cinta documental de, por obvias y consuetudinarias razones, bajo presupuesto. En ella el director junto con un amigo de fotografía, captaban las rupestres imágenes en todo un cortometraje (12 minutos versión adaptada, 16 minutos versión exterminada) que supondría el primer esbozo de toda una figura, de todo un director.
Sin embargo la dicha era muy temprana para reconocerlo como tal, y seguía siendo un mero fotógrafo con su cámara Reflex. 

La  historia centra la realidad de un Boxear, previo antes de la contienda pugilística. La producción, como el mero estudio de un aficionado, delicuescente y blanco negro. En añadidura, la típica voz Off conllevada por un narrador que simpatizaba con los reflejos cotidianos que el protagonista motorizaba. Como todo buen FOTÓGRAFO, el detallado es sencillo, pero la inquietante y raída virtud recae en los encuadrados sinceros; a lo mucho se imprimían en el corto, el plano general y el plano conjunto -Recursos que realizó en sus posteriores producciones-  lo demás es con una nubilosa dirección que no aporta mucho.

El punto cumbre es el mensaje de espera. Creo, a mí entender, que la fuerza de autodominio y propulsor de cábulas, proviene de esa sencilla máxima: “El por enemigo es la espera” Una cosa es de dejar clara, y por más sencillas que se vea enraizada la producción, los refuerzos monologados o simplemente narrados, hacen  que el espectador medite un poco; una de esas ensimismadas proyecciones, se dan cuando tenemos esa reverdeciente frase: “24 años es mucho tiempo y un pequeño instante, como esta preparación para la pelea, tan efímero. Cuando el tiempo no quiere ser detenido pasa muy veloz, en cambio cuando no, se detiene asfixiantemente” pero no sobrevaloremos, porque una pequeña frase no salva en cuestión el film. 

Kubrick bebesote aún, las ideas estaban algo claras y la manera en que iba detallando sus apropiadas noticias, era para decir: mmmm este director si se explota puede proponer algo bueno. No estamos en tramos de “Explicación no pedida, culpabilidad manifiesta” no seamos pendejos. En fin. Todos aquellos que se sienten los meros meros por andar hablando importunidades sobre la naranja mecánica; mejor descubran y exploren por qué este director fue lo que es. Así se los dejo, chorreados.






Nota: 4.0


Publicado por: Albert Spaggiari.

jueves, 2 de octubre de 2014

Los Pepinos de los Directorazos

Para no aflojar un testículo donde no se debe, les traemos en plan regalón una selecta gama de cintas, con el único limite de ser parte de los directores seleccionados por Spaggiari y mi persona. Y como no nos alcanza toda una vida, se mantendrá el ciclo por un buen ratote, que hará un poco la justicia de exponer lo que más apetezca de la filmografía. ¿La intriga?....Pues, el director que se eligió. Ya que ustedes como buenos frijoleros, tendrán la labor más corriente de identificar dentro de las ciruelas, quién putas dirigió tal cosa....

Como siempre digo: A Manosear a la prima y a pasarse por el festín de aquí.



Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


miércoles, 1 de octubre de 2014

Gary Ross - The Hunger Games (Los juegos del hambre) [2012]




Ahí va pues… y es que después de ver ‘The Hunger Games’ hallo en ella una frescura, frescura que se ve bautizada por el elenco juvenil que lo secunda. Eso es cierto: las películas se hacen por el protagonismo receptivo que tenga para con su público. Bueno, de allí a la gran controversia que se ha armado, no diré mucho; puesto que se me es fútil agregar payasadas de dos valencias: odiarla por ser actual o amarla por se una jovencita que adora secuelas tipología Crepúsculo -Debió llamarse opúsculo- en potencia es una película que innova un poco el atacado enigma de: ¿Todas las película actuales y comerciales, son una rezumada recolecta de desperdicios podridos? Ya saben lo amagos que somos al momento de dar un parecer. En fin. 

La historia, se centra en una localización foránea, de desarrollo mistérico, donde se realizan competencias de supervivencias; en pos de que un ganador empuñe su supremacía, cosa que se reluce cuando termina la competencia con un ganador. Es como estar viendo aquella seria de Survivor, donde las adversidades y los riegos tendían diferentes embocadas, y, del cual sólo un participante podía ganar insensibilizándose, hecho que hacía olvidarse de sus compañeros. En los juegos del hambre, hay distritos que están subdivididos del 1 al 12; al parecer es un torne que lleva ya 74 aniversarios consecutivos. Los elegidos, dos, de cada distritos tendrán que verse respaldados por su aptitudes y entrenos. Suena divertida, ¿no? Pues, en teoría eso es: una película con una buena propuesta. 

Hay diferentes simbolismos dentro de ella que podrán cautivar al aficionado. Uno de ellos es el amuleto, un sinsajo, que representa el elemento de fuego, por algo viene a simbolizar esa prefijada descripción: “en llamas”  y que este cuida a la protagonista, Katniss, de las vicisitudes y odiseas que esta tendrá que enfrentar. El hilo narrativo es de lo más común, con cierta prevalencia hacía el despojo del “protagonista macho”, “el salvador” y “el héroe del film” es normal la cinta sea rigurosamente apocada más hacia el feminismo (No hembrismo, que quede claro) y la verdad que eso es muy sugestivo; aunque, cambian un poco los papeles ya que entre la protagonista, sus ideales, su aferrado sentimiento hacía su familia hay un mundo entero, y éste es que los roles no cambian con un hipotético protagonista varón. Cosa de elección, puesto que allí falla, ese papel de la Juana de arco moderna, tímida e introspectiva. Sí, para que se vayan identificando. 

Curioso también es, que se piensa que el ritmo de cámaras es inaguantable; cuando menos es sustancial. Ese punto sí es álgido, aunque se siga apegando al patrón general en ciertos movimientos. Pero, avance que dan las interpretaciones para que aquél que está sentado y contempla la película, pueda entender ese mensaje que las palabras no pueden terminara de explicar: las miradas, la sencilla y apoltronado música que se difumina, las contrariedades que acarrean perder familia, amor y libertad. Dicho esto, esos son los temas centrales: una corriente ética que explaya la condición superficial de los individuos de distintos distritos que sólo luchan y subsisten para honrar a los suyos, sin antes haber preferido por sí mismos. Implacable lógica, ¿no?

 El rodaje y la escenografía es buen anzuelo para capturar. Me gusta que los efectos especiales no se ven adulterados por escabrosos bichos malos, o superexplotados recursos naturales: olas, avalanchas…  excepto el fuego. Y sin lugar a equivocarme, hallo ciertos revivals a películas ya reseñadas aquí, en el especial de ciencia ficción, como THX138… no sé ustedes, pero esos guardias de blanco y cascos adustos, me recuerdan a aquellos frígidos y estáticos robots con el eslogan de: “Todo estará bien” y pues si no, más de alguna tuvo que haber visto este director, para proyectar cinematográficamente hablando, el entorno dramático. Yo no he leído el libro, poco me llama la atención, sin embargo, creo ver en la películita un buen jugo: juvenil, para dejarte en vilo… y pues, qué bien que entreguen algo, sino sincero, si bien realizado. 

Dejar en claro que el aspecto que más me llenó, fue la música. Excelentes composiciones las que se manufacturaron. Me imagino que por tener una amplia abertura, y un presupuesto severo, más una recaudación apabullante, tienen para cotear artistas que se hagan de cara al futuro. Pero eso es cosa aparte. Mmmm bueno, está larguita, entretiene y pueees pasa el riguroso examen: lo acierta. 

Me imagino que soy de los pocos que no la había visto: la verdad que tiene lo suyo, hollywoodense, pero tiene lo suyo, no hay que joderse tanto.



Nota: 6.8 y aprueba con méritos spaggiarianos.

Publicado por: Albert Spaggiari.