domingo, 13 de agosto de 2023

Iggy Pop - Every Loser [2023]

¡¡¡A la mieeeeeeeeeerdaaaaaa hijos de puta!!! Ni mierdas intrincadas, ni debuts, ni bandas emergentes, nada de eso hijos de puta, vamos a lo facilongo, desempolvando, y exhumando, un ser precámbrico, un dinosaurio, o, mejor dicho, una iguana prehistórica. Hablamos del mítico Iggy Pop, un carcañal de casi 80 años que inextricable e inexplicablemente desafía las leyes del embalsamiento, de la preservación fósil, y de cualquier pronóstico de período vital. No hace falta presentación alguna, estamos ante un status de leyenda, frente a uno de los creadores del gen Punk, y dar explicaciones sobran.

Ahora bien, ¿Cómo ha caído el polvo en la iguana durante tantos años?, ¿Le vamos a sobar el escroto y el rifle por tener un renombre bien ganado, a pesar de cualquier falla que tenga, cual dios venerado?, ¿Es sólo el nombre el que reluce y el disco es irrelevante? En síntesis, ¿Qué mierdas es “Every Loser” ?, y ¿Qué hace en este 2023 un casi octogenario indestructible?

Ante las interrogantes expuestas, contestaremos que las expectativas ante cualquier leyenda que lleve un trote desde la prehistoria hasta nuestros días con una discografía que nadie la ha escuchado entera, salvo los mamagüevos fanáticos que escucharían hasta los pedos grabados, deja la impresión de que incurra en la autoparodia, en el riesgo de caricaturizarse, o tocar lugares comunes y clichés sonoros de su propio estilo, con olor a refrito cancerígeno. Sin embargo, estas expectativas e impresiones quedan disueltas por completo: “Cada Perdedor” es, con solvencia y sin caer en lo ridículo, un disco de rock que no ratifica esa aura de desconfianza.

Junto a los compinches de Duff McKagan en el Bajo (Guns N´Roses) , Chad Smith en las batacas (Red Hot Chili Peppers) y una estela de nombres de la camada del Rock noventero, y demás gente colaborando, el Padrino del Punk, logra cimentar un disco que mezcla las facetas más crudas, energéticas y punketoides junto a ese deje de David Bowie o Lou Reed, sin la genialidad de éstos: Es una simbiosis entre estribillos repetitivos enrabiados con tufo a lo que alguna vez fue Iggy en The Stooges, junto a los tempos más lentos, con voz grave y taciturna, como en algunos momentos de su carrera solista. Eso sí, junto a múltiples “detalles” que contienen las canciones debido al rimero de gente que hay en la composición.

Tengo que decir, para describir el sonido general, que ya se ha dado un bosquejo del mismo, es innegable no señalar “Frenzy” (Frenesí), donde arremete a lo bestia, al más puro Punk frenético, para que en canciones como en “Morning Show” se vea una calma melodía y una introspectiva voz grave nos guíe. Esa mezcla “hard/soft” en este Rockcito simplón y efectista, sin muchas pretensiones detrás, es la esencia actual de La Iguana a sus 76 años dejando su visión musical del rock.

Aunque todo queda dicho, no todo es: o ritmos cocainómanos (“Neo Punk”) o momentos más calmos y agradables con sintetizadores y coros flojos a más no poder (“Comments”), si no, una conjunción de ambos, evocando unos medios-tempos, riffs y solos bien trazados, la presencia de Duff al Bajo, y estribillos que sí cuajan, pegajosos, como es: “New Atlantis”, que hasta la típica tarola setentera que suena a lata vacía está presente.

Y aunque se pudiera desgranar “track by track”, no resulta muy entretenido ni necesario, tanto para la rata sucia quien escribe y describe esto como para el lector, pues, estamos ante un disco de Rock del montón que no destaca en nada, más que tenga el nombre mítico de “Iggy Pop”, donde su mayor proeza es no incurrir en su auto-felación, o auto-parodia, de sí mismo. Sin embargo, a uno se le esboza una sonrisa escuchar esos “Fuck the regency”, en el onceavo tema, esos desvaríos y repeticiones vocales tufo a Mick Jagger en “Modern Day Rip Off” durante una marabunta de riffs y teclado al más puro Rock mientras se recita “…Rip Off”, o en líneas generales, ver a Iggy con ganas, y maneras, de desempolvarse y seguir en el ruedo.

Sencillito y fácil para la deglusión. Llano y efectivo, cual pase con la pelota: raso y al pie. No te va a maravillar, sólo quitar el morbo de la resurrección de Iggy Pop, sonando a él con varias adiciones a su Rock, sin ser tralla pura, ni melancolía a lo Nick Cave, es la homogeneización de esos estilos sin perder el suyo. Cumplidor, normaliño, y para quienes tengan sed de oír a La Iguana de nuevo, esto entra sin vaselina por tu culo.



Nota: 7.0

Publicado por: Zdzislaw Beksinski

sábado, 12 de agosto de 2023

You win again gravity - Into the dancing blue [2023]



Hoy nos ocupa una banda inglesa que ya venía haciendo un par de discos de la índole metal progresivo con combinaciones de una extraña etiqueta que siempre puede hacer llamar la atención a mas de algún despistado borracho, Post hardcore. Ya en asadas ocasiones hablamos que repercusiones puede tener a veces poner estas etiquetas ostentosas para comercializarse, pero es muy fácil hoy en el mundo de la hipercategorización musical, todo aquello que lleve un banjo o un armónica ya puede ser considerado sinfónico o acústico, es una patochada.

Bueno, antes de empezar con la música, y se que a muchos les gusta que se delimite que tipo de caminata es la que lleva la bada para poder pinchar el disco mas segurinix. Pues, a mi me parecio una banda de meta progresivo con toques hardcore, no le veo esa etiquete post, pero bueno eso es lo demos.

Cual es la propuesta que traen estos muchachines medio emos tritontes, será que son uno de esos adoradores de 30 seconds to mars versión metallizer o será que son uno de tantos hardcoreros que ya no tienen metro cuadrado de piel sin tatuar. Pues, me suena mucho de estas bandas tipo muse, algo de Green day, un poquito de fates warning, un poquito de todo licuado por aca. La música como objetivo principal no esta mal, la verdad. Ahora bien, propuesta como nos la venden no es. Puesto que podríamos decir que lo hacen bien lo que se proponen, sí. Las categorías de metal progresivo son destacables y muchos aspectos rítmicos son los que nos hacen mantener bastante bien la atención en las canciones.

La voz del chimuelo no me gusta, me recuerda a estar oyendo Green day y cuando oigo esas bandas tan caladas no me dan por poner oídos en cuestión vocal, ahora bien destacar el labor del batero, le mete muchos cambios de ritmos consistentes, creador de atmosferas caninas y desestresantes;  pero lo único que tacho a este álbum es de tener ese toque juvenil que a mi me desagrada, y de esas melodías a los my chemical romance, y después esas voces agresivas bien heredadas del hardcore pero utilizadas en desuso.

A mi estos generosa si chavorrucos de maitrones treitones que están orgulosos de haber sido emos no me mueven, no me atraen y nunca me gustaron. ¿El concepto de la banda puede ser algo trascendental?  Esto no algo nuevo, nada de otro mundo. Aunque no se le puede negar que la combinación resulta apetecibles, pero es normal que en muchas de sus canciones en vez de apegarse al lado mas progrsivo de sus compases siga mas por la línea puente, melodía, coro, estribillo y pues estamos a nada de que sea radial. Me disgusta? No, pero tampoco es para encabritarse de la emoción.

La portada me gusta, elegante, azulada, muy al estilo de la viejas gloriasde las bandas progresivas tipo dream theater; pero el pajarraco es inevitable no pensar en Budgie. La duración, pues de estadio con papas fritas chucas con uñas porosas en los condimentos, 50 minutos. A mi me parece excesivo ya que es música zapateada, con sus tintes mas suavetones. 

                                              

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Nota: 5.0 


Albert Sppagiari


domingo, 6 de agosto de 2023

We Are H - Diskonstrukt [2023]

 


Trío germano que no los conocen ni en la esquina de su barrio. Sacados de la fría Leverkusen, Alemania. “We Are H”, banduca de nombre horripilante y nada vistoso ni atractivo, que pone las expectativas del tamaño de una hormiga bebé, y que únicamente la portada inextricable de este su debutazo: “Diskonstrukt”, puede salvar las apariencias y da un aire atrayente. Además, como podrá notarse desde su título, el vocalista y bajista: Ken, reparte su canto en el idioma natal del alemán.

Pues bien, ¿Qué se chiflan los alemanes en menos de media hora, en su debut, en su casi Ep (por duración), y en su propuesta musical en general? La respuesta la encontramos, principalmente, en dos géneros que constituyen la columna vertebral del disco: el Post-Metal y el Hardcore, o post-hardcore. Lo interesante dentro de este poco más de veintena de minutos es la mixtura tan orgánica, homogénea e inventiva en donde mixturan ambos estilos naturalmente y con un despliegue técnico soberbio sin perder: ganchos, atmósferas, y agresividad; la melodía o riffs, el deje post-metalero, y el deje harcore/black metalero, respectivamente.

Así es, en estos 26 minutos condensan, en sus ocho tracks, la proeza de sintetizar e imbricar estilos aparentemente disímiles y ajenos. Resalta mucho la estructuración rítmica e instrumental donde destella los graduales cambios, melodías, contrastes entre voz rasposa y parajes armoniosos propios del Post-Metal en los riffs embellecidos con efectos, y un sinfín de recursos que enriquecen a tal punto las canciones que resultan un aura de Avant-Garde Metal, pues, los giros, las armonías, el cuidado y esmero en cada segmento, le proporcionan a este debut una creatividad y naturalidad en su música muy loable.

Dentro de las cualidades con mayor fulgor, desglosaré puntos clave en la labor que desempeñan algunos elementos claves en este “Diskonstrukt”: Primero, la voz; no sólo es que el alemán cantado suene áspero, también el modo de “instrumentalizarlo” (nunca mejor dicho), de que resalte por su utilización determinada en ciertos pasajes del disco, donde el canto limpio, el grito, el casi shriek black, o hasta unos segundos de gutural, hacen que brille sin empastarlo todo con los cambios vocales o con el “canto”, pues todo gira a la composición instrumental, la voz es un instrumento más, lo demustran y lo ejecutan perfectamente.

Lo segundo, y más reiterativo: la aleación de componentes estilísticos distintos. Es, sin lugar a dudas, el contraste, conjugue, mezcla, el mix de las atmósferas, los efectos en la guitarra cual acordes gravitan en el espacio, el ritmo contemplativo, y la ambientación, junto a elementos del Black, del Death Metal, del Hardcore, de toda la agresividad necesaria que le podían insuflar en riffs, doble bombos, cambios abruptos, en secciones Stoner, en una variopinta amalgama que se esfuerzan en exponer sin aturdir al oyente, sin perder noción compositiva por malabares infructuosos.

Y, tercero y último: la ejecución instrumental. Principalmente, la desgraciada bestia que es el tiparrajo de Fabi en las baquetas. Despliegue, no sólo técnico, sino, de utilizar cada puta parte de la batería, cada pegada que suene con técnica y melodía, cada giro con notoriedad, y cada desplazamiento y vaivén que tiene, es de lo mejor de TODO el disquiño y no redundaré en loas ya innecesarias. Respecto a los demás, a cabalidad y funcionales, incluso el Bajo entre jazzero y ruidoso, pero con presencia, como todos. En fin, las composiciones fácilmente pueden degustarse sin la voz, todo el trabajo está -como mencioné- en función a la instrumentalidad, digno de cualquier Avant-garde o Metal progresivo con ideas a relucir.

Disco corto, cual pija de infante, te lo puedes chutar todo como una canción larga con sus momentos, ataques frenéticos y todo el quehacer “instrumentalístico” con que se estructura este debutazo. Canciones a remarcar: “Antroporrhaines”, la más indómita y salvaje del repertorio; “Karakorum”, la más extensa (5 minuticos), y es sin voz, sólo ejecución, y los 3 minutazos de: “Monotone”, que es una pieza que demuestra lo contrario de su título.

Buenardo a secas, con mucha inventiva, e ideas. A ver si en un futuro esta muchachada nos ofrece algo más locochón y demencial sin perder ese toque mixturizado que han encontrado entre los estilos que abarcan. Por el momento: rápido y a la vena, como la heroína recién inyectada.



Nota: 7.5

Publicado por: Zdzislaw Beksinski


sábado, 5 de agosto de 2023

MAIRU - SOL CULTUS

 

 
 Mairu es una banda inglesa con solo un Ep y un Longplay, siendo este ultim el SOL OCULTUS. Dentro de música vemos lo primerísimo la etiqueta de Post-metal, y esto no es que sea el metal más aventajado o complejo de la existencia, esta categoría trasciende el lenguaje normal del metal en cuanto a propuesta musical y no en cuanto a estructura musical. Pues hay elementos obviamente que surgen del mismo metal para explicarse, asimismo, con la diferencia que toma un camino más contemporáneo, lo que puede entender como un metal mas tirando a lo moderno.

Quería explicar esto para que no pensamos que estos cabrones son el hilo negro de todo, ni por cerca. Es obvio que estas etiquetas nos venden mas de lo que prometen, esto es mas un metal experimental con toques progresivos, para no hacer un nido de pájaros al oyente. ¿Ahora bien, que es la pregunta mas importante, que tal suenan?

Muchas de sus canciones son instrumentales o sin una letra regular como tal, y este uso lo venían destilando desde el primer ep que sacaron hace un par de años, pero bueno, dentro de esa parcialidad que les comento, la música de estos muchachones es fresca, instrumental en su 90 por ciento, pero refinada y traída con un deje, que por un lado a mí me gusta, de brutalidad, hay ciertos gritos, jadeos y cánticos, pero son ad hoc a la propuesta mas. Ahora bien, sección rítmica solida, con riffs alentados y auras un poco futuristas o da la impresión que asi lo son. Me gusta mucho que esta banda se encierra en si misma para sacar de su vil naturaleza un disco con pasajes acústicos, por veces sinfónico, y por otras una brutalidad muy natural.

Es como si todo el sonido que trata de experimentar y no ocupase la brutalidad en rasgueos, riffs, pasajes rítmicos no tuviera razón de ser. La batería a destacar el buen manejo percusionista, crean atmósferas muy relajantes, extrañas, enrarecidas y un poco atonales a veces.

Algo a resaltar es que estos discos no son de canciones, son de su completitud, oírlo fraccionado hace que no sintamos estar metidos en su música o en su repertorio como tal. El bajo es impresionante como puede crear un matiz que sume mayor solidez de la que ya tienen, por otro lado se destaca esa marcha incesante en sus atonales sinfonías, donde la batería en todo momento parece estar en el cierre de una canción y no en una canción parametralmente normal.

La portada también es un acierto, con ese humanoide algo pesadillesco que se cuece y esa aura rosada como si se tratase de música electrónica es un buen punto. Ahora bien, el disco no entra a propuestas de avant garde que llamen la atención de los más avezados, pero si es una concomitante creación de como hacer música pesada utilizando segmentos que contribuyan a la suavidad y sutileza a la hora de componer 

Un disco para estar relax el sabadiño y escuchar una propuesta de metal mas variadito, claro, ningún trincunlingulis.

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Nota: 6.3

 

Albert Sppagari