jueves, 27 de julio de 2017

Synopsys - Le Temps Du Rêve [2017]


(Estos cerotes ni se les encuentra foto del grupo, porque ni sus tatas los conocen)

Volvemos a cagar otro trozo de música en el blog!!!
La inconsistencia ha perdurado, las ganas de execrar palabras y contemplar la mierda asoleándose siempre ha estado. La cachada francesa tiene su protagonismo ahora, y hay que presentar las cosas como se deben: Pueda que nos tardamos hasta meses para colgar vomito anfibio o manjares para el paladar, pero, siempre, nos tomamos ése tiempo para apreciar en su totalidad el trabajo.

Synopsys, no es la excepción. Pese a ser un grupo con un nombre cacaso, nos tira su más reciente mortadela: “Le Temps Du Reve”, que al traducirlo puede ser: “Tiempos Ideales” o más acorde: “Los momentos del sueño”. Y es que si tomamos en consideración su nombre ultraplano, su título casi-representativo, y su portada deplorable, ya estamos hablando de un concepto más profundo y algo desalentador para el oyente. Pero, ojo, esta estética no es un adorno superfluo para ahuyentar al metalero ortodoxo, sino más bien, el CONCEPTO mismo del grupo.

¿Cuál es el error y el motivo por el cual desfallezco de calor e irritación al escribir de estos tipejos?

Manejan el concepto predominante de la naturaleza que se deja entrever con obviedad en los títulos, como una fuente o motor musical. Cuando en realidad, esto se debe de converger de forma precisa en la instrumentación. Se despellejan canciones de 4 a 8 minutos que parecen durar 10 todas, y con un valor desbordante y exaltado de bosquejar ante todo: La atmosfera casi-selvática o casi-espacial que ahondan hasta que el tedio y el aburrimiento llegue a dormirte.

Las profusas sucesiones de notas o capas de guitarras y ruidos programados construyen una telaraña ingeniosa de composiciones sin necesidad de ser virtuoso, pero ese núcleo ambiental como meta es muy difícil de lograr cuando no penetra en el oyente. Más cuando se meten cosas tan pendejas como la intercalación de un tipo hablando como si estuviese en una radio, o lo cansino que suele a llegar las capas paulatinas compenetradas en un muro de sonido. Las claras herencias del Shoegaze y el enfoque a muerte del Ambient hacen estragos la obra dormilona, o simplemente Synopsys no saben mezclar el metal con las hojitas de eucalipto.

Eso sí, hay momentos que inyectan lo Ambiental con la dureza del Metal a perfección, un ejemplo de ello es el inicio (y toda) de la instrumental: “Impulse” que dejan las molares temblorosas, solo hay que escuchar ese “efecto” de violín tan grave y cortante que en ese aura de templo en la montaña, emula o me recuerda bastante a los cantos tibetanos. Y uno solo se puede preguntar si eso lo hizo una computadora, un ser humano o directamente es el pene del diablo el que resuena hasta llegar a la canción “Leviathan” donde eyacula unos Riffs de guitarras para poner el mando.

Pero, OJO, en general, solo me quedo enteramente con 2 canciones: la inicial “Morning in the Wildenerss” y la que cierra: “A Whisper in the Evening”, porque compactan la dureza estrambótica de Julien y Vincent en las guitarras junto a Gregory Lonegro en las batacas con el aura predominante del tecladista y programador Francois, y se desplazan a un ritmo perteneciente del Progresivo actual, sin tener que despojarse de esos muros de sonidos y voces ásperas que retumban el tímpano tejiendo a su vez la melodía central.

En fin, no sé por qué darle largas a esto, mi descontento no es con el grupo, más bien con la forma que lleva su concepto y suena indefinido su sonido, pese a ese aire pretencioso y nuevo que quieren inyectar a la música no terminan de concretizar el álbum. Al ser su debut, tiene un bagaje que pueden moldear a su gusto  y trabajar en su propuesta o quedarse postrado como están para que el dueño del cibercafé se crea el conocedor entre sus compas y no progresar, bajo mi punto de vista.

Synopsys no se puede definir en un género, y no es precisamente porque hagan malabares con 700 estilos, sino más bien, porque huelen a varios pero sin realizarse, podemos meterlo en un Post-Metal, pero ni siquiera sé si existe tal aberración bajo esa etiqueta estúpida. “Los momentos del sueño” es llanamente Shoegaze Metalizado, pero para resumir toda la parafernalia que se deriva con las horripilantes etiquetas, Synopsys lo vamos a tirar al costal del Metal Progresivo y Post-Mierdas(Rock, Metal, Pop, Punk, etcétera), para no caer en las ridiculeces que abundan en internet, con llamar esto como: “Experimental Sludge Shoegaze Post-Metal”

Concluyendo: Bajo mi percepción subjetiva “Le Temps Du Reve” en líneas generales lo defino parafraseando a un viejo cerote con lentes y con aires de pseudo-intelectual: “Esto no me mueve ni una neurona”.






Nota: 4.0 por hacerme perder el tiempo...


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


sábado, 15 de julio de 2017

El Mito y La Mita cumple 4 años!!!!!

Señores y señoras, en esta ocasión, pese a la enorme e irrefutable inconsistencia de su servidor: Zdzislaw Beksinski y del co-fundador y colega del material: Albert Spaggiari, tenemos un historial y un ciento de discos que hemos ofrecido a todo aquel melómano aturdido. Maldita sea, si estamos hablando de 4 malditos años en un blog, es es cuán menos, un recórd de insistencia, voluntad, esfuerzo y ganazas para seguir combatiendo en el terreno fangoso de las dificultades personales de cada uno.

Acá hay legado del bueno, malditos zancudos chupa-música, apartando el esmero colectivo que tenemos como reseñistas, hemos colgado un centenar de material que a más de alguno lo dejó con un orgasmo inolvidable o con arcadas del asco. Al fin y al cabo, Celebramos en grande por todos los motivos y la recurrente de nuestra existencia en seguir promocionando, comentando, criticando y subiendo, lo que a nosotros más amamos: LA MÚSICA

4 AÑOS!!!, una razón más por la cual seguimos en actividad!!

SEGUIMOS EN LA BATALLA!!  Y QUE SEAN MÁS AÑOS DE MÚSICA!!!


"Que se haga la música"




Publicado Por: Zdzislaw Beksinski

lunes, 3 de julio de 2017

Suffocation - ...Of The Dark Light - [2017]





A Callar a los nietos a puros cinchazos como a la vieja escuela!!!!

Este fue, al parecer, el enunciado que hicieron Suffocation al salir de “La Luz Negra” en la que estaban, para no solo reventarles el hocico a los monos cerotes que se les rebasaba la arrogancia con sus breakowns deathmetaleros chafas, sino, también a lustrar todavía más a su legado de más de 20 años, con la placa hoy presente. Y es que, admitamos los hechos… Terrance Hobbs y Cía. Nunca más en su puta y cochina existencia harán otro “Effigy of the Forgotten”, ni aunque le recen a Chuck Schuldinner para saber el secreto de la divinidad en el Death Metal. Pero pese a ese innegable reproche que tiene todo mortal, “Suffo” no se satisface con solo el mero hecho de sacar material vigente. Eso no, Los Newyorkinos en el 2017 no querían cagarse en su gremio ni con un pobre Deathcore que olfatee pedos de popularidad, ni macerar el pescado maloliente con los mismos ingredientes en piloto automático.

La sangre nueva corre tras las vetustas y míticas arterias aortas (en este “cuerpo” son 2): Frank Mullen y Terrance Hobbs, en este caso, tenemos a los desconocidísimos: Eric Morotti en la Batería, Charlie Errigo en la Guitarra, y al ya curtidito Derek Boyer que ha estado desde el resurgimiento de la banda desde 2004. Con este plantel se disponen a sacar: “…Of The Dark Light” con una portada moderneta que nos ofrece lo que todos esperábamos: Un Death Metal Técnico al más puro estilo de la banda. En la placa está latente la conformidad y la homogeneidad de su archi-conocido sonido en todo el trayecto… No hay ningún mestizaje de géneros, ni rumbos extraños del grupo. Con Suffocation solo habrá grava caliente y pesada para despescuezarnos y aplastarnos en una fracción de segundos.

Hablar del disco, y precisamente de Suffocation, es hablar, no solo de los grandes maestros inexpugnables del Metal Extremo, sino también, de una escuela patentada por Dioses, por sonidos que ellos mismos patentados como propios, y que alumnos de alumnos choricearon la fórmula sin el sazón autentico del ingrediente que podemos apreciar en: “…Of The Dark Light”, Y es que esto es así, todo el artilugio se centra en expulsar una incesante e irrefrenable estampida de brutalidad de parte del Calvorotas Mullen y Cía.   

Tenemos en el menú cosas añejas y machacantes que todo acérrimo a la brutalidad adora, cosas como: Riffazos sacados del culo del discreto dragón Terrance Hobbs, el clásico manejo de los tempos y las velocidades; desde blast-beats hasta cortes densos, y el entrañable calvorotas que espanta a la manada de osos grizzlys con un vozarrón legible pero sin perder la guturalidad y la potencia. Pero Ojote, el retoque y la implementación de gente nueva, no  están solo para encajar y animar la maquinaria, no, no y no. De parte del recién contratado Errigo en la guitarra, conjuga un tono más sombrío y melódico, que hace una dupla más dinámica con Scooby Hobbs, prueba de ello están “The Warmth Within The Dark” y “Some Things Should Be Left Alone” para corroborar lo que digo, y de parte de Eric Morotti en las batacas, en general se ha adaptado al plantel perfectamente. Aclaro, nadie quita el sello técnico y demoledor que palpita el disco.

Puesto que, la monstruosa conformidad en ningún momento palidece la creatividad y el ingenio, tenemos destellantes himnos como: “Clarity Through Deprivation”, abriendo todo de un vergazo en la mesa, provocando la destrucción de la misma, sin contemplaciones ni consentimientos para la escena actual. ¿Quién mierdas dijo que el pelonchas Mullen perdió fuerza con los años? Pues, no, de repente nos hallamos en el minuto 2:15 y un Break o macabra y densa pausa ingrávida nos ha poseído, mientras en medio transcurre la atacante y voraz vociferación de un estribillo atronador que solo el peloncito puede hacer… Ufff.. Ni hablar de cómo se desplaza la batería hasta concluir en un Solo de Charlie Errigo que nos deja saboreando cada segundo.

Otro momentazo que destila la carajada, el track homónimo, que tras empezar con una embestida de Riffazos y metrallazos del Bajo y la batería, terminan los golpes a nuestro ya débil cráneo con un apoteósico Slam en toda regla en el minuto 2:10 hasta caducar el minutaje de la pieza. Pero ESCUCHAR!! Ese entrecortado Riff que se mueve como un gusano venenoso de 3 metros. Esto es hablar de palabras mayores, de manejar los tempos hiper-veloces con la estampida y la dinámica que nos ofrecen con su técnica hasta finalmente clavarnos un pedazo de hierro oxidado en nuestro oído con esos momentos culminantes.

Y para no aburrir en largas y minuciosas descripciones, tenemos a la orden a Derek Boyer como protagonista principal, y héroe del tema: “Caught Between Two Worlds”, donde acá, ya no solo la instrumentación se zigzaguea como quiere, sino, que EL BAJO de Boyer, se trepa por 4 minutos con una virtuosidad endiablada a las cuatro cuerdas, como si estuviéramos presenciando una tarántula peluda, fea y grotesca, pero con tal encanto morboso que nos da gusto saber que existe. Eso sí, el rubio igual que la batería, se deambulan con una rapidez y técnica sobresaliente en TODO el puto álbum.

De este ejemplar, podemos extraer la idea de que cada track, en su homogeneidad se diferencian más que en otros discos debido a que construyen fácilmente una línea divisoria entre cada una, con una particularidad que identifica cada canción, ya sea: las recurrentes agresiones sónicas de la profunda garganta del monstruo Frank Mullen en canciones como: “The Violation”, “You Last Breaths”, Los catedráticos y gigantescos Breakdowns y Slam sin rebalsar, el sonido oscuro en el trasfondo con aire armonioso y sofocante de la mano del nuevo fichaje de Charlie, El asombroso pero discreto Bajo de un Derek que se viste de campeón y la insignia de Terrance como el jefazo del sonido junto a un Morotti que marca los ritmos y se acopla perfectamente a esta mitica bestia que tiene por nombre: SUFFOCATION

Finalizando, Solo cabe escuchar el regreso de los dioses del Brutal Death Metal en este 2017 que tras 4 años del “Pinnacle Of Bedlam”, estos gringos solidifican más su notable discografía con este pedazo de “…Of The Dark Light” que puede parecer muy grumoso y en su conforme sonido devastador de siempre, pero le rebalsa los destellos de magia, con un tracklist sólido y extremadamente redondo. ¿Acaso se espera un Rock Folclórico de los amos del Brutal Death? Pues ahí está…Esto no está en piloto automático, ni mucho menos para sacarle el jugo a las billeteras de los viejucos anclados, NO, esto es un regreso en serio, de una de las bandas más representativas del Death Metal.

Si aprecias el Death Metal, apreciaras este regreso impoluto de los nada más y nada menos que los Dioses: SUFFOCATION






Nota: 8.3


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski