miércoles, 26 de noviembre de 2014

Hierro Progresivo

Anteriormente se había colado el Rock Prog del antaño, old school y toda la casaca. Y como bien viene la wueba y las ganas, el especial de Metal Progresivo será una de tantas oportunidades de descubrir más los territorios del Metal o los que no conocíamos. A darle variedad y gusto a los tímpanos o caso contrario; pero para eso tendremos que averiguarlo...

A descargar como pulpo, a escuchar como enfermo y a cagar como zancudo!!!




Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


lunes, 24 de noviembre de 2014

Kabak – Descomposición Cerebral [1999]





Mero patrullón que rondeaba San Salvador, donde el nuevo siglo se esperaba como el pan y el semitón en la boca del cholco; todo bien arrebujado, pariente. Así era en aquellos infértiles ’99: no había escena, papayito, todo estaba en penumbras para las nuevas Ages… Pero lo que no se pone en tela de juicio es que, si bien no había escena, sí había un medio underground que permeaba con sendos embalajes en cada costa: discazos de EE.UU de la virulenta escena de Tampa, de los cuales los seguidores del momento tenían pleno contacto, aunque, siempre refiriéndonos en términos under…

Pero no nos adelantemos a los hechos, porque muchos han oído, en esas largas búsquedas 
meridionales, a un tipejo con lombrices en la panza gritar: ‘Mechudooooo’ y a falta de no hallar nada más, El Salvador se encuentra situado entre uno de los países con más escasas productoras discográficas de toda Centroamérica del mundo metalúrgico. Por ello no es difícil ver que bandas que bien pudieron se catalogadas, en su momento, como creacionistas de un estilo tal como lo fue el Death en Tampa, el Thrash en San Francisco o el Heavy en la meca inglesa de principios de los 80’s, sean, pues, desterradas del mapa galvánico. Por ello, las pocas pruebas que tenemos, el poco atestiguamiento que nos respalda es el siguiente álbum de metal extremo: ‘Descomposición Cerebral’

Eso sí, no me pregunten por sus nombres; bien se sabe que la temática de estos grupos tiende a ser ora graciosa, ora ofensiva, ora desparpajada. En lo que nos concierne, claro, es, que muchas de estas agrupaciones tan tragicomedizadas o vituperadas por la crítica, han sido sumamente encarnizadas e influyentes parar el renacer del metal extremo salvadoreño de principios de los 00’s, por lo que le debemos el nombre de vientre materno del metal extremo, casi nada, ¿eh?, Pijuyo.

Kabak lanza su única receta purulenta parar el último rescoldo de los 90’s. Sí,muchos recordarán esos años como el corte de caja del metal extremo, la definición, en pocas palabras, del género mismo, género que una vez vio su renacer a principios de los 80’s. Y es cierto que a muchos los asaltaran preguntas como ¿Y si tan viejarraco es el género por qué ninguna banducha saco algún demo, un Tape o cinta blanquinegra? Ahí el asuntín, mi rebosado carcamal feisbuquero: el merol bien pesarroncho sí influenció medio paisnal; lo que pasó, simplemente, fue que, con la llegada de industrial aficionadas de poca monta, el mero circuló, pero como bien mandan lo canones del brutalizer: en cintas de poca estela. Ahora entiéndase lo siguiente. Muchosg grabaron porque venían quemando pólvora desde las navidades del ’90. Y el Kabak, pues, desde el 94, ya había cimentado en garajes su cochino troquelar de guitarras. 

La banda recibe influencias OBLIGATORIAS, como lo son bandas del talle de Suffocation, Dying Fetus, ramalazos de un Cryptopsy. Dado que a la banda salvatruchera le gusta trabajar con medios tempos (Sofo); Voces vomitadas y monocordes (Los dayin)  y la velocidad a veces impetrada (Los cry) chucho metal de entierro, parar saborizar una carnucha asadocha con pepineles  bien reteque frescos.

Pero aquel babuino que espere técnica de la de sabor nevería; que se vaya a comer chorizos vivos, que le hablen por la oreja y escupan cementerio, Porque todo el álbum, empezando desde su malhadada portada hasta su retoque cuchitril, centra el polomístico Art como insigne y deja bien en claro sus intenciones. Se nota que no quieren agradar ni de una u otra forma: ni siendo los más sucios ni los más técnicos, virtuosos, defenestradores, o simplemente lo más sardónicos chabones del rincón del vago. La influencia que también les gusta instigar hacia su música, es la de meter a tutiplén samples de voces engorrosas y moscardonas, nos recuerda fácilmente ese guturalón ‘Macrovomiturium’ Esta bien fescavena: lo mejor de la fibra Cry-Sofo y el tamplazo Dallin recobrado pal feudo. 

Pero lo demás se torna bien Review, ya palpado y mencionado. Aunque los cambios de ritmo agregan elote loco a la sazón y suerte de un clásico del extreme. Disco obrero, bien trabajado, nada explotado para alcanzar la última virtud o quintaescencia del mismo. Lo mismo. Las guitarras son las que más lustre le sacan a la ollada de tajo; los Blast de monorriel son algo abusados, y pues se pierde un poco el sabor robusto. Y a mí por muy Grind que sea un ábum, me gusta que le metan producción gordales, bien rellenadas, que no dejen esos huecos compositivos que, muchas veces, enflaquecen exponencialmente la producción. 

Puesto que, a decir verdad, me lo esperaba más derretido el álbum, sin embargo, las escuchas van ajustando cuentas pendientes que puedan tener el oyente para con el álbum. Buena tralla, la verdad. Al final deja algo satisfechón, mi requesón. 

Ustedes pínchenlo a ver si sacan sustrato con olor a pipilsener.
Un bajón de loroco con chinches besuconas. 


Nota: al final hablé mucha paja, y le caigo bien con el 8.5 carraspaseado.   


Publicado por Albert Spaggiari. 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Virginia Clemm – Una Eternidad de Incertidumbre [2010]



Si para alguien el arte salvadoreño son las tazas de barro precolombinas y nada más, está REpendejo y con ganas de terminar en una fosa común. Y el caso que veremos amerita tremebunda observación. En el momento en que una banda sale de su territorio es porque está expandiendo el desvergue y si es lo suficiente como para ir al Wacken la cosa se pone más reluciente. Y eso, nos pone a pensar: ¿El gobierno nacional apoyará económicamente la causa de la banda, para lograr los requisitos necesarios para ir a Alemania? Nahhh…Virginia Clemm, un reciente grupo de Deathcore que representó al país en el W.O.A por primera vez, no tuvo ni la más mínima ayuda gubernamental, y ya sabemos porqué….

Ahora bien, independientemente que te guste el Death Cerrado y Ortodoxo o el Metal con propósito y entretenido, en ningún momento debes cerrarles las puertas, o tan siquiera desinteresarte de la reciente publicidad que están dando. Chamba Díaz y los suyos deciden sacarse el nombre de la esposa prima hermana de Edgar Allan Poe, por el acto de sobreponerse ante la adversidad que demostraron Virginia con 13 años y Edgar con 27 al casarse. La banda lo representa de igual forma, solamente que con los hechos críticos que pasan a su alrededor y con liricas personales donde las emplean dentro de una música que se acopla y se acomoda perfectamente con la ideología: El Deathcore.

Entrando en materia y alejándonos un poco de las injusticias que pasaron los guanacos desde el 2007, la primera bala cae con: “Una Eternidad de Incertidumbre” (2010), Un álbum que domina y que practica un género ya lamido por todos, que solo la esencia intrínseca para entretener tímpanos blindados puede producir un grupo selecto de masas que no quieren más esa comidilla gringa hecha por europeos para que se la coman unos centroamericanos…Bufff!! Y eso pasara con una X banda del coyolito tocando Black metal sinfónico en Ruso…..Simplemente una travesía hacía la estupidez. VC, no hace esa mierda y lo demuestra bien, sin la necesidad forzosa de mamar más de la cuenta.

Ya dicho y hecho, evaluar la musicalidad de este CD, es tan resumido y claro que no hace falta exagerar monstruosamente como tocan. Eso sí, no fallan, son directos y el disquillo se saborea compacto y explosivo. Las guitarras hacen lo que deben de hacer…Ritmos brutales, solos enriquecidos, una pizca de técnica en minuciosos y diminutos momentos, Slamm…En fin, Puros Riffs continuos y sucesivos. Ojo! Chacales!, que si no fuera por las armonías, los cambios de ritmos puntuales y las reverendas estructuras que se agilizan siempre a la mitad de cada tema, la cosa se pusiese plana, monótona, refritada, simple y hasta aburrida. Porque Virginia Clemm tiene Variedad como también Limitantes.

Más Allá de las seis cuerdas, instrumentalmente no hay casi nadica… ¿Batería como todas o Producción? Y el Bajo valió mil veces verga. Tampoco hay que ser de apetito refinado o exigente, pero no hace falta ser un renacuajo recién nacido en el pantano o un cocodrilo gordo y verde para saber que si no funca o se explora más los territorios del Hardcore, del Death Metal o todo el campo absorbido por tus nalgas, las expectativas recaen en el vocalista. Y eso que lo digo de un disco lineal, redondo y severamente entretenidín, porque una cosa no quita a la otra. Eso debemos de saberlo de antemano, como también los factores graves que pueden enteramente crear la nebulosa torpeza.

Y la calidad llega cuando Toño, perdón, Salvador Díaz el motinel de la nave libera su vozarrón en éxtasis. La aleación perfecta y nutrida de las guturales ininteligibles con las desgarradoras y raspadas vocales del inframundo hacen de las suyas en el álbum. Y si a eso le agregamos unos buenos estribillos, un poquillo de caos y melodía la complementación que hace Chamba al álbum es primordial para tragarse el tocho de 45 minutos. Y como si no fuera poco, para proyectarte un buen músicon, sacan un hilero conductor vital para apreciar más el producto: Las Líricas. No por su mensaje, tampoco por su sutileza, si no por su estruendosa y malévola ejecución al cantarlas…Uff!!! Esos son los momentos dorados de un álbum que no llega ni a Llanura, ni a Death Premier de alta categoría, pero sí a destacar.

Me parece que un álbum describirlo detalladamente por tracks o escucharlos en forma Youtube, no se puede exhibir o digerir a gusto como se demuestra o mastica entero. En eso no tuviera problema un material de medio pelo de testículo de vigilante primate, pero en esta: “Eternidad de Incertidumbre” lineal, atrapante y demoledora solo puede ser escuchada si te gusta el Metal Extremo y no eres un prejuicioso de mierda. Y aquí muere la Flor con Virginia Clemm, una banda que forja Riffs Crujientes y un Toño, perdón, vocalista que atestigua con valía que es la pieza clave por la cual uno puede engancharse a los audífonos, para que se asomen las vocales que enriquecen el panorama típico de la batería y el fantasma del Bajo…

Pa´la Collection de Rescateichons!!






Nota: 7.5


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


miércoles, 19 de noviembre de 2014

El Ático - Encuentros Paradójicos [2010]



Aquello que fue alguna vez prejuicio, ahora es curiosidad. Lo que alguna vez subestimé, ahora me cerró el hocico. Tarde, pero seguro. Así vi yo la música dentro de El Salvador: Llena de mierda. Dos factores me abrieron los ojos: 1. No podía creerlo, 2. Investigar a estas instancias…. Y si hablamos de Metal la cosa se pone más jodida. Para mi fortuna y la del que está atrás del monitor, lo que presencié en estos días fue un giro extremo y total de mi idea cavernícola. Una Banda y sobretodo de mecanismo e ideas diferentes como propuestas que van más allá que cualquier patraña como Friguey o RED (Puta madre, que asco!), la agrupación a la que se le atribuye el tremendo elogio como una de las mejores bandas nacionales es nada más y nada menos que los locos de: El Ático.

Cuando se trata de Rock Progresivo lo primero que pensamos es que será el Clon 10,000 de Pink Floyd (por poner un ejemplo), pero cuando se trata de un planteamiento instrumental y complejo como lo que ofrecen Neto Larios (Guitarrona), Juan Carlos Erquicia (Bajote) y Nelson Maldonado (Baterona), sin llegar al vanguardismo exagerado, pero con un millón de mixturas estilísticas por doquier se pueden esperar dos factores evidentes: 1. Que sean unos fanfarrones que hasta puedan tocar con la uña del pie izquierdo, o 2. Que propongan calidad e imaginación con la destreza que aportan. El Ático sin lugar a dudas ocupa el segundo factor.

Bueno, para entrar en materia gruesa, relajarnos y tomarnos un Ricky empecemos con el orden apropiado: La biografía que se desprende de esta agrupación que cumple ya más de una década en activo, es que desde el 2003 han forjado una sustancial manera de componer que a lo largo de los años la han reforzado, añadido, renovado y mejorando con el sabor de las experiencias y la práctica, llevando a los tres mosqueteros a la oportunidad de lanzar álbum en 2010. Y así, estamos contemplando la única placa que redondea el estilo del Ático: “Encuentros Paradójicos”, y para no mentirles…Es demasiado arriesgado grabar 45 minutos instrumentales, pero la valía se la han ganado tras un extenso periodo de duro y caluroso trabajo.

Compleja, Jazzera Y desde un principio fue Latin Rock. Pero la hoya se puso caliente y las tortillas salieron volando cuando la pura esencia del Metal se presentaba. Neto con su Guitarra tras pasar de afinaciones acústicas y eclécticas se va al rollo Riffeante y rítmico, Juan Carlos derramando su vertiginosa labor en el Bajo y el Batero Maldonado juega un papel crucial trazando ritmos con el gran combazo que hace con los platillos y los tamborazos que pega….Uff! Y es que es una creatividad enorme en base al Jazz que comprenden en compañía. Un rompecabezas de ritmos, melodías y sentimientos que se expresan y se disuelven sin la técnica súper maniobrada, con la intención honesta como una Jam Session prolongada, entretenida y ambiental.

Desde un inicio se buscó un vocalista, pero como la música es tan versátil, creativa y honesta, que la misión se dificultó y siguen sin ese aporte (aunque no lo necesitan) las estructuras son enrevesadas y coloridas…Nada de Mathcore pretencioso y gruñón! Pero si hablamos de patrones o la parte central de cada canción, no la hallaremos. La mixtura Rockera con el Jazz y otras vertientes que inundan hacen ver que lo perfecto no es el que lo tiene todo, sino el que con lo poco que tiene, lo hace todo. Así de claro, perros! Con 3 putos instrumentos crean un puto universo armonioso, tranquilo, rítmico, arrebatado, pesado, relajado…En fin, aquí hay de todo.

Por ejemplo en la canción: “Fuga” se determina la cualidad de la banda en esos 9 minutos de cambios de ritmos, el que domina podría ser Neto, pero sin las añadiduras del Bajo y los tempos de la batería sería un caso aburrido. Experimentar por todas las raíces y no verse como payaso haciendo malabares es un punto a su favor, aunque también sobresale el concepto indescriptible e indescifrable para declarar a cierto tipo de música como tal, o como es el caso, que la música de “Encuentros Paradójicos” te cuente las mil y un historias detrás del laberinto adictivo e inquieto que presentan sus autores para darle personalidad a cada track, sin etiquetas o limitaciones, no tiene descripción alguna o mucho menos digno de una retahíla de estupideces que debería de escribir de tanto pozo de Genialidad. No, la banalidad la dejamos para un perrajo cualquiera, estos…Simplemente son de las bandas que uno debe de escuchar si quiere conocer el potencial en la música de El Salvador.

Una puta y clara Maestría en Composición y Transmisión de Sentimientos, Un Lp se dejó como huella indeleble para constatar el legado terrenal que han derrochado Neto, Juan y Nelson a un país que oculta joyitas por caquita de bebe africano. Que se caigan más seguido los reyes por San Salva, para deleitarnos los oídos!. Esto, malditos chovinistas de mierda, es el aporte nacional de verdad y no esas cagadas de indio o florituras pajeras a lo Epica…Bufff!! Aquí Hablamos de Rock Progresivo de Élite, por no decir otra cosa...

Canción favorita? Nahh.. TODO!! Descargarlo? COMPRARLO, Maldito Imbécil!

Y es que globalmente no es algo como para ponerlo en un altar, pero si vemos dentro de la escena y dentro de lo que se puede apreciar de un álbum de esta magnitud es un avance importante y Disco Buenazo. Se pueden decir más o menos de El Ático algunas palabras para acercarnos a su enigmática y rockera música, pero ninguna definirá a perfección lo que es “Encuentros Paradójicos”, como la siguiente frase: “Cierra los ojos, abre tu mente y deja que la música te cuente mil historias”




Nota: Un 8.5 más sólido que el acero


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


Broncco - B’Rock [1996]




Uno nunca tiene que olvidar que su principal objetivo como oyente, es el de nunca descuidar la escena de su país. En este caso es lógico que tantos discos que no tuvieron la difusión de bandas actuales, fue porque la radiodifusión estaba muy concentrada en corrientes más populares, asequibles y rentables para el consumidor. Claro está que el rock y todas sus vertientes, nunca fueron aceptados en un país donde la cruenta guerra civil había dejado una desconfiada generación de jóvenes que querían cambiar su condición y proponer un mensaje, si no al mundo sí a su país. El conflicto armado salvadoreño tiene su impronta en los 80’s (No sería hasta los ’92 donde los acuerdos de paz sosegarían situaciones invivibles que la guerra dejó) aunque cabe destacar que, en los 70’s el cogestionado clima político sumado con las injusticias sociales impetradas, permearían El Salvador antes del conflicto que pintan los libros de historia. 

Era, pues, muy difícil que agrupaciones, especialmente rockeras, tuvieran cabida en el panorama; muchos siempre se interrogan con preguntas de la talla de: ¿Por qué el país no tuvo escena como una norteamericana o inglesa? Pues, está más que claro que todas las bandas respiraban el mismo clima de inseguridad, incertidumbre y temor al devenir. No era momento en pensar de qué manera podrían destacar los grupos; era un momento muy constipado el sólo requerimiento de sólo buscar una productora que patrocinara la garantía de un sello discográfico. Broncco es una banda formada en 1974, como bien dije unos párrafos atrás: Grupo que sacara un Lp, siendo rockero, era algo impensable. 

Por ello y por razones sociopolíticas, Broncco, formado por el maestro Chente Sibrián, fundó la banda que hoy nos atañe, después de dejar un proyecto casi ignoto, hasta para la misma escena salvadoreña, como lo fue ‘Thrones’ que, su período de gestación cubrió los años 68-72; año donde se difundía la cumbia, las sonoras, las orquestas, el mariachi, y la música popular del momento, el rock ‘n’ roll. No hablamos de cualquier cosa. Sabiendo, por lo contado que Chente no sólo ha sido el mayor exponente del Salvador en el ámbito rockero, sino uno de los impulsadores actualmente -Entre su labor se añaden colaboraciones y entrevistas radiales que manejan la critica de la industria del rocker Nacional- del conglomerado Rock/Metal. 

El único álbum que sacarían, tardío por las situaciones antes expuestas, de 1996 sería ‘B’Rock’ un Lp de casi 1:15.00… un joyita que suscita el amasijo de canciones que quedaron apelotonadas entre demo y demo o cintas que aún no serían fichadas, versiones de la pura maqueta under: grises y fotocopiadas, pues. 

Lo que acontece B’Rock es una rescatable cinta entre Hardrock y retazos Heavy, muy calcado a veces de unos AC/DC en los segmentos regulares-rítmicos, también un uso manufacturado de la melodía estructural tradicional, como la vieja escuela reclama, y por si fuera poco, una energética propuesta post-bélica en sus temáticas, con un enfoque muy positivista (Entiéndase que este término también puede emplearse tal como un adjetivo ‘idealista’ así que, por si las dudas entran, apartemos el concepto filosófico que tercia otra connotación, para ello véase el positivismo científico-filosófico) Una generación de músicos que se arribaron contra aquel aluvión tradicionalista, costumbrista, religioso, de finales de los 90’s de aquel salvador desvencijado.

Pese a las callosidades que tuvieron que franquear por parte del público, la llegada inesperada de un álbum muy sólido y a la vez prometedor, fue una baldada de agua fría para esos detractores del talento nacional; y por otro lado, fue una formula naciente, visionaria y comprometida para esos jóvenes músicos que sólo bebían de las corrientes americanas y nunca tuvieron un padre (en este caso la primera banda) que les enseñara, cultivara e influenciara, y mayormente, les impulsara a preguntarse: ¿Si una banda compatriota pudo, por qué yo no?
Los primeros siempre son los valientes, siempre serán los que destilarán esas veleidades y cargadas ganas por realizar sueños consigo. 

Lo que se encuentra, más detalladamente, en B’Rock es una ecuación simple, pero exquisita: Solos agradables, ambientes que circulan en los medios tiempos, baladas que suponen ricos matices en armonías bien trabajadas; con ello, he de agregar que su ecuación resultante, es la poética narrativa que se cuece, una emulsión de temas alentadores, un arraigado sentido de la esperanza y  un rechazo, a su vez, por las pugnas territoriales e imperiales. Es un llamado flamígero de libertad, reparo y lealtad, cuyo compromiso no tiene fecha de caducidad en nuestros tiempos. 

Canciones que rutilan por luz propia serían ‘Estamos aquí’ deliciosa y simple composición que empieza con un orfeón que incita a la incesante violencia, desigualdad y egoísmo a desintegrarse  por completo. Los riffs cual sablazos que encuentran reposo entre las líneas de bajo y el incipiente golpeteo de la batería. Canciones que siguen el duelo de riffs muy heavymetalosos y ansiados, pueden citarse tales como ‘Vendedor de Sueños’ ‘Guerra Nuclear’ siendo ésta la más potente e indigesta; Baladas que sitúan más esa encomiable melodía transitan como la juglaresca ‘Asfalto y Tierra’ con ese aroma glammer de los 80’s, una de esa baldas cargadas de un sentimiento de añoranza e intrepidez, de la instrumentación sólo destacar los slides que se ejecutan de manera impecable, y el estribillo cargado del orfeón subsiguiente, llena cualquier expectativa. 

 Siguiendo esa concomía, buceamos ahora al segundo epílogo, también baladesca, que “clarean” todo el concepto letrístico prefigurándose con unas introducciones guitarreras muy al son del Thrash Old school; cuán sorprendente emoción de simpatía y reflejo personal el que éste álbum marca, y no hace falta ser únicamente salvadoreño parar sentirse tan identificado con la hermosa coloquial y balsámica lirica. Las guitarras acústicas reacomodan otro componente, y es el de la sonoridad a tiempos varios y quedos, perfecto ejemplo se da en ‘No es un sueño’ hermosa y pasional composición.
La maidenesca y rainbowniana ‘Preparate’ deja lugar para la unión entre aquel milenario entredicho: “los rockeros tiene que estar unidos, la música tiene que juntarlos” el ambiente Judas y de la escabrosa NWOBHM viene con ‘Miradas a tu Alrededor’ bravía y turbada, ‘No estés solo’ profundiza en ese coqueteo con las corrientes del heavy británico, especialmente por la aclimatada acústica de Saxon, un retintín de Speed, la pieza más rápida, que muestra un unción particular, en el álbum. ‘Ya no estás’ vacilona, algo simbólica, y muy entonada en cada intrumento; no me van a rechazar que esas anegaciones llenas de feeling de las guitarras rítmicas con las acústicas y algún teclado de por medio, gravitan bien en esa aromática andadura, algo trémula, por cierto. 

‘Esa Voz’ se raigambre al concepto esperanzador del álbum, pasa lo mismo con ‘Cielo sobre cielo’ con más clima popero que nada, juguetona a morir. Hasta este punto veamos que los componentes que cargan con el álbum, son diversos y heterodoxos, libres y con mucha baza de por medio. Con ‘Esto es Rock’ termina el álbum, canción muy alambrada y caústica, pero muy hermanada y acogedora en cuestión lirica. 

Una carrera que debió seguir explayándose, debió seguir figurándose en el imaginario colectivo de todo rockero salvadoreño, una carrera que no dejó mucho prolíficamente hablando, pero que dejó un concepto, un enema, un símbolo e imagen de lo que es el rock….

Como nota adicional, he de mencionar que su fundador, Chente Sibrián, desde pequeño sufrió Poliomielitis, o mejor conocido como ‘Polio’; por lo tanto, hablamos de toda una figura que jamás se arredró a las futuras apreciaciones sobre su persona. Eso señores, eso se llama, virtud. Hoy en día eso vale más que millones y millones de dólares…. Broncco en El Mito y La Mita.





Nota: 7.0 



Publicado Por Albert Spaggiari. 

Especial Salvadoreño

Simón, de las tierras violadas y temblorosas del grano de mierda en el que nos ubicamos yo y Spaggiari. Y para no desechar todos los males, se nos ocurrió la idea sencilla de sacarle jugo al país con un especial nacional donde se difundirá las matices y sabores que nos trae con respecto a música. Para profundizar y reconocer nuestra música, haremos el intento tardío de caerles material paisano, porque no saber ni puta idea de la escena terrenal es estar jodidos....Se hará Justicia (y tal vez no sea la primera y ultima vez)!

Como siempre, habrá imparcialidad sin importar si toca dios o el diablo...A EXPLORAR en todos los géneros en los rincones llenos de cucarachas y ver que sorpresitas nos llevamos de El Salvador...

Y por ultimo: A tranzarse una Pilsener caliente mientras vamos al centro en pleno mediodía a tomar fuerzas comiendo pupusas para luego comprar celulares robados!!!




Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


domingo, 16 de noviembre de 2014

Cannibal Corpse – A Skeletal Domain [2014]



Para definir y aclarar lo que es, lo que significa y cómo es el Death Metal, por obligación tenemos que nombrar a Cannibal Corpse. Porque esta banda que todos conocen, fueron, son y serán la fórmula exacta de cómo mierdas se hace el Puto Crudo y Primitivo Death Metal. El que me lo niegue, lo apedreo con placer. Y como ya sabrán muchos, no hace falta decir que son Leyendas vivas de un estilo que adoptaron hace 25 años. Y como si fuera nada, tras la extensa y quemada mecha que llevan, hacen de lo mismo, la misma malteada de los 80s aunque no tan explotadora como la de esa época, pero sí eficaz y certera, como lo suficiente para romperle el hocico al cipitillo. Porque eso, los de Tampa lo han demostrado hasta con los pedos dentro del estudio.

 “A Skeletal Domain” es un nuevo lanzamiento al más estilo Caníbal: liricas homicidas, la exquisitez del art-work y como siempre, el método de su existencia: La Intensidad, el buen hacer de las composiciones, la puta salvajada. Webster y los suyos, dominando ese terreno por décadas con el confort de siempre, lo vuelven hacer…Nada de giros progresivos, vanguardistas o estilísticos. Nahh! Cannibal es Cannibal, lo demuestra desde el primer momento, desde que dejamos aflojar los oídos para el manjar sin expectativas altas o bajas, sabemos que el trozo destructivo y compacto que nos ofrecerán nos dejará complacido o masacrados.

En esta ocasión no hace falta decir mucho para saber que lo que se escupe es casi lo mismo de lo que podríamos decir con otra oferta contemporánea de los típicos álbumes que manifiestan el Old School con “mejoras” o con producciones más pulidas en fechas actuales. Y sí, la diferencia que hay entre “ASD” con el reciclaje que nombro, radica en una cosa: Es que de un lado halla unos jodidos hijos de puta que te vendan algo como el pan rancio de ayer, ofreciéndolo como el nuevo despertar, y  por el otro costado, los otros sean acertados en ametrallarte y desmembrarte como se debe sin apariencias ni presunciones. Los Corpse, son lo segundo.

En concreto, lo que vemos será un George Fisher como una maldita bestia que imprime con toda la fuerza  el porqué no tiene cuello y parece un zombi, por su registro característico por reventar tímpanos y desgarrar todo al paso de torbellino sangriento. Delicia de vocales, eso se encuentra. Y si queremos destacar la labor de alguien, deben de ser todos. Desde Los Riffs crujientes, crudos, pesados y destructores de la dupla O Brien/Barret hasta la maquinaría Mazurkiewcz donde atropella la violencia destripando los parches y los bombos con milimétricos cambios. No estamos ante inhumanos, estamos ante Dioses, y no es porque hallan creado un género otra vez, si no por el simple y sutil factor de hacer las cosas bien constantemente tras la actividad de un colibrí, y la longevidad y consistencia de un paquidermo dorado tras sacar 13 discos con sangre, sudor y semen.

De Webster, es cosa aparte. Centrándonos un poco más en el jocote: Entra “High Velocity Impact Spatter”, “Sadistic Enbodiment” y “Kill or Become”, y nos trazan la superdotada técnica bajo un golpe sónico muy común de ellos, pero que tras algunos momentos las estructuras son más planas con respecto a sobresalir un instrumento como función de atracción. No, cucaracha que huele a cemento bajo el sol, las piezas antes dichas se recalcan más allá de los cambios típicos de Cannibal y sus secciones rítmicas demoledoras. Aunque no flojea nunca, una de las ideas para plantearnos de cómo es este Domino Esquelético, es gracias a los estribillos, la potencia y la rapidez como signo triunfal de la llegada de este producto.

Y sí, es cierto: Monotonía a simple vista, pero con el paso de las vueltas al disquillo, se gana su sabor. El aspecto musical que más fluye es el Muro. Y que putas es?? Es un Corpsegrinder desgarrándose y cantando como los mil demonios tras una muralla sónica de Riffs y Golpes cerebrales con el intento provocativo de hacer la brutalidad en su mejor forma de la manera más asfixiante: La Atacante. Todos los engranajes concentrados en un solo objetivo: Matar al Oyente (de forma figurada). Y parece ya aburrido y cansado decirlo pero es el puto veredicto que debemos afrontar si nos queremos topar con un grupo legendario que sigue en marcha. El mérito se lo lleva en ser disfrutable, y eso es lo que uno busca en el Death Actual. Ya sea pisado, repisado, inventado o reinventado…Pufff! Pa´eso me como palomitas y a dormir….

Tras haber enfrentado el arranque, vemos como en “Headlong Into Carnage”, en el collage “The Murderers Pact” y lo que prosigue nos dejan las cosas claras: Death a la Yugular, sin concesiones, Riffs Jugosos…En fin, todo el vocabulario pasional de un fanático del Metal Extremo. ¿Y que novedades trae, sabiendo que es una recalentada por microondas? No sé, puede ser lo compacto y severamente adictivo que sucede al acostumbrarnos, tal vez la malevolencia y sentimiento que se diluye en cada track transportándonos al mundo de la caratula, o quizás el acto divino de explotar la intensidad sin necesidad de súper-masturbadas con los mástiles y apaleadas al tambor a la velocidad de la luz. Sinceramente, no lo sé. Un álbum que te entretendrá, digno del catalogo Caníbal y un Buen Material que te hará agitar la nuca como descerebrado.

Canciones Favoritas: “Kill Or Become”, “Sadistic Embodiment”, “Vector Of Cruelty”, “The Murderers Pact”, “Icepick Lobotomy”, “Bloodsained Cement”…Ufff! Todo el Maldito disco de mierda entra mejor, más compacto y más bestial. “A Skeletal Domain” pone a disfrutar a los ciclopes sin flojear nunca. A conseguirlo ripiado o comprado, pero de tenerlo hay que tenerlo si quieres tentar lo “nuevo” de Cannibal Corpse y completar la colección del Imperio Canibalesco sin dejar rastro de mierda como perro aguacatero.






Nota: 7.8


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


Pink Floyd - The Endless River [2014]



No hace falta dar carta de presentación a la siguiente banda que hoy nos ocupa reseñar, y es que por tanto que uno quiera, es imposible eludir hoy a una de las megalíticas agrupaciones para la creación del Rock Progresivo de principios de los 70’s, cuya influencia, abarcando desde los territorios de los ingentes King Crimson hacia los bucólicos Genesis, marcó la plena distinción entre los sugerentes movimientos de la época, para proponer una paleta de multicolores. Éstas fueron bandas que supieron rediseñar esa centena música psicodélica a veces jazzística, a veces orquestales, heredada de los sardónicos 60’s, en complejos aparatajes de música ricamente estructurada, versátil, y sobradamente inteligente. Hoy es curioso pensar -bueno, más bien, increíble- que, bandas que militaron en los 70’s con harto derroches intrincados y compositivos, sigan perviviendo hoy en nuestros días, más añadiéndole a ello que, en los momentos que corren, sigan entregando lanzamientos de la calidad de antaño. ¿Sería algo impensable, pues, que bandas como pink Floyd sacaran álbumes de la valía y a la vez cuantía de un ‘Animals’? ¿Un “Dark Side…” del 2014?


Pues, hoy básicamente traemos algo similar: 15vo Lp de los londinenses Pink Floyd, padres indiscutibles del Rock Progresivo de élite. Referencias de algún disco no hacen falta para tratar de constatar la gran calidad de la banda, ya que la creatividad que flexionó la consustancial música de los ingleses, no tuvo un período de pocas obras que lo respaldasen; 5 obras maestras, como mínimo, son las que Pink Floyd registró en los exultantes 70’s (‘Atom Heart Mother’, “Dark side…”, ‘Wish you Were Here’, ‘Animals’, ‘The Wall’) Cabe decir que ese período de su vida, de la vida de los Floyd con o sin Roger, quedó en el pasado como una indeleble huella de arduo perfeccionismo musical, raigambres estilísticos, climáticos y traslúcidos. Bien sabido está que desde 1994, con su última placa, ‘Division Bell’ no sacan ni un pepinillo, a no ser por regrabaciones y Splits, trabajos personales (Fuera de Pink floyd), giras multitudinarias, y claro, las inservibles e interminables remasterizaciones de toda la vida, de esas con la garantía de escuchar mejoras cualitativas. 


20 años tuvieron que pasar para que ‘The Endless River’ viera la luz del día, aunque no está demás decir, que, cuyo encumbramiento no procede de un disco fresco o pensado sin ningún bosquejo anteriormente realizado. Ciertamente que lo que tenemos entre ceja y ceja, es un álbum residual (Perdónenme la palabra aquellos devotos) pero no hay más que oírlo con una gota de criticismo y poco análisis; Pink Floyd no está proponiendo algo hecho actualmente, a lo mejor, está mezclando y colegido entre cientos de horas ya antes grabadas (Quizá con un lapsus de 15 ó 20 atrás) sacando ahora “un nuevo álbum” pero prefiero -Me voy a tomar la libertad- decir, un disco reciclado. Para colmo que se han tirado 2 décadas en un disco que bien podría ser la continuación del etéreo ‘Division Bell’ por no decir que ‘The Endless River’ se ofrenda como su hermano menor, así pudiéndose ver la innecesaria e ineficaz adaptación de esta obra. 


Y si bien es cierto que ‘The Endless River’ ya no tiene figuras con ella como la estampa de Roger, pero los teclados y órganos que resuenan son de Richard Wright, obviamente que tocados en su tiempo, y simplemente aglutinados, eso sí, con la mayor fineza y pulcritud posible para ser encuadernados de la forma tan especial y refinada que los Floyd siempre han sabido imprimirles a sus producciones; sin embargo, es fácil excusarse y cerrar los ojos, pero sería ridículo hacer pasar el álbum como la última maravilla del cierre de su carrera. ¿Acaso es un cierre legitimo? Pues, que sea instrumental no le quita que logre una excelente recepción, pero si todo esto privilegia a bandas tan consagradas para sacar plásticos con una manita de gato en redor, pues no sé qué más decir. Que quede claro también que, cuando las bandas, o sea las vacas sagradas, nos entregan un material nuevo, este tiene que ser pesquisado con el mayor detenimiento posible, para que así tengamos una opinión no tan apologizada de tal álbum, pese si es una mierda del tamaño volcán o si es el mejor sustrato de Dioses. Pero así es la vida, a los más talentosos se les exige más, ¿no?


Y cualquiera me puede decir que eso es una total injusticia, ya que “niego el factor experimentación o creatividad”. Pero una cosa muy distinta es experimentar y otra perder tu identidad. ¿Por qué, por ejemplo, Atrocity (Ger) ha sido reservadamente elogiada con su drástico cambio desde su inicio hacia su actual música? Atrocity siguió una coherencia musical en su evolución, a pesar que fue escalón por escalón, la banda dejó sus temores y nos presentó un legado que hoy es muy abundante y aprehensible de técnicas nuevas, elaboraciones distintas, experimentaciones lógicas… y demás. Ahora volvamos al punto concerniente: ¿Pink Floyd cambia su sonido para “Endless…”? en lo  absoluto, no es propuesta. Ahora bien, ¿Pink Floyd si no se ve coartado por la creatividad, experimentación, por qué presenta un disco sin actitud, sin nombre y apellido que lo caractericen como tal?

Pues para mí que la banda suena a los trabajos en solitarios de Gilmour (Discos buenos sí que los hay), no a un trabajo de Floyd.  


Si en realidad este es el cierre de una de las bandas más legendarias, visionarias, creativas, multidimensionales y ambiciosas; pues, me parece que es un cierre innecesario, débil, sin personalidad, y sin la marca de la casa. 1 hora de Ambient Rock, que fácilmente Brian Eno pudo haberlo hecho, pero el problema yace aquí: que no lo hizo Eno, lo hizo…. ¿Pink Floyd?

Si le quitamos la etiqueta de Floyd es un buen disco. Desgraciadamente estos ya habían puesto el listón muy muy muy arriba.


Ustedes pueden sacar sus deducciones….



Nota: 4.2


Publicado por Albert Spaggiari.