viernes, 25 de abril de 2014

Uriah Heep – Very ´Eavy … Very ´Umble [1970]




Después de una larga espera, por fin y sin más preámbulos “Uriah Heep” para el especial espoliado del “Hardrock” Ahora bien, ¿Qué traemos entre la caja desplegable? Pues sin duda alguna una de aquellas bandas que pasan desapercibidas  -a pesar de ser considerada una de las más famosas de los años 70´s- por los antiquísimos tramos empolvados, y que su  mención no creo sobrecogimiento o pavor entre ningún escucha nobel; quizás, lo únicos que podrían retornar, o expiar, serían aquellos arqueólogos  o los más grandecitos que nos llevan a muchos de la mano. Ahora bien, un caso a  ligera y sin más demoras sería el paralelismo, de situación similar, con Gran Funk Railroad, cuya presencia fue estridente en los primeros años, pero después, por que cosa o quién sabe qué, quedaron totalmente olvidados. 

Y de esto se trata, de hacerle un noble y justo tributo, no a Ac/Dc (Qué de acérrimos violentos, estoy hasta los pelitos de los huevos negros) ni muchos menos a entes litúrgicos de parafernalia como Kiss. Sería innecesario defender bandas (Sí se hace pues no hay ningún problema) que sus admiradores levitan por las líneas íngrimas del cielo y la tierra. Uriah Heep, merece y con rezongona atención, un fiel tributo en este espacio de poros y hongos venenosos. Y se lo daremos con una bienvenida calurosa y calenturienta.

Entre el periodo de 1969 y 1970  los siguientes miembros: David Byron en vocal, Mick Box en guitarra principal, Ken Hansley en el teclado, Paul Newton en el bajo y por último, Alex Napier en la batería. De estos 5 miembros, los más constantes quedarían estampados entre fichas David, Mick Y Ken: ¿los más perseverantes o talentosos? Muy bien. Es gracioso, que siempre hablemos de bandas olvidadas o pérfidamente denostadas por la crítica comercial (Aquí somos “True” nos rasuramos el pecho, porque no tenemos pelos) y ahora, en el caso contrario, tenemos un eje con una óptica lateral, o más bien inusual: Banda exitosa en su época, olvidada en la nuestra, y de talento para no desgastar las suelas. Eso es todo.

Disco que es merecedor de nacer en plenos 70´s: sonidete crudo –Aunque de coros apastelados- desaliñado y lacónicos (sin tanta vacilación, toquines progre, pero directos) con una portentosa mecha rubrica, incendiaria y genéticamente salvaje. Vayamos pasa por paso; no queremos atragantarnos. Arreglos de velos de novia, mis estimados; encajándose en sus quicios y vértices apocados, quiero decir, con un sonido sin rellenos inútiles. Por ejemplo: cuando oímos una composición con su intrigante “Solo” o un novedoso “Coro” antes que nada dependerá del ejecutor (O sea el músico) transmitir aquel aire de simpatía, o congraciarnos con agiles y vocativas técnicas (En el caso de un vocal machón y pecho partido) pero crear, ante todo, un ambiente edificante y de empatía con el receptor. Ahora, en el segundo término, el oyente, que como bien su nombre lo indica,  este carga una subjetividad tremenda, así que sólo dependerá de la educación musical que haya tenido (Hablando coloquialmente. No vayan a  creer que para oír se necesita escuela.)
  Y aclarado este punto, nos pega, y nos gusta, a pues no tenemos quejas de nada. Muy importante es tomarse este punto, ya que las posibles reverberaciones del álbum, o los constantes y fluctuantes tiempos, podrán hacer que el oyente cambie repentinamente de opinión, a no ser, que en sus cavilaciones madure la idea y se diga a sí: Esto está rescatable. Me destaparé la cera con el Vinyl. 

Sigamos.


La ejecución es recreativa, porque ésta esparce un jugosa y enjundiosa tabla de valores: por unos instantes armonías bucólicas (Muy al son de la tranquilidad y la desentonación), introducciones orquestales notables y loadas en virtud de espontaneidad y lirismos casi versátiles, como bien demandados por una adición en rítmicos exploradores; y esto es inquietante (pero la época lo recompensa) porque el terreno aún era virgen y hacer cualquier disparate valía un sendo contrato discográfico que te llevase a la cima de 4 años en fama y rubias pechugonas, 2 en vicios, y el resto de tu vida guardando los trajes de lona, cuero y terciopelo de “El día que seré famoso “ no te desalientes campeón, soy Julio Zelada. 

Las guitarras hacen juego con el Teclado, no en un versus definitivo, pero si en una practica refrescante de gamas sencillas y orquestales. La cosa no era parecerse a un “Deep Purple” ni imitar a Lord of Lord (John Lord) pero, si sentar bases de un rock que podía tener de todo, menos industrialismos pesados. Podía tener: arpegios básicos, antesales entre amelcochados sonidos graves, tonos guturales (Tonos de instrumentales, claro) lúdicas practicas a nivel vocal y mucha naturalidad en el concepto más amplio. Pero a mi parecer el único PERO que le pondría es lo místico (En gracia y desgracia de quién lo halle) de la enumeración de canciones.

La mejor de todas, y la primera en abrir de corte titánico es “Gypsy” Bueno, sólo para no ser tan pragmáticos detengámonos a contar, como si le estuviéramos hablando al cura pedófilo de la parroquia; que en este punto la canción es el caprichoso eslabón del rock de todos los tiempos, ya que su entrega a nivel de energía es descomunal, imperceptible y cerval. Pero, ¿por qué hago alusión a los dualismos entrecomillados de Gracia y Desgracia? Pues bien, la canción es tan imperante –Qué mierdas, una genuina obra de arte del heavymetalismo más bruto y orquestal- y su manifestación me deja con más ganas de este estilo tan destructor y castigador.  Lo demás es bueno, no digo que no cumpla, pero por favor, compare con todo el álbum. 

Y no quiero cometer una osadía con mis adorados Rainbow, pero bien entraría “Gypsy” como una obra que patearía  a las más flojitas de aquel mítico “Rising” y dejaría medio atolondrado al God. Bueno. En fin , ¿qué más? ¡Muy bueno!  “Y como no pendejo, si ya es viernes… si me salías con una mala nota es que perdiste 5 días para entregarnos más de lo mismo, Spaggiari. Vete a la mierda” Tranquiii! Ya estamos de vuelta y con el pene más negro y erecto que nunca.. Ahora, Abran la boca, putas!








Nota: 8.4 bien ajustado y con ganas de más




Publicado Por: Albert Spaggiari

No hay comentarios:

Publicar un comentario