miércoles, 16 de abril de 2014

AC/DC – Let There Be Rock [1977]



Mi intención no es traer moscas al sitio, pero cuando toca darle la probada por primera vez, que mejor, que opinando al respecto y trayéndolo aquí, para los que odian y aman al grupo… ¿Cuál grupo?, No lo sé, ¿que te suena por la cabeza cuando mencionan Hard Rock?, obvio los Zeppelin u otros más, pero es necesario recordar el nombre AC/DC, cuando los precoces o los cuarentones la mencionan como su biblia..Simplemente, NO.

Guste a quien le guste, AC/DC es sinónimo de Rock Pesado, ya sea mezclado en un Blues o en un Rock And Roll añejo, esa es la verdad. Una verdad que se examina en “Let There Be Rock”. La energía de la juventud, la experiencia necesaria y la creatividad lista, ¿que más hace falta? Bon Scott en la voz, Malcolm Y Angus Young en las guitarras, Mark Evans en el Bajo y Phil Rudd en la batería. La maquinaría eléctrica se abriría paso entre la gente y me sé de memoria toda la telenovela Highway To Hell y el blablabla desquiciante, pero haremos un repaso desde el apogeo Punk 77´, donde hubo tremendas obras en ese género, pero la vista para algunos se les hizo de tiburón martillo al ver un titulazo: ¡Que se haga el Rock!

No soy de los que escriben el exterior de la escena u otros temas que me pellizcan un huevo y ni caso hago, sin meterme al principal… Así que vayamos de una sola mordida! Una agrupación en su mejor momento de salud e ingenio musical, y todo, como debe de acostumbrarse: Acordes sencillos que aparentan una soberanía, batería con Bajo en apoyo armonioso y la voz con más desgarre tonal y peculiaridad. Primero. El carisma y la pasión que reproduce el difunto Scott al lograr un timbre tan normal para él y tan rustico, ratero y desgarrador para nosotros. Con una gran cualidad distintiva y personalidad al cantar, que simplemente sus versos los diferenciamos y los procesamos con el nombre de AC/DC.

Segundo y Ultimo. Los Hermanos Young, con un Malcolm en precisión y soporte de tanta elaboración rítmica que compone en gran parte el material. Con el duende de la guitarra Gibson SG, que se roba el show con solos y notas más altas que un volcán. Como siempre es de costumbre mandar a la mierda al otro, cuando nos empapamos en los Riffs indescriptibles de Angus y el chillón al frente, desgarrándose la garganta. En general las composiciones al mando son de: Malcolm, Bon y Angus. Aunque el mismo guitarrista rítmico prefiere el anonimato.

Pero bueh…Aquí no estamos de niñas fresonas, de quien es mejor que quien, quien es el cerebro del grupo o quien es el más feo..Me vale una sandia entera ese asunto. Lo que decía es..Que el sonido prominente de tanta electricidad, de tanta simpleza y movidones de cabeza que no te los hace ni el Thrash más prepotente, radica en un Rock And Roll sencillo que no quiere atascarse como caca en una tubería. Los 2 puntos que marque son debido al máximo cargo y audición que se nota al escuchar este álbum. Si todavía tenemos clara la cabeza de coco, sabrán porque Phil y Evans no destacan en un combo Guitar Hero.

Lo que más me gusta del trayecto es que no abusan mucho las utilidades que pueden ejecutar, aunque esperándolo de AC/DC, siempre tendremos coros y estribillos que resalten una hormiga en una jungla, Riffs que suenan tan naturales y sencillos que despiertan al tímpano y una base rítmica acorde a los disparates que pueden ocurrir en la transición de cada pista. Que tal vez, ese sea el motivo por el cual nos parezca monótono hablar de cada tema, aunque algunas destacan por su travesía dinámica: “Let There Be Rock” que narra el inicio del mismo Rock, utilizando la parodia del Génesis, con un Bon agudo en espacios vacíos que suena el bajo prolongándose con la batería golpeteada, cuando un Riff sobrenatural entra y luego solos de Angus que expresan sentimiento, invocando el paso de pato de su ídolo.

AC/DC es más Heavy que el mismo Jevi y el que lo dude, está cayendo en un castigo mortal. Reverendos e inexplicables Riffs pesados de los hermanos y luego descifrar el sentimiento del pequeño colegial? Eso ya me parece una aventura textual, que nunca acabaría, porque nunca explicaría lo que es escuchar el sonido con palabras como: “Afilado como un cuchillo”, “Transmite tanta estridencia como una Sierra mecánica” o “el ir y venir de las sondas guitarrescas, son tan placenteras como un serrucho”, nos dejamos de idioteces. No quiero alabar al tipo, pero decir que no hace nada ahí, me parece un chiste de chicle, de los que te desagradan por su humor blando y estúpido.

“Whole Lotta Rosie”, es mi preferida. El laberinto de melodías y la narración de los gustos de Scott hacía las mujeres pasadas de peso, me atraviesa un placer las improvisaciones guitarrescas, que su relleno emocional se encuentra en la variedad de ritmos que posee, aunque el hit que estemos hablando no sea capaz de hacerle justicia por un descerebrado que nos cuente cada segundo, siempre es un honor admitir semejante avalancha, y no, no es como la “Whole Lotta Love” de Led Zeppelin, pero tiene una exquisitez rítmica y desenvolvimiento que es incapaz de quedarse atrás, si hablamos de temas memorables, como enganchadores.

¿Sigo? No le hallo caso proseguir si nos metemos en el espectro de circo que produce la guitarra solista y la voz. Por eso mismo dejo la referencia de temas como: “Go Down” (comunicación voz a guitarra en el intermedio), “Dog Eat Dog” (coros entre el comando), “Bad Boy Boggie” (notas escalando las líneas vocales) o “Problem Child” (callejera, sucia y directa), que expone claramente las diferencias que hay una de otra, sin perder la afinación por colgarse de ti, sin preámbulos, ni sinfonías, ni cacatúas, así es AC/DC, tenemos que aceptarlo y si gusta, mejor. Pero podríamos mencionar otra cosa más que las pirámides de Riffs? Poco queda, pero claro deja…

Al que se disfrazo de payaso o de banana, que ande suelto enfrascándose la barra energética, que representa el grupo, tal vez le parezca monótono el abrir mi opinión, pero caninos y ojones, solo las extravagancias guitarrescas, el latido Blues pausado, el Rock chuco que tira lo vocal, las improvisaciones sueltas por un lado, los coros en plan metralla y la simplicidad son caracteres de “Let There Be Rock”, no sé si esas cualidades, están cubiertas en gran parte de la discografía de la banda, pero si me huele eso a mí, ¿porque no decirlo?. Es más, ¿porque no redactarlo de esa forma?

Consumir el producto bajo su propio riesgo y a su gusto. Al que le encante el espectáculo y la música directo en el culo, le sugiero el DVD que tiene el mismo nombre de la placa, aún con vida Scott. Lo importante del vinilo, es la calidad derrochadora que mantiene el tracklist, sin aburrir tan siquiera unos minutos. ¿La portada?, ¿alguna otra cosa mejor para expresar el Rock en su estado más puro, que un concierto de vida y alma?, No lo creo. Rock setentero como debe de ser, creando un sonido propio y un legado de las viejas glorias. Duro, Abajo y ….. Estéril!!!

¡QUE SE HAGA EL ROCK!






Nota: 10


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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