domingo, 13 de abril de 2014

Messiah – Hymn To Abramelin [1986]


¿Por qué siempre se mencionan unos cuántos en la escena saturadísima del Thrash, sabiendo que, las mascaras y directrices no sólo fueron 2 pelones  o 4 gatos?  El movimiento Thrasher se fundó por  una oleada de esquizofrénicos, imberbes y libidinosos de la violencia extrema –no olvidemos a los desempleados- y ahí está la interrogante, ¿por que sólo algunos de una  vasta y prolífica escena hoy en día son recordados? Pero, no hablo de adorar al serruchero de la esquina por destazar unos cuantos trozos de madera de pino y venderla como azafrán dulce y tierno, o peor aún, hacerla pasar por violencia directísima y de porrazo cualitativo. De tanto Big estúpidos que existen, y tan poco caldo que se sacan de ellos, bandas como “Mercilless” y especialmente” Messiah” son dos tacos de palo de billar de ópalo crisolito: resplandecientes y desterrados.   

Pero, centrémonos en uno de estos dos eslabones, de estos simiescos y brutos especímenes que ondearon la tierra en los  relumbrantes 86´s; “Messiah”(Hasta su pequeño nombre mesiánico nos da una probadita nomás  de lo que vendrá a  punta de cañón) y es que si Slayer eran los papis chulos del cafrismo Thrash en EE.UU, Messiah eran los putos reyes en Suiza del diente por diente ojo por ojo, de las espurias mongólicas y las hordas babilónicas del Thrash más irredento y bestial-salvaje (no sé que adjetivo le quede mejor) que Europa pudo concebir. Pues, bien yo creo que la etiqueta no es simplemente Thrash… esto está más descompuesto, y si usted inquiriere en poner una mención fija y a lo sumo, descriptiva; buena Suerte. Para no dar intenciones eufemistas, yo le diré a esto: Thrash de los malotes. No me vengan con pendejadas de Deathrash. Cómanse uno o dos cuernos antes de llamarle así a “Messiah” porque si quieren a Testament llámenle: Thrash/post-técnico; me tiene con las anginas rojas y sin mucho cuidado.

Puesto que no estamos hablando de cualquier niña con menstruación primeriza, sino de un cinocéfalo  con dientes de cimitarra y espaldas de escarabajos deformes de Chernobyl, no hay que estar esperando un metal técnico o un salvajismo “hibridizado”; Predicando un mensaje “celestial” por añadidura. ¿ O es que se están riendo de nosotros, o es que los teístas se montaron en el caballo y bajaron a los satanic-panda-masters de sus sillas o qué? Y a pesar de las intro con toque “latinizadas” al estilo Lavey, nos recusa en dos señalamientos interrogativos: ¿Estamos almidonados de verás o ésta música es lo cabrón y siniestro que jamás se pudo hacer? El metal tiene sus cualidades y una de estas es gozar de un performance terrorífico, aunque las variaciones de estilos  y  temáticas, cambien radicalmente, nunca disminuye si de verdad quieres espantar.

Brogi, Jazzi y Tschosi son los principales actores de una de las piezas más crudas del Thrash.  El primero en guitarras, el segundo en baterías y el siguiente en las vocales  y el bajo: un puto trío como los Sodom… pero aquí el que pone de espaldas a la damisela es Messiah y Sodom.. pues ellos ricamente les dan las nalgotas y se dejan sodomizar al estilo de un mesías del género. Con toda esa  tosquedad del Thrash, “lujo 86” los mejores… ni papillas, pongamos las  cartas sobre la mesa;  el único que le puede plantar cara al Trío suizo es Becerra y los suyos, los demás comieron mierda, así de claro, sin estupideces. Y podemos adaptar el paralelismo de Possessed (Este nombre no se menciona 2 veces, que les quede claro) con Messiah; porque así de malditos y condenados, los discos están entre parte aguas, entre mareas divididas y acotadas por un sismo de grados incalculables.

Y  como toda obra cetrina adscrita al memorándum  de los míticos de poca duración, cumple con el dicho arcano de los monumentos abstractos e impalpables y fortificados al Olimpo, o altares sacros y santos del semillero de excelencias metálicas. “Hymn To Abramelin”es un disco muy difícil de apaciguar, nació violento y murió así… nadie lo sacó de la ira milenaria que este desataría, y lo peor del caso es que los que lo oyeran se llevarían un poco de ese odio a su tumba; y así es. Disco profano y bendito a la vez, satánico y bíblico, beato y jodidamente luciferino… una antítesis de cromatismos, de cromosomas y células; un sistema binario de alineaciones enfurruñadas, desasosegadas, con venganza de algo desconocido ignoto y críptico.

 ¿Que quieren? Creo que matarnos no, estos buscan desintegrarnos de la hermosa tierra…. Pero dudo si ahora este planeta sea hermoso, después de esta cochinada obscena todo parece inverosímil en su belleza, más bien irreal… creo que por fin entramos al mundo supra-sensible de platón, y ya no tenemos ni las meras imágenes para reconocer nada: Todo esto es un pergamino errabundo y perjurado por manos y voces de otro sistema galáctico o irreal  ¿Cuál? Mejor callémonos, no vaya a ser que el gigante  se irrite por nuestra presencia. Dejémoslo descansar, tal vez los daños sean irreversible, pero la vida es más importante que nada.

Sonido de Emplasto, de cochera olvidadas, con manos y oídos que pasaron y crecieron con el metal de antaño, el más maléfico y temible de todas las memorias, sí exactamente del inconsciente colectivo de todo metalero joven, viejo o pendejo: Black Sabbatrón  (Space Invaders y Total Maniac) de aura sabbathica más que vidente (o audible en este caso) ya cuando escuchamos las influencias, no sólo indirectas, sabemos que estos tipos mamaron y fusionaron ese estilo indescriptible de Iommi y los suyos con los suizos mentecatos. Y no sólo es música descompuesta y visceral, sino rezumada a la  creatividad limitada que estos sonidos pueden provocar, ya que la extremidad próxima a ráfagas de violencia, tiene que ser cautelosamente conllevada. Pues bien, una muestra de talento e innato fruto cerval es: Thrashing Madness, canción que lleva la inarmónica y la atonalidad en solos repulsivos y pequeños y raucos berridos de fondo, sin llegar a pronunciar ni pepas.

Pero, aquí mi favorita (Aunque son todas) debería ser, por ese desencanto y odio tan explosivo y puntual “Anarchus” monótona, atascada en trémolo  y  con carrocería imprudente; solo escuchando su estribillo epiléptico y sus ritmos descontrolados y ortodoxos… me entran las patologías para matar con licencia: odio terrible lo que aspira (mejor no leer letras para aquellos bentonianos de coraza, ya que podría defraudar ese aspecto extra a la misma obra ¿y Portada? Sólo diré: así se forjan las leyendas: “Legendado”

¡Ya basta! Obra maestra del Thrash, Disco eterno e imperecedero, hegemónico y ABSOLUTO, carajo!!!!






Nota: 10




Publicado Por: Albert Spaggiari

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