domingo, 27 de abril de 2014

Lucifer's Friend - Lucifer's Friend [1970]




Vuelvo a orinarme en la cara de muchos, para traer por aquí, uno de los gordos castores que ayudaron a crear el Heavy Metal. Como ya sabrán algunos, no solo los “grandes” estuvieron solos en esa tarea pesada. Y si me quedo a contar cuantos nombres de la escena underground hubo, que contaron con su frijol a la sopa, que no fueron ni conocidos por su abuela, jamás terminaría la lista de empolvados. Pero les aseguro que si hay oportunidad de echarle una probadita, hay que hacerlo. Ya sea, por su escasa popularidad o por muchos otros motivos que nos impidan acordarnos o aproximarnos a ellos. Para que finalmente veamos si es calidad o clonación.

Precisamente es el mejor momento para sacar de la manga un grupo alemán de facha setentera. Con un nombre como los Amigos de Lucifer, es imposible no escarbar como canino entusiasmado por saber si es un buen hueso degustable o caca de jardín. Y nos apretamos más las muelas y el ánimo de quitarnos la cera ensangrentada de nuestros oídos de zapotecas, para escuchar sin molestias el material. Claro, sin tener expectativas altas, ni bajas, solamente la curiosidad de gato, de morir feliz o vivir sufriendo en pena. Con un historial de una manzana colgando bajo el nombre de Asterix, ahora estos germanos se preparan para una propuesta decisiva que contemple una carrera bajo el nombre de Lucifer's Friend.

Alemania es astuta en todo sentido, en cada estrategia y jugada, se la saben hasta para la comida, la tecnología, el futbol, entre tantas cosas más que comparten una conexión de dominar todos los terrenos existentes. Por lo tanto no me sorprendo que nombres como Scorpions, Michael Schenker o toda la familia del KrautRock, tengan su reconocimiento en la música. Peter Hesslein en la guitarra, Joachim Rietenbach en la batería, Dieter Horns en el Bajo y Peter Hecht en los teclados, lo tienen aprendido por causas regionales. Lo saben al ver a Inglaterra dominando el territorio. No cabe duda, que la mejor jugada fue agregar a un inglés al conjunto, tanto por su afición a bandas Hard de la época como los Zeppelins y los Sabbaths, como por la oportunidad de ser vistos.

 John Lawton era aquel vocalista británico que les daba el pasaporte a los de Hamburgo, para llegar a las expectativas de formar un grupo serio. Así, con toda pasión y motor, nos montamos en una orquesta de Hard Rock con tintes Progresivos, que expresarían sus cualidades en este debut homónimo, que muestra dos tipos mafiosos en un barrio sucio, donde se puede apreciar un callejón y un charco de sangre bajo estos peculiares y extraños sujetos que tienen cara de comics endiablados, y tras todo esto, observamos escrito en sangre el nombre tanto de la banda como del disco, con una señal de paz y amor debajo de ella, en una pared de a lado. Si eso no sorprende viajemos a su música, que es lo más importante…

Vocalista a medio paso a ser un prodigioso Dio, solo que con un timbre un poco más agudo y la voz más limpia, en pocas palabras un tipo que defenderá su grupo antes de marchar a Uriah Heep, para remplazar a Byron en pleno apogeo Punk. Pero más que eso, cómodo con sus compañeros. Vitalizando la típica energía rockera de esos tiempos. Desgraciadamente su labor es más reconocida en otro factor, del que origino en su momento de originalidad para la música con los Luciferianos (por favor, no confundir con el Luciferismo) de Hesslein y los suyos.

“Ride In The Sky”, es la entrada al infierno, al portal de las letras ocultistas, al más estilo satánico y diabólico, sin ser tan explicito, ni poético. Como lo presenta el disco. ¿Pero que oímos con el primer tema? Un grito agudo desesperante que abre los componentes del malvado trombón francés emitiendo una sonoridad extraña que es acompañada de unos tipos cabalgando sus instrumentos con todo fervor y un estribillo que recita el tema con un corte vocal parecido al de Klaus Meine, pero elevado a más no poder. Lo más similar a un hit, pero nada que ver con una patraña de “Satisfaction” de los Stones. Porque de inicio, está cabrón e ingenioso, aunque las Aventuras de Led Zeppelin harían “configurar” el track para hacerlo de ellos con el titulo de “Immigrant Song”.

En menos de 3 minutos y nos quedamos desorbitados de plena entrada al inframundo. Lo extraño pasa cuando bajamos la escalera y nos encontramos con los demás temas. Casi ninguno obtiene una simple estructura de música popular. Con las dos bolas puestas en mano, tenemos asegurado puros Riffs de gran fuerza colectiva, con una influencia Jazzera e improvisación rítmica que utiliza el bajo y la batería, con una audición explotada sin pasarse de la línea. Y un órgano que añade sofisticación y progresión a la pesadez que ejecutan. Si con Budgie evolucionan el sonido Sabbath en sentido Progresivo, exactamente eso hace Lucifer's Friend con el Hard Rock. Pero la producción juega su papel cuando todos los elementos suenan en equilibrio, aún cuando hay solos de teclado o guitarra. He ahí, la importancia del productor.

Mencionar la descripción de cada tema es imposible, como también referirse solitariamente los juegos instrumentales que hacen los cambios de ritmos a medio camino, para abrir un puente que termine como el inicio. Así, que me abstengo de detallar mucho el asunto, porque es tan amplio, que merece darle más entonadas de perro labrador al material, que comerse el jocote con la semilla. Se necesita mucha atención. Sobretodo en los pasajes intercaladosen medio de cada canción, que llevan mucho aceite de Rock Progresivo, tanto que puede abrumar a las señoritas. No por su monotonía, más bien, por su elaboración melódica con muchos ritmos. No, tampoco es pretensión, porque hay momentos justos donde se implementa esta vertiente.

Cuando estamos en 1970, con una agrupación de desconocidos por completo, lo primero que nos preguntamos será: ¿Acaso, tendrá magia propia, tendrá una estabilidad para no aburrir al oyente, sin necesidad de sacarse fotocopia o mariconadas simplonas?. En este caso, tenemos una respuesta satisfactoria, cuando presenciamos los coros, más que todo, por que es aprobado el engranaje percusionista, las habilidades bluseras del bajo, los Riffs machacones, el órgano tan técnico y bien entonado de Hecht como las líneas guitarrescas. Entonces, ahí radica su importancia Lawton, en todos los temas hay una originalidad de estribillos, gritos, fraseos y coros. Siempre agregándole algo diferente a la canasta.

Otra prueba de calidad, sin respetar el orden enumerado. El inicio de “Toxic Shadows”, con ese teclado poniendo una base con una armonía pegajosa, entra la guitarra, tratando de ser compatible con su compañero, mostrando la misma línea, los mismos acordes juntos para abrir camino a John, con otra creativa manera de cantar. Cuando transcurre esa vena de Rock Duro, el ambiente lúgubre da unos pasos ante el tema y el tramo instrumental finaliza las notas, para luego repetir ese arrancón como final del track. Y otras más experiencias me causaron ese teatro rockero, esa orquestación de Hard Rock, por decislo de alguna manera. Con notas que se repiten el tiempo adecuado y sacando más aún, cuando pensamos que todo acaba en ciertos momentos, pero estos perros te ponen toda su maestría y pasión en el álbum completo.

“Keep Goin”, es otro reluciente gramo, que tal vez pueda describirlo. Ya que los interludios y la dinámica que utilizan para manejar los temas, son maravillosos en todo el sentido del culo. Con toda la expresión de lograr ametrallarnos con sofisticación y ocultismo. Esta tercera pista, es de paso lento y de grosor bajistico con unos alcances que agarran el pasivo canto del británico que luego se desplazaría con seguridad y ganas de matarnos. La Batería es precisa en todo largometraje, en toda carretera, en toda excursión al mundo en llamas. Otro intento recalcable es el efecto electrónico y ambientalista que provoca Peter con un teclado espacial en “Baby You Are A Liar”, donde resalta en su mayoría por su diferencia de transcurso a comparación de otras, donde se diluía un órgano.

Y para enaltecer y reflexionar el porqué de un nombre tan escalofriante como los amiguetes del diablillo, recordando cabronadas como Coven o Black Widow. Es el final de esta obra: “Lucifer's Friend”. Carajo, cuando me espero semejante nombre, me pongo curioso y lo que agarro es el mejor tema del vinilo, para mi criterio verdad?, y respetando todos los demás. Con una dicha de cortar el listón con una lirica en especial que rescato, donde recapitula y hace homenaje al calabozo que oímos antes, a la portada tétrica que veíamos antes, dando razones de su manejo a estas inquietudes, con un aura peligroso, las guitarras se enloquecen y los instrumentos nos empujan al vacío, donde el vocalista, recita líneas calmas en donde la marea de sangre se calma y luego se refuerza con un final donde no hay espacios para las progresiones, solo la técnica que requiere la batería y compañía cortando nuestra garganta, cuando de repente se para la música por unos segundos, para cerrar como abrió, con un grito agudo.

La letra, más tenebrosa que cualquier mierda y de las más espeluznantes del Rock, que conjuga su temática con la música, lo cual la hace más original:

El temor y el miedo desde la noche de ayer
El pequeño hombre llamó a mi ventana
La hora que él querría, pero tenía que correr
Pero estará de nuevo
Desde ayer por la noche yo vivía con el temor de espanto
Todavía oigo su voz gritando a través de la noche

Le pregunté a Manny, le pregunté a Sue, no sé qué hacer
Cada hora lloro, yo no quiero morir
El miedo está en mi cerebro
Desde ayer por la noche yo vivía con el temor de espanto
Todavía oigo su voz gritando a través de la noche

Ven toma mi mano, yo soy amigo de Lucifer
Esta noche es el final de tu camino
Ven toma mi mano Soy amigo de Lucifer
Esta noche es el final de tu camino
Llévame, llévame lejos, puedes tenerme,
puedes conmigo, me puede quitar…

Lo que me sorprende cada vez más, es que en 1970 en Alemania, no me esperaba semejante vergazo del bueno, de nutria ciega y molesta. De gran talla y de una porquería de reconocimiento, con solo algunos saber del fichaje de Uriah Heep con el vocalista de este quinteto. Con solo eso de referencia, no me queda duda que la música es injusta en todos los aspectos de popularidad, pero cuando citamos la calidad, todo depende de la investigación, el aprecio y los gustos de uno mismo. En esta ocasión, el capitulo se cierra nuevamente con otra obra magna, que me cuesta la espalda quebrada, el culo calentado como un gato y los ojos irritados de un violador, para hacerle espacio en este sitio a una banda que merece estar en la colección de un amante del Hard Rock, como también contribuyendo a propagar música en internet y de sobra con una opinión personal.

Ogros y Ninfas, con ustedes: Lucifer's Friend.






Nota: 10


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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