viernes, 11 de julio de 2014

Motorhead – Iron Fist [1982]



 
Sin Motorhead, probablemente no tuviéramos una NWOBHM, un Heavy puro, y a lo poco Metal extremo. Las cosas claras. Iron Fist (Puño de hierro) Sexta pisada de los abuelos del metal, precedida de un “Ace Of Spades”, probablemente el disco más estimado de los ingleses. ¡Vaya cosa! En está ocasión, es casi fundamental saber de una banda, quiero decir, de su progreso como “Star Metalizer” y su afrenta ante las nuevas ideas, y la dinámica y el destino que podía tornar su música, ahora vistos como “Los que hicieron el Ace Of Spades” indubitablemente que ya entraban entre la espuma del continente metalúrgico. 

En esta prueba, dominados por el omnipresente Lemmy Kilmister en sus habituales lindes, Eddie Clark, y nuestro querido Animal. Como dato interesantes, este sería el último trabajo con el trío clásico, de álbumes como Bomber, Motorhead, Overkill, puras e incisivas manifestaciones de un heavy crudo y sin vacilaciones, muy al estilo de los London. Y ya que tocamos el punto, todo aquel que se ha prestado de oídas, conocerá, simplemente, que Motorhead siempre ha trabajado con el áspero estilo rocanrolero, y que su mayor afición es esa y nada más, es tomarlo o dejarlo sin rechistar. El estilo que se ha trabajado, a lo largo de los años, es inmutable, constante, persistente, para muchos obstinado y necio, sin embargo su gracia yace en la pasión del Frontman, y la herencia salvaje que lo secunda, desde sus tiernos añales con el Whisky y la Mujeres (La estigmatizada actitud Rocker) 

Y así, como su reflejo lo refractó, el álbum lo delata de alejarse de las pretensiones, siguiendo un camino muy radical, puro y al estilo de Motorhead, ese estilo inconmovible y eterno, que nos deleitará por siempre, hasta el fin de los tiempos, y el climax vital de Lemmy. Pero, no nos pongamos soberbios, y vayamos al acometido de una buena vez. Sin ser una joya que levanta los estándares del heavy, es un importante bosquejo que deja entredicho: “Aquí seguiremos, para darles heavy, heavy y más heavy” Riff de tonos invariables, con escalas Hardies, de impolutas y escarbadas notas rápidas y lineales, con una estable estructura rítmica y groovies de acertado trabajo; sin decorados, y mostrándose como la verdadera esencia del rock.

Pasa lo mismo con el trabajo del “Animal”, no varia y lo único que propone (soberbio y enfrascado, cabrón) es la repetición de la metralla, de la inamovible superficie que hay y habrá entre los bateros técnicos, y los puros; no bien siendo los puros a veces muy obcecados, y los técnicos muy bien elaborados, como ejecutados con precisión exactísima. En este caso nuestro roedor, es como el sonido de la guitarra, en analogía, y del bajo de Kilmister, llanos pero con un gran sentido de la emoción y expresividad. 

¡Qué belleza! ¿Del viejo Lemmy qué se va a decir? Fantástica habilidad, carismática actitud, ponzoñoso y animalesco como el solo. Este metal man, que casi podría considerarse el más añejo de cualquier estirpe metálica, dentro de poco llevará el titulo de octogenario y patriarca del metal.  

Muy curioso es saber, que el Lemmy, si lo ponemos a escala con tu edad o la mía, nos quedamos anonadados, ya sea que tuvieras 30, 40 ó 25 años. Para hacer una simple comparación, imaginémonos que aún teniendo 50 años, somos unos bebes a la par de lo que este hombre ha vivenciado, conocido y el amor por el cual vive, el amor hacia su música… ¡rauco patrón! Y si alguna vez el metal llega  a categorizarse de una buena vez (Aunque esto más no es una novedad) quisiera que pusieren como paradigma o arquetipo a un Lemmy. Sí, señores, un mujeriego, borracho, motociclista con un timbre único, y una personalidad iconoclasta. Y eso será siempre cualquier disco de Motorhead: Lemmy, arcadas, vociferaciones, riffs ágiles, entonaciones roncas. y sordas interpretaciones por el jefe.

Indudablemente que en este momento ya no estamos en los tiempos de un “On Parole, ni en los tiempos en que el heavy empezaba a ver la luz, tampoco estamos en lo que unos sinceros riffs nos hacen volvernos locos; pero, Motorhead, aunque pasen los años seguirá siendo Motorhead, y su música representa originalidad, y autenticidad. Lo disfrutaremos siempre, aunque lleguemos a su 30vo disco, y sabiendo lo que nos darán, siempre tendremos ese espíritu sencillo y descontrolado, que nos garantizará ¡heavy puro!






Nota: 7.9



Publicado Por: Albert Spaggiari.

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