viernes, 20 de junio de 2014

Earth – Phase 3: Thrones And Dominions [1995]




A veces el cronista no sabe como dirigirse ante tales desafíos, al verse inmerso en un pegajoso y sofocante terreno, éste tiene que usar lo mejor posibles su aprehensiones, y demostrar hasta dónde llegan esas habilidades parar narrar lo inentendible. Desistir ante tal proeza, es ya un triunfo, aguantar la aciaga tormenta, es sólo de bienhechores; pero, sobrellevarla… eso lo hacen pocos taciturno. Se me es muy complicado hablar de esta banda, a sabiendas, que estamos delante de una inclasificable y mítica agrupación Norteamericana, que cuyo legado, ha prescrito  y adscrito antes los axiomas del Drone. Facilmente, hoy cualquier escucha novel, iniciático del género más enconado, podrá sucintar una sarta de soliloquios, apologías y refrenes a punto de hacerse populares, como: 

“El Drone sólo es para hombrecitos”.. Perdónenme, pero el Drone no es para hombrecitos; el Drone es la única música, que podrían disfrutar todos aquellos que se niegan a pensar que este globo terráqueo, tiene un sentido digno, un valor adyacente al humano, y por lo tanto, han perdido toda esperanza de regresar a la misma vida que una vez conocieron” No me haré el sabedor del Drone, porque para saber una ínfima gota de este género, ya te hace un aventurero; tanto como Colón que no sabía en lo que se metía al asechar las aguas del continente Americano. Por lo tanto, a hacer cabeza gacha y a pasar el resto de los días con esa agria sensación de insatisfacción, que sólo Earth, podrá colmar de su dicha maligna. 

Y si el caso está en navegar por la venas Doomies, pues, hoy no será necesario mencionar cualquier bandita que estuvo/esta antes o después; porque la Tierra habitó sin humanos, sin humanos se quedará, y así será para el resto de sus días cual calamitosa degeneración. El más lento por acá, el más guapo por allá, el más técnico por aquí; ahora pienso que buscar los extremos como medio para vanagloriarse, es una característica de bandas del montón, que se vulgarizan, y simplemente su trascendencia radica en su desautorizada interpretación por los excesos de la prensa y la codiciosa fama de borrachos. Earth, a pesar de estar bajo la presión del Grunge Estadounidense –Incluso por las hilaciones con Cobain y esas monsergas- se enfocó en un sonido original y duradero, que no plagiaba los mismos escritos del punk rock, para autotitularse un movimiento. ¡Hasta para eso eran unos soberbios músicos!

De ese experimento ignoto, había una cabeza, era el asir de la mente de un científico introvertido, enrarecido y calculador; llamado: “Dylan Carson” principal artífice y concomitante creador del Drone, por no decir el Padre del mismo género, y dueño de la misma bestia que azora en los pastizales, vergeles y horizontes embrujados del oxigeno terráqueo, de cual respiramos pesarosamente. En 1991 empezó el turbador y miscelánea nave espacial, llamada `Extra-Capsular Extraction´ primer Ep, y por consiguiente, primera muestra de anti-música, antimateria, y anti-mondos. Cuando obligamos a cualquier oyente dignificado, inquirirle que esboce y trate de comprender esta prueba de fuerza, con satisfactorios resultados, sería una desaprobada certificación de su paciencia y empatía repelente y obscura casi inapetente e indefectible. 

Su segunda magnitud, y placa tectónica llegaría con “Earth 2….” Cosa muy peculiar pasaría en está segunda transformación, promulgando a una banda desconocida, ya casi sin intercepción de los valores convencionales de la música. Aquí nace el primer divorcio para con su primitivo congénito. La banda con tan lumbres que le orientase, consiguió retribuirse y cada vez más, como ya mencionamos, distanciarse de su actual camerino vicioso de ritmos repetitivos a extenuación. Ahora bien, después de haber pasado  por etapas inconcebibles, ya no dentro de su misma epidermis, sino en sus órganos más complejos, como el hígado derretido, y los pulmones venenosos; Nuestra Tierra muta, a su tercera fase, y quizás, para pocos observadores, la fase más perfecta e irrepetible. Sabiendo que banda es, yo me limitaré a decir barbaries como esas, por temor y cobardía a que un día el mismo nombre místico y ocultista, capture mis últimas esperanzas, y ya no me queden opciones para elegir.

Así es, esta vez nace: “Phase 3: Thrones And Dominios” uno de los discos más experimentales, atrevidos y únicos, de los cuales pocos receptores se pueden dar el lujo de prestarle una oída hondísima, y justipreciar el trabajo aquí herrado. La banda se renueva en un mil por ciento, cambiando los patrones que los vieron nacer, por una influencia vasta, como segura,  que los acompañaría en labrar en piedra mármol sus insignes de distorsión abusiva y colateral. Una de las cosas mayoritarias que se debe de contar, es su febril FUERZA, ese arraigado poderío lento, que se mueve despacito, a pisadas contemplativas; pero, cada paso que hace no lo ejecuta en falso. Esa es la diferencia de un inexperto conjunto que se mueve por avanzar, como el joven muchacho que eyacula a todo pedal, alejándose ambos de la satisfacción del ralentí, de la cámara semi-estacionaria, y la cinta pausada. 

Esa misma entonación concurre con sus riffs llanos y simples. Si se le pone mucha atención a los comienzos de esos acordes tan primordiales, al principio no notamos una diferencia abundante y suculenta, que satisficiera nuestras demandas; sin más, con el avanzar de los minutos, con el agregado de melodías tétricas, y acompasando  el nivel de flujo vital (Guitarras segundas que van creando la atmósfera ponzoñosa) es cuando valoramos esos enjundiosos y calamitosos riffs, que al empezar nos sonaron muy básicos y poco trabajados. He aquí, mi querido amigo, la grandeza y el minimalismo de unas cuantas notas zafias, pero de experiencias enriquecedoras. 

El álbum se desplaza en unas sordas frecuencias bajísimas, y en una densa y cargado ambiente que derrite como lluvia ácida toda la forestación, o la poca que quedaba. La batería o el elemento percusionista, es compartido en los minutos de algunos fragmentos, para dar un relieve esotérico y de nigromantes en plena ceremonia alabastrada. Así como, su aroma fétido, que tanto como las parafilias, es un capricho exquisito y egoísta de degustar todo de una movida. Pero, las palabras sobran, para calcular científicamente que clase de sonoro texto es este… A lo mejor, es la experiencia de otra dimensión, de alguna que yacía en nosotros mismos, y al fin la encontramos desmembrada en la ingrata soledad, que asfixiaba nuestro cordón de vida: ¡Earth!

 




Nota: 9.1 



Publicado Por: Albert Spaggiari.

2 comentarios:

  1. Una reseña muy completa y adecuada para la banda que es. Earth son los Tatas de todo este puto especial y que suerte que dejas impregnado sin tanto endiosamiento explicito y con un desarrollo entretenido. Venga la Birra y a festejar por esta frase que describe perfectamente lo que es el Drone para los amantes: "El Drone es la única música, que podrían disfrutar todos aquellos que se niegan a pensar que este globo terráqueo, tiene un sentido digno, un valor adyacente al humano, y por lo tanto, han perdido toda esperanza de regresar a la misma vida que una vez conocieron"

    Las influencias de literatura y otras ramas, se exponen sin abundarse como perico y lo que más me gusta: el recorrido por los tres planos que consistieron de Dylan Carson al crear La Tierra!!! Semejante Pedazo de Opinión y Semejante Banda que mejor no pudo entrar a este asqueroso sitio de zarigüeyas.

    El disco no sé nadilla, pero veré si lo resuelvo con algunos acercamientos y luego me trago el elote completo. Sé que Earth es la base y Tierra donde todos se pararon para procrear el género, por lo tanto no desaprovechar la oportunidad que tengo. Lo poquito que he oído me ha chiflado y para mí eso basta.... A Darle Duro Al Panda Y Saludines-Ines

    -Beksinski-

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    1. ¡Se agradece el ánimo!

      Pero, creo que para describir justamente a Earth, hace faltan 25 libros del grosor de la biblia, y una serie de alabanzas jajajjaja bromejas!

      Pues, ya va siendo hora que no te quedes atrás, y oigas este álbum de culto para todos los dronetecos.

      -Spaggiari-

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