viernes, 27 de junio de 2014

Black Label Society - Catacombs Of The Black Vatican [2014]



Dentro del gran campo musical que se ha abarcado lo que va del año han parido mil y un bestias destrozando su colonia o barrio con sus cuates los más malos del área. El destino de ellos no era más que disfrutar como pelele hacer música de tres notas, más pesada que el hierro y creerse los guapos por tener 3 o más guitarristas. Con todo el cuero fundido de los 80s, yace un tipo de aspecto vikingo, oso y matón que es más sensible con sus amigos que una mariposa moribunda: Zakk Wylde, guitarrista rompe-ortos virtuoso y con mucho show. Black Label Society fue, es y será el único lugar donde se pueda lucir tocando una guitarra que derrama plante de niño rudo. Si bien han caído en la actualidad un sinfín de tipos tocando Heavy Metal del ayer, los Black Label se han rayado desde finales de los 90s y no comparte ese ADN. Aunque esta vez ofrece su decima placa discográfica.

Las piezas que comandan en la alineación 2014 son: John DeServio en el Bajo, Chad Szeliga en la Batería y el reciente reclutado Dario Lorina en la guitarra rítmica. El jefe barbón queda incuestionablemente en su posición, los demás le siguen el juego. Las catacumbas del Negro Vaticano es un titulo más que atractivo para cualquiera, yo inclusive me lo compraría pensando que se trata de un Revival Doom Italiano u otra joyita rescatada, más con su portada rayada y chafa con unos cráneos y el adorno de pestilencia con su color amarillento orinado. Pues, nada parece ser lo que es con la imagen de la portada. Eso sí, la imagen de los integrantes concuerda del todo lo que veremos: Heavy Perrón.

Mi primer acercamiento con el proyecto Wylde es con este álbum, toda comparación con sus antecesores materiales queda expulsada de mis fuentes. No negaré que me he echado a los oídos una que otra miel, pero nada se compara a destrozar la bellota entera. Y bien, lo que veo a primeras es olor sudoroso del cuarentón a Black Sabbath, Ozzy en porciones, El espíritu de Dimebag Darrell y el toque sensible y sureño. El protagonismo es increíble, pero nada de fanfarroneo guitarresco con muchos solos. Adecuarse a la producción y a la mentalidad. Esto no es nada que reinvente la esencia misma del Metal, esto es para disfrutarlo de jaloneo mientras conduces en una autopista soleada. La simplicidad y lo rítmico funcionan si les añades la densidad y pesadez, una formula visible en BLS.

Antes que nada, no se presencia una gran cantidad de Groove o Sludge, por sí quieren apantallar con etiquetas que no corresponden, háganlo en otros jocotes del grupo, aquí es una columna vertebral que consiste en influencias pre-visibles del vocalista y del Heavy más anticuado y agresivo. Las líneas vocales son típicas y con rastros notables de un Ozzy en su carrera en solitario, como que se le pegó mucho el “13” de Sabbath y la estancia en la carrera solista del Madman. Sabemos que la voz no es nada del otro mundo, es la versión rasgada de Osbourne. Los estribillos y algunos arranques de furia emotiva son prueba de lo dicho. Aunque trata a ciegas no reflejar ese aspecto limitante con graves tonos característicos del Gorilón.

El cañón empieza con mucho sebo radial: “Fields Of Unforgiveness”, “My Dying Time” y “Believe”, 3 temas que te traen lo más simple y jugoso del Jebi, con mucho coro delicioso y muro de cuerdas entre batería, que sus minutos declaran una entrada para conformarse un poco y no entrarle mal al juego. En esta sección o capitulo no se muestra la palpitante influencia del come-murciélagos, inclinándose como una bienvenida y no como un núcleo primordial del álbum, aunque deja patente que no vamos a esperar a la banda más grande del universo o un drástico cambio de cuerpo. Ni el tirón de agarre salva las declaraciones finales del sector dominante: Ser Puto, Agresivo, Rítmico, Simplón y echar pa atrás con unos exuberantes solos de Zeus que por suerte no se prolongan como el cáncer o sino, acabaría esto para ver telarañas.

El lado más cálido, sureño, blusero, melódico en acción balada es el repertorio acústico de Zakk con sus tres canciones: “Angel Of Mercy”, “Scars” y “Shades Of Gray”, que no es casualidad el orden y la suavidad de su rollo. Su variedad y su inclinación por estas ramas son obvias de encontrarse cuando el disco está al frente del peludo oso gringo que destella su afónica y sentimental maestría en captar por las zonas Sureñas con medios tiempos y avances vocales con memorables destellos. Gracias a esto el pedazo no es un bruto cascarón de guitarras paseándose, la infravalorada batería que escupe truenos y la voz agrietada, grave, rasposa de monumental estilo que aparta la carne de la lechuga, lo que podría ser una música vibrante de chicuelos si no estuviera el musculoso con su tono.

En fin, Absolutamente todo me parece una ventisca que pasa y termina su fuerza. Y no es porque no me parezca el acústico “cambio”, pero su fin es una línea plana que no alborota alguna cualidad que distinga fácilmente entre la inmensa laguna profunda llamada Heavy Metal. El producto adaptado para niñotes malotes, para el fan de Black Label Society y para el señor barriga con sus años reventando sus tímpanos con musiquita ochentera que no pasaba de Accept, Exciter, Iron Maiden y las otras pirañas de bajo reconocimiento, que solo él se las podrá. Les haré más sencilla la visualización del decimo mango de BLS con estas comparaciones: Plano más que la pantalla de mi monitor, Duro más que mi Cpu y más Pesado que toda mi computadora y eso que es un dinosaurio empolvado.

Para pasar un buen rato te lo dejo, si eres más Jevi que Bon Jovi, Michael Jackson, Linkin Park, Bullet For My Valentine, Korn, Rammstein, Nirvana, Shakira, etcétera… Entonces, lo dejo seguro entre manos viciosas que recapitulan el buen sabor del Metal más sencillo y duro: “Catacombs Of The Black Vatican” no es la gran cosa, ni mucho menos la peor de todas, pero sí te entretiene como un simio en columpio, que luego pasará la diversión y será hora de echarse el buen elote caliente, por ahora dejo las legumbres y espero contribuir por el Jevitón con olor a esmegma Sabbath. Lo destacable lo dejamos para el picoteo analítico entre los seguidores, yo mejor boto la cascara y me lo como, como es.






Nota: Un 7.0 más alto que Robert Wadlow


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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