domingo, 20 de octubre de 2013

Wendy Carlos – Beauty in the Beast [1986]

Wendy Carlos, nacida como Walter Carlos, en 1939 en Rhode Island (U.S.A). Es una compositora Transexual de música electrónica estadounidense, como también una de las primeras interpretes famosas que usaron sintetizadores.




La artista es popular por su debut como Walter Carlos, que introducía en la música por primeras veces el famoso sintetizador Moog, ya que también conocía al inventor y gracias a esto y su gran influencia en la música clásica fue una de las ventas millonarias para hacerse paso a su carrera, además de tener una cierta fama de sobra por ejecutar el soundtrack de la Naranja Mecánica y que después de trascender en 6 álbumes con el nombre de Walter, finalmente se abre paso con un nuevo nombre desde 1975 como Wendy Carlos.

Al Granero hijo de Cucaracha. El álbum es del año 1986 (si,si,si,sí el año en que tantas bandas hicieron sus obras magistrales hasta opacar a cientos, miles y millonadas más) Producido por la misma autora de las composiciones, Wendy, que en su totalidad el disco dura cerquísimo de una hora y totalmente instrumental, exceptuando por si escuchan voces con codificadores como el Vocoder, con un diseño de portada medio-opaca con unos cuantos animales como de cuentos como el flamenco, pero esta en su habitad el ser vivo? Y de ahí, nace el titulo: Beauty in the Beast, pronunciado por Belleza en la Bestia o Belleza de la Bestia.

Uff.. entrando en el burdel, lo que nos topamos son 8 piezas escurridas y etiquetadas por algunos como: Música Clásica, Ambiental o Electrónica, les diré desde ya, esta más enganchado en lo barroco e instrumental que cualquier otra cosa, pero también tiene las otras ramas musicales, que hace poco mencioné. El momento en donde uno se alborota es cuando escucha alternativas afinaciones y escalas influenciadas por el jazz y la world music con escalas fuera de lo común y refinaciones como las quiere Carlos para centrar su estilo vanguardista.

Las canciones se forman por movimientos con sonidos sombríos, con un núcleo como un ambiente juglar desconocido e irreconocible con ritmos de un poco de Jazz, Electrónica y algo muy tribal sería mencionar una cierta influencia de la música africana que se ejecuta en el transcurso y que aunque en cuestión de sonoridad no hay vocales limpias como la mística vocal codificada con versos extraños como es la rola C'est Afrique, se nota como están tituladas las piezas, de una forma poética y que cada una da su razón de porque se nombró como tal.

A esto le llamaría música ambiental clásica vanguardista por sus improvisaciones con ritmos que cambian de tempos en un abrir y cerrar de ojos, cuando se suponía que seguiría el ritmo repetitivo y cambiar con sonidos eléctricos, pero es todo lo contrario, el oyente nunca presenciará una nota amigable con futurismo de sobra, no, no, son tonos irregulares que pueden acercarse un poco a la comprensión de una atmosfera del plantel que se establece con un titulo que tiene mucho que ver en las estructuras musicales y que deja ver que es de mucha concentración y que se asemeja mucho con sus influencias macabras del clasicismo.

Migajas y más Migajas caen de experimentaciones con el refinamiento de todas las notas en el teclado a intervalos racionales de tonos. Hay un total de 144 posibles notas por octava, que salen de las 12 notas diferentes que existen en una escala cromática multiplicadas por las 12 posibles afinaciones. Además del temperamento de escalas exóticas provenientes de Tíbet, Polinesia, India y dos escalas de invención propia que permiten que este álbum muestre capacidades invenciones como lo son: los ricos tritonos, afinaciones irregulares que pueden sonar a un Saxofón y múltiples introducciones de ciertos géneros musicales como son los ritmos africanos.

El inicio, es un perturbador encantamiento para que te aflojes a las dos pistas que se acercan a los 20 minutos, Poem For Balí y Just Imaginings que para mi criterio estas son las principales autoras de las maniobras que puede causar Carlos con todos sus instrumentos a su disposición, pero que luego de estas 2 canciones termina la neblina del extraño mundo de Wendy, por así decirlo, pero nunca termina esa ideología de poner las cosas como son: Que si hay algo bello, siempre estará lo grotesco  lo que repugnamos en toda la vida, pero que también hay algo bestialmente horrible, siempre encontramos algo bello, bueno.. esa es mi idea errónea hacía al trabajo, ya que solo la interprete sabría con exactitud.

El inicio se presenta como es, el intermedio y el final como sinfonías lúgubres con combinaciones e ilusiones de los que podrían ser esos instrumentos pero que son vestidos por la tecnología digital que se ejecuta y nada más que solo eso. En mi opinión les describiría como charlatán cada rola pero no da al caso nada, en la música no se puede dar a detallar palabras, ya que la mejor manera de entenderla a perfección es sintiéndola con los pútridos oídos con las sensaciones que se les salga por el orto.

Su temática poética, su idea incomprensible, sus composiciones incomprendidas y toda la parafilia que se les venga a la mente, pero siempre con un sonido raíz camuflajeado con otros y que hasta aquí termino, no se si sea una de las que sentaron algunas de las bases para la música electrónica, pero lo que si estoy seguro es que hay que tomarle un tiempo abastecido de interés al material que se presenta ante nosotros.




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Nota: -Indefinida-


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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