domingo, 23 de noviembre de 2014

Virginia Clemm – Una Eternidad de Incertidumbre [2010]



Si para alguien el arte salvadoreño son las tazas de barro precolombinas y nada más, está REpendejo y con ganas de terminar en una fosa común. Y el caso que veremos amerita tremebunda observación. En el momento en que una banda sale de su territorio es porque está expandiendo el desvergue y si es lo suficiente como para ir al Wacken la cosa se pone más reluciente. Y eso, nos pone a pensar: ¿El gobierno nacional apoyará económicamente la causa de la banda, para lograr los requisitos necesarios para ir a Alemania? Nahhh…Virginia Clemm, un reciente grupo de Deathcore que representó al país en el W.O.A por primera vez, no tuvo ni la más mínima ayuda gubernamental, y ya sabemos porqué….

Ahora bien, independientemente que te guste el Death Cerrado y Ortodoxo o el Metal con propósito y entretenido, en ningún momento debes cerrarles las puertas, o tan siquiera desinteresarte de la reciente publicidad que están dando. Chamba Díaz y los suyos deciden sacarse el nombre de la esposa prima hermana de Edgar Allan Poe, por el acto de sobreponerse ante la adversidad que demostraron Virginia con 13 años y Edgar con 27 al casarse. La banda lo representa de igual forma, solamente que con los hechos críticos que pasan a su alrededor y con liricas personales donde las emplean dentro de una música que se acopla y se acomoda perfectamente con la ideología: El Deathcore.

Entrando en materia y alejándonos un poco de las injusticias que pasaron los guanacos desde el 2007, la primera bala cae con: “Una Eternidad de Incertidumbre” (2010), Un álbum que domina y que practica un género ya lamido por todos, que solo la esencia intrínseca para entretener tímpanos blindados puede producir un grupo selecto de masas que no quieren más esa comidilla gringa hecha por europeos para que se la coman unos centroamericanos…Bufff!! Y eso pasara con una X banda del coyolito tocando Black metal sinfónico en Ruso…..Simplemente una travesía hacía la estupidez. VC, no hace esa mierda y lo demuestra bien, sin la necesidad forzosa de mamar más de la cuenta.

Ya dicho y hecho, evaluar la musicalidad de este CD, es tan resumido y claro que no hace falta exagerar monstruosamente como tocan. Eso sí, no fallan, son directos y el disquillo se saborea compacto y explosivo. Las guitarras hacen lo que deben de hacer…Ritmos brutales, solos enriquecidos, una pizca de técnica en minuciosos y diminutos momentos, Slamm…En fin, Puros Riffs continuos y sucesivos. Ojo! Chacales!, que si no fuera por las armonías, los cambios de ritmos puntuales y las reverendas estructuras que se agilizan siempre a la mitad de cada tema, la cosa se pusiese plana, monótona, refritada, simple y hasta aburrida. Porque Virginia Clemm tiene Variedad como también Limitantes.

Más Allá de las seis cuerdas, instrumentalmente no hay casi nadica… ¿Batería como todas o Producción? Y el Bajo valió mil veces verga. Tampoco hay que ser de apetito refinado o exigente, pero no hace falta ser un renacuajo recién nacido en el pantano o un cocodrilo gordo y verde para saber que si no funca o se explora más los territorios del Hardcore, del Death Metal o todo el campo absorbido por tus nalgas, las expectativas recaen en el vocalista. Y eso que lo digo de un disco lineal, redondo y severamente entretenidín, porque una cosa no quita a la otra. Eso debemos de saberlo de antemano, como también los factores graves que pueden enteramente crear la nebulosa torpeza.

Y la calidad llega cuando Toño, perdón, Salvador Díaz el motinel de la nave libera su vozarrón en éxtasis. La aleación perfecta y nutrida de las guturales ininteligibles con las desgarradoras y raspadas vocales del inframundo hacen de las suyas en el álbum. Y si a eso le agregamos unos buenos estribillos, un poquillo de caos y melodía la complementación que hace Chamba al álbum es primordial para tragarse el tocho de 45 minutos. Y como si no fuera poco, para proyectarte un buen músicon, sacan un hilero conductor vital para apreciar más el producto: Las Líricas. No por su mensaje, tampoco por su sutileza, si no por su estruendosa y malévola ejecución al cantarlas…Uff!!! Esos son los momentos dorados de un álbum que no llega ni a Llanura, ni a Death Premier de alta categoría, pero sí a destacar.

Me parece que un álbum describirlo detalladamente por tracks o escucharlos en forma Youtube, no se puede exhibir o digerir a gusto como se demuestra o mastica entero. En eso no tuviera problema un material de medio pelo de testículo de vigilante primate, pero en esta: “Eternidad de Incertidumbre” lineal, atrapante y demoledora solo puede ser escuchada si te gusta el Metal Extremo y no eres un prejuicioso de mierda. Y aquí muere la Flor con Virginia Clemm, una banda que forja Riffs Crujientes y un Toño, perdón, vocalista que atestigua con valía que es la pieza clave por la cual uno puede engancharse a los audífonos, para que se asomen las vocales que enriquecen el panorama típico de la batería y el fantasma del Bajo…

Pa´la Collection de Rescateichons!!






Nota: 7.5


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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