viernes, 14 de noviembre de 2014

Taylor Swift - 1989 [2014]

 (2005)

Es cierto que a veces los discos nuevos tienen a juzgarse como manto de dragón, quiero decir, como mano al fuego, y rechazarse, por lo menos, con una peyorativa ponderación, muchas veces, lógica y simplemente, porque no cumple nuestras expectativas. Ahora bien, hay una pregunta que alude todos los aspectos concernientes, y es que ¿acaso una variación en el entorno musical de un álbum afecta el producto o resultado final de este? Sencillamente a veces pasa cuando dejas caer un fólder de cartas… sabrán por qué lo digo. Pero, como irrepetiblemente lo citamos en muchas reseñas: No hay valores que pre o so juzguen más que el criterio y el entendido elucidamiento de tal (La opinión, pues) Y los demás caracteres que puedan saltar a brillo de luz quedan relegados. 

Esta vez la cosa, la explicación, y que siempre traeré a cuento como machaca vieja es, que, a partir de cambios de disco en disco, uno puede ir conociendo enteramente cualquier donnadie músico, y esto lleve a preciarlo como quiera. Aquí la mayoría sabe que me pongo de tiros al  brinco con las puntuaciones, y que me es difícil reconocer mierdas ‘nuevas’ o ‘del momento…’, o es que soy más prejuicios de lo que pensé, o es que simplemente soy un pepinazo del carajo. Y, a decir verdad, yo creo que abogo por esto último. Pues, por sencillo que llegase a sonar, para mí los discos de pop moderno, son eso: pop de carretea soleada. Porque sería ridículo evaluar a un DEPECHE MODE como a una Taylor Swift; no, ni en los más obscuros e inapelables sueños. Qué se joda el onirismo de troche y moche, carajo.  

Y Este pop de carretera, sitúa al oído en una peligrosa situación con sus rasgadas vestiduras, ¿y es que lo acepta? Como respuesta; dentro de la dimensión de lo básico, por no decir lo absurdo, bien cuela la tripa, mi marrón Charlie Brown. O sea, yes. No del todo, claro. Prejuicios, prejuicios, prejuicios. En fin. Hace poco salió del tostador este disco tan esperado (¡) tan esperado como lo último que, posiblemente, sacara Necrovore en 7 pulgadas  (No, eso es broma) pero sí esperado. Hablo del notoriamente ‘1989’ quinto disco de la bicha de la colonia: Tasión. Si bien, aunque me resulto más que bochornoso, hablar de su discografía es cosa que se tiene que hacer para cubrir las posibles aristas sin explicación de la evolución coherente del sonido que hoy tenemos bajo el suelo encementado frescamente con 3 gorilas moribundos. 

Pero para no hacer largo el cuento, desde ‘Taylor Swift’ (Cd, 2006) hasta ‘Speak Now’ (Cd, 2010) hay una línea coherente y formulada entre el pop country, muy influenciado de inminencias como James Taylor, que posiblemente de aquí se halla su mayor influencia, distinta pero mas o menos verídica. El cambio vino en el 2012 con su ‘Red’ rematadoramente mucho más liviano, más admisible para la recepción y para el mismo crecimiento del sucio Mainstream, con el cual, empezaba su sonido a realizarse más dance, algo Dubstep en los mínimos experimentos; otros seguían empacho vocal de la chamacona, donde, su color de voz era de mayor resonancia que bases rítmicas, que parecían innecesarias para su estilo, eso sí, decir que la acústica es mala no es estar muy en lo cierto, cuándo es lo que mejor se aprovechaba. 

Ya para este ‘1989’ el aspecto del Dance, del Synthpop y la etérea atmósfera a veces sustituida por los arpegios “Countries” es lo que dota al álbum en cuestión de una nueva propuesta. Dicha propuesta, no por ser muy eficaz o muy rompedora, está llena de huecos, momentos salubres, pasajes vocales, únicamente, memorable; sin embargo, lo demás podría catalogarse como puros ambages o intentos fallidos del Electronic pop.  Y es que para dominar este estilo, ni tan intrincado como una clásica contemporánea ni tan básica como el hip-hop de “Tianguis” (México), hace falta ser un versado en armonía, altitonos, pasajes muy melódicos (Ultra melodiosos), y le llamaremos escarchas metódicamente afinadas… En cambio, no se podría digerir una especie de música bailable y sin sabor. Porque eso sí es decepcionante en todo los puntos cardinales: oír basuras recicladas.
Pero el disco, cual sensación de completitud a la panza, nos atiborra de una hora y tanto, tal vez el recurso que se hace efectista es, que, mientras más, mejor. Caso que no se da en lo relativo. A mí entender, sólo las primeras 10 canciones hubieran quedado como anillo al dedo, logrando tal vez una puntuación más o menos decente, en perspectiva digo que, empezando por ‘Welcome to NY’ hasta ‘How you Get…’, el álbum  hubiera quedado “lindo”. Ese moco de pavo le quita mucha constancia, es, por mucho que le demos vueltas, la atención que te robe el álbum lo que cuenta, claro sí está es una de asombro, mejor; sino, pues tal vez. 

Puesto que si la tachan de vendida, yo diría, táchenla -mejor- de puta, porque vendida está desde que salió  ‘Fearless’ (Cd, 2008) Ranking en ventas sí, todo lo  que quieran, eso poco influye en una opinión. Aquí lo que yace es que te entregue, si lo conoce medio mundo o sólo su abuela, que entregue material de calidad. ¡Y Basta! Y pues, mis expectativas personales para con el álbum no eran ni bajas ni altas, andaban por el prelado augurio de ser un álbum agradable vocalmente, aun es lo que me mueve al escuchar sus discos.  

La portada es la más pretenciosa de todo el álbum. Puede que sea un SEVERO homenaje al Indie pop de antes del 2005 y después del ’99. Aunque la verdad la faceta no está mala. Y por si fuera poco, lo más rescatable podría ser, ya que no incursioné en el tema, el congestionado ambiente ingles que carga en sí tal álbum. Sí, muy “ainglesado” ¿Será por algo? Aunque la sofisticación que esto conlleve, será sólo para los adiestrados en el ají-ajá del género, género que generó hasta el día de hoy influencia en músicos multitudinarios. Para una noche soleada y para una mañana oscura.  



 (No hace falta que diga que es 2014, ¿verdad?)


 
Nota: 7.9

 
Publicado Por: Albert Spaggiari.

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