miércoles, 11 de septiembre de 2013

Therion – Theli [1996]

Therion es una famosa banda sueca de metal sinfónico formada en 1987, ha cultivado varios estilos desde su aparición, desde: Death Metal, Gothic/Doom, toques sinfónicos, experimentales y mucha propuesta a su música. Siempre buscando esa conjugación e introducción a su nivel artístico.


Formada en un principio por: Christofer Johnsson (Fundador y principal pieza dentro de la agrupación), Peter Hansson, Oskar Forss y Erik Gustafsson. 5 Años después (Alineación del Theli) ninguno de los antes mencionados quedaría en la banda excepto “Christofer J.” (Tecladista, guitarrista y vocales principales). Ingresarían: “Docent” En la batería y voces de apoyo, Lars Rosenberg en el bajo, Jonas Mellberg en la guitarras secundarias, acústicas y teclados de apoyo, también.

Pero está última alineación no sería la única en participar en el álbum, ya que la banda utiliza una cantidad inmensa de músicos de orquesta y sinfonías enteras. Alrededor de casi 20 hombres detrás de las elaboradas secciones teatrales, cómo: violines, trompetas, coros, etc…

Therion trabajo allá en el 1991 con un contundente Death Metal, heredando un sonido por Venom, Motorhead y Death … ya que la gran propuesta por Nuclar Blast de firman un contra discográfico cambio el futuro de la banda, porque ésta en sus álbumes “Death Metaleros” no contaba de gran ingreso monetario y el enfoque hacía la música clásica definiría su sonido con este álbum.

Theli fue producido por el mítico “Dan Swano” (Participaría vocalmente en una de sus canciones). El álbum consta de un sonido totalmente distinto para aquella época (Sí ya los gloriosos Celtic Frost habían usado algunas técnicas operáticas en To Mega Therion, eran de recursos mínimos y muy escasos) sabiendo que la banda había trabajado ya ese sonido, sin aún definirlo por completo. La sorpresa es qué desde este álbum las cosas cambiarían radicalmente para el metal y sus venas, qué estaban extendiéndose.
Otra característica importante es el nombre de la banda, sí ya se que están pensado, y exactamente viene de un tributo a Celtic Frost.

En este álbum nos encontramos primeramente una producción que conglomera gran cantidad de instrumentos, esto hace que los valores y la estereofonía circulen perfectamente. Ya qué en estos casos la intensidad  de orquestas grandísimas pudiera haber hecho que ahogara el bajo (Por ser un sonido más grave y calmo), afortunadamente no se da así y tenemos ya un punto muy favorable para el señor Swano. Una producción limpia y solida (aparte de Dan, los estudios propiciados por la disquera debieron ser finos. Buen productor y buen estudio, no podría salir nada mal).

Theli es una producción desafiante, con muchos matices a primera oída… y te preguntas quizá el saco les queda grande a estos tipos, pero a medida que avanza el emplumado te vas dando cuenta que tendrás que engullir tus palabras vomitadas. Qué asco, ¿no? Los elementos Extra-Metal solidifican en gran proporción la música, los recursos de las voces operáticas son versátiles en todos los sentidos, ya sea en baladas oscuras ennegrecidas o en canciones que cuenten con mayor derroche de energía.

La propuesta es fresca y deliberante, atribuye papeles encomiásticos con una dinámica casi imposible de seguir, con cortes y ensamblajes complejísimos. Las maneras de cantos está muy enmarcada aquí, el color de voz de Christofer envuelve en una atmosfera mítica el disco, y no sólo su voz, sino la interpretación de la orquesta. Se va notando elementos academistas bien insertados, sin dejar el espacio acústico vacio que a aves podría llegar a aburrir si no estamos acostumbrados a esta música.

Los papeles en Riffs no se pierden por estar ensalzando la orquestación –Sería un caso paupérrimo si la banda por encontrar un sonido nuevo estuviera saturándolo cada dos por tres, esto arruinaría garrafalmente y  de manera errónea la idea genuina- Labores en guitarras afinas se distribuyen en toda la displicente aura que esta derramada. A veces los cantitos casi gregorianos nos atrapan velozmente en nubes y patrones cíclicos, que no nos dejan salir. La batería que sigue de manara obediente el camino intrauterino que se va dando a medida que los minutos corren, tiene su participación y se desenvuelve con la mejor sintonía posible. Sí está bataca sonase seca y quejumbrosa arruinaría el sonido ya levantado por medio de la ingenuidad de experimentación. El bajo y sus latidos se presentan en varios intros… Eso sí, la arquitectura se la lleva la operación orquesta, voces sopranos, y deslizamientos teatrales dramáticos y operísticos. Lo que me sonará absurdo sería si el principal vocal mantuviera durante 30 minutos un rango de “Pavarotti” no, no eso destruiría de otra manera, la música.

En estos puntos es muy importante saber que lo que están haciendo lleva un sumo cuidado de elaboraciones premeditadas, y el famoso ingenio no se corresponde en rolas pequeñitas y escénicas en sencillez y candidez. Por eso hago énfasis en los hipotéticos destrozos sí la banda hubieses ideado un camino más fácil de explotar el sonido.  Aunado de gran intelecto artístico, las repartidas secciones están encajadas en pasar desapercibidas en contexto letristico, pero sus relatos mitológicos escudriñan nuestra atención.

Cómo hable antes, ya despojados de todo idea de pretensión, la apuesta y sincera manipulación se concibe como tal. El tempo de las rolas es calmado, no lleva sonidos diásporas en cada ejecución, de igual manera eso llegaría después.  Aquí se da una de las teorías que han adoptado muchos “eruditos” en la materia de  la rama clásica. Aseverando que  Chopin no tendría que ver con el insulso y vulgar “Metal”. Señores, estamos viendo como el peso de violines y guitarras rompen la barrera de invisible que separa a los géneros. Entiendan mi emoción, no es Avant Garde, pero si buscó y consiguió rediseñar el panorama “Metal Maniatics” ¿Sí fue insultada? Pues, miedo a lo desconocido, no creen.

Las sesiones divididas en 4 partes instrumentales, qué son llamados como “intro” le dan espacio a la estructura formalista, y en esto se puede ver cómo una ventaja es aprovechada en utilidad y anhelo por preservar y seguir explorando ese sonido característico.
Pero, aún no tenemos todo el mandado comido. Falta hablar de la temática que estos chavalitos se manejan. Están llenas de ámbitos ocultistas. Tocando la famosa “Alquimia” en varias aperturas liricas; Incursión en la mitología Egipcia, sumeria, Escritos mágicos, esoterismo, la liberación de profecías, dioses mitológicos, tierras perdidas, energías del más allá. Una temática muy profunda, delicada e interesante para tocar con esta música. Se escucha tribal y la aparición de un cause que conmemore una entidad maligna y oscura y el despertar de varios espeluznantes demonios dueños de elementos terrenales. Pero, mi poca comprensión y estudio hacía este tema es muy nula y de poca ayuda, sin embargo los complicados símbolos y analogías atróficas son muy interesantes, y más si se transmite un mensaje espiritual. Una afición muy cercana cómo la de bandas como “Nile” (Mitología egipcia) Pero ese es otro cuento por ahora.  

La banda a veces es confundida por “Satanica” por la serie de símbolos que manejan: “Cruz Celta” “Clavícula Nox” “Eneagrama” (Podemos dilucidar algo de esto en la portada), levantó controversia entre su sequito y acérrimos fans, lo cuál es vano y de poca importancia critica.
El principio de la obra dictaminado por una introducción en pianos y teclados nostálgicos y aires espaciales, con una mordedura sinfónica y herramientas ambientales, un bajo que da el ciclo de muerte… para dar inició a  la épica e histriónica “To Mega Therion” la icónica y convulsionante canción guiada por unas estrofas profanas y sopranos (Un grupo de 3 mujeres y hombres) con la ondulación máxima en profundidad de siniestros paisajes cascabeleros…. Que van creciendo una presta preponderancia en cortes y estrofas… implorando por que el señor de las flamas destruya de una vez este mundo y despierte su ira con aquel insensato que no sucumba amostrase obsecuente. Los panoramas bajan la intensidad por los preludios instrumentales que resuenan después de la mitad la canción. Los entonados violines, teclados  y vocales agresivas hacen que   el terror de apodere de la pieza. Riffs repetitivos machacan paulatinamente, para dejar un bellísimo solo cargado de un piano robusto y guiado por pequeñas trompetitas que se inmolan entre sí por unos escasos segundos de vida. Así cierra esta Opera Prima.

Cults Of The Shawdo es la segunda parte del libro mágico. Entra con un bajo tenue que abre a vocales enardecidas para situarse en un coro insolente y potente con el ensimismado riffs de la anterior canción. Con una auguro nato de las tierras perdidas. A que se destaca la ornamentación excelsa de los impetuosos exabruptos sinfónicos.  Y un Riffs que resuena en las hojas secas de un bosque ignoto, perdido y desalojado por bestias ciclópeas y escamosas que una vez gobernaron la tierra. La melodía se presenta al final con elementos de percusión y pianos. El carrusel vuelve a sus villas con esa oscuridad y propagación de reflexión. El mismo Riffs ejecutado en forma de silbidos adorna la canción y hace que su coyuntura se vaya endureciendo en una masa verde y peluda. Cierre esplendido.

Da lugar a una especie de instrumentación egipcia, de algún rito profanado por humanos insolentes. El tiempo disminuye en solos de guitarras con sentimiento de recelo y despecho. Las almas se apoderan con unas voces masculinas impetuosas que dirigen el tren desvaído… otras voces de unen, pero estas son femeninas… para que venga a toda marcha la defenestración y el molde correcto para la “Epicidad criptica” somos contrarrestados por unos riffs (De la misma manera) usados como en sus anteriores canciones. El mismo bajo que una vez estaba tranquilo hoy sale a luz enojado a dar su pauta misántropa, el chillón riffs pulula la atmosfera. El despertad y la liberación van a la par. El gran rango vocal es invaluable aquí, se demuestra la gran técnica compositiva.  Nunca notamos ese desaire por componer y llenar espacios vacios con porquería. Aquí el bajo es el telón que va abriendo con los cortes cada vez más molestes hacia la rola. Cierra con el derroche exacto de energía impuesto.

El segundo interludio está presente con una carismática técnica en la batería que va dando la pomposa y audaz bienvenida al segundo epilogo de esta epopeya infausta, trágica y melancólica. Vocales de adorno sin decir nada nos van cerrando el camino lleno de luz.  
Una suntuosa batería abre acompañada de un riff del bajo totalmente monstruoso, que corroe el ritmo para envainarnos una tremenda proclamación de ritos y lamentos por el horizonte… “Nightside Of Eden”  que se manifiesta con el coro principal, bases góticas se van desmenuzando con unos apabullantes cantitos femeninos, para volver a la misma estructura corista. Las tinieblas están levantadas, su espesura no deja ver más allá, el clima ya no es apocalíptico, sino apesadumbrado, congojoso. Un bajo muestra su ojeriza al ritmo de la envilecida actuación rítmica.  El parte aguas lo da un insidioso teclado, para que venga un solo que apacigüé toda la sinfonía.  No dura mucho, se levantan los mares de nuevo y volvemos al trágico camino por donde empezamos, las turbulentas aguas arrastran todo a su paso.  Quizá, hemos llegado a ese lugar que nos muestra la banda. Al final aire Maiden, Power Metal noventero muy reducido a los solos que oscilan en hacerse.

Ahora, una incorporación en violines afilados nos retumba en la cara… con esencia progresiva. Se despierta “Opus Eclipse” el tercer intro del maravilloso caudal enredado. Este recordándome por veces a Cynic en su estructura de avance y golpeteo constante. Notas en teclados rapidísimos, pero con aire malhechor que nos insulta a los cambios de ritmo.  Voces de fondo que no cantan sólo frasean “OOhhh, JO HO” Meramente una instrumental seria y de peso grande.  Deja de ser intro y se convierte en canción.
La pieza más pesada y de mejor ritmo paulatino se nos acerca, “Invocation Of Naamah” los fraseos más virulentos y contagiosos que empujan hacía una colina de resabios fantasmagóricos y tenebrosos escupidos por la vocal principal. La pesadilla de riffs y cambios atonales, dejando toda melodía, para partir en estancias acústicas y remolinos intercalados en vocales fortísimas y cuasia esencia Frost!  Sí alguien dijo, que Therion, sólo se esforzaba por hacer atmosferas y dejar de lado la sincronización y las ideas, pues qué mal estaba, aquí estalla el atoramiento musical en apoteósicas posturas intrincadas clasicistas. La estética clásica, con la rudeza y contundencia machorra matelara. El equilibrio ya quedó demostrado, como con los recursos más vastos y alejados (Paradójicamente hermanados) hacía el metal se puede crear piezas nobles. Gran composición.

Pero, este disco sólo sería un pequeño polluelo sin nada de gracia, sin: “The Siren Of The Woods” vaya que sí, aquí tenemos una entrada acústica, semi-folclorica y parsimoniosa. Aquí se enjuta la entelequia progresista. Entre los minutos 1:30 – 2:00 huele a materia uniéndose en pequeños trozos para formar la energía ocultista que encierra esta pieza antagónica y rebajada por sus antecesoras. El esfuerzo depresivo desenmascara la esencia Therion, la canción balesca transita muchos minutos en el aire hasta calcificarse en el minuto 4, acompañado de una batería que despierta de las aguas, pero se mantiene al son de la espera, de la intriga y la incertidumbre. Todo aquellos guiado por una mano histérica, conllevado por solos enredados y “heavy metaleros” NERGAl ha despertado, hipnotiza las vocales endebles que circundan en pasmosos teclados sin vida. La indisoluble opresión es notable. Al transitar en mostros este episodio de inconclusos ademanes y locuaces rangos, nos revolvemos en la angustia y la neurosis. Se va acortando con la aparición de muchos más solos que cargan consigo penas e injurias. Cierra de manera calma y queda. Para dar pasó a la última esfera del mundo fantástico.

Y que mejor que sea la ultima instrumental. Reforzado por cañones guitarrescos y bajisticos, líneas bien trabajadas y esmeradas. La áulica sincronización es sublime y atormentadora. Ya no se escucha ni voces, pero se siente la encrucijada de algo horrible que se acerca, algo que pide venganza quizá, o trata de aventarnos su odio y nos capturará en capsulas oscuras sin luz, ni aliento… nos callan con magníficos arreglos (Como es notado en toda la obra, en todos los 50 minutos expectantes) cierra avasallantemente. Las conjuras están hechas, moriremos después de este disco.

Y aquí termina una magnifica muestra de cómo hacer música esclareciendo ideas y abriendo caminos y terrenos jamás tocados. Después surgió el gran movimiento sinfónico, y más tarde Avant Garde (Pero, no netamente gracias a Therion, aunque sí debe destacarse su labor y papel en el juego)

Después de este viaje, sabes que ni una droga puede ser tan potente como Theli, que su despliegue es atronador, descollante, populoso y ningún otro adjetivo o alguna manera superlativa podrán describir a ciencia cierta que carajos es esto. Sí queríamos genialidad absoluta e imperante éste trabajo se come a varios que pretende hacer “Metal sinfónico”
Banda iniciadora del género, con la mano en la olla y el as en la manga. Recomendado para todo aquel habitante terrícola, o no, que quiera perderse en un mundo paralelo donde los humanos somos los esclavos y nos gobiernan seres inimaginables… Cthullhu es Barbie Girl a la par de las profecías de Therion, a la par de este mastodóntico, endogámico y omnipotente trabajo. Theli será el bastión de las profundidades del océano. 



Digno de ser escuchado en el encierro, fuera de la prole estúpida…. El motor del hacha fulgurante se presenta con garras y dientes enormes!!!!! ¡Habemus Theli!




Nota: 9.5 




Publicado Por: Albert Spaggiari

3 comentarios:

  1. Imbécil, no hable tanta mierda HIJO DE LA GRAN PUTAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!11111

    -Spaggiari-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Semejante mierda, solo esa palabra tengo para describir tu reseña, SEMEJANTE MIERDA!!!

      -Beksinski-

      Eliminar