Echándonos un día de estos unas buenas vomitadas en el
rincón de una casa vecinal, me acordé de Pentangle. Lo que traducido a nuestro
fragoroso idioma, significaría el pentateuco, que quiere decir lo que se
desprende de 5 partes, como los libros antiguos de la biblia: Génesis, Éxodo, Levítico,
Números, Deuteronomio. En este caso, la banda usaría esta apelación de
pentateuco para representar a los integrantes, que lógicamente eran 5 pimientos. La banda nace en la capital populosa de Londres,
de finales de los 60s, con la Beatlemania en plena ebullición severa,
contagiosa y casi ineludible para cualquier londinense.
Sabiendo de donde venían los Rolling y los Beatles, todo
banda que saliera sería, automáticamente comparada con estas dos. Lo curioso es
que la mayoría de importación musical, centrada en los países bajos, emigraba
de manera efectista a las tierras lluviosas de Inglaterra, bandas
experimentales, de folk vacilante y casi errante, estilos noise, y la aparcada
influencia de Bob dylan hizo mella tremenda en los opositores al rock más
comercial. La cuestión se resumió a unos cuantos elegidos, a unos cuantos
afortunados que desarrollaron el estilo musical con creces; pentangle no lo
hizo.
Yo pudiera calificarla de banda del montón, banda que aportó
por el hecho de ser nuevo género (Aunque el folk ya tenía gente más
experimentada “Joan Baez”) sin embargo, es una banda que no amaga, tiene
rimbombantes melodía, una trascendencia musical-historica de seguir a pies
juntillas, y una buena dosis de experimentación.
El sonido, generosamente como
todo el folk, es suave, y a veces puede rayar en lo raquítico. Aunque
generalmente la banda hace esfuerzos incontenibles para salirse del límite del
rock y centrar sus fuerzas en darse a conocer. La banda tiene mejores
versiones, también inglesas, como los hoy olvidados “Comus” Quizás esta última
banda escuchó a estos Pentangle, o también a coven y a los enormérrimos
Resident. Pero de ahí , todo lo que propone Pentangle es caldo de pollo mal
matado. Lo que pudiera entenderse como banda genérica, y para los oídos de este
cavernario, muy olvidable.
Sus temas son
interesantes, tocan con orgullo. Pero cuando uno no se siente motivado, hasta
es muy difícil que algo salga de las líneas forzadas de medianoche. Aunque sebe
de reconocer la creatividad; lastimosamente las ideas, a mi modo de ver las
cosas, aún no terminan de cuajar. Las canciones rondan los 5-8 minutos, haciéndose
unas muy temibles de escuchar de tirón: llegan al cansancio. Si bien el disco no
cubre quizás los 30 minutos, para mí como que están muy por debajo del nivel.
No me mueve un pelo, la voz de la chamaquita, que quizás no me molestaré en
escribir acerca de ella, no me causa nada, no me hacen sentir nada. Creo que
está demás dejar mi opinión sabiendo que todo lo que viene es deplorable para
mí….
Me muero…..
Nota: 5.0 (Lo intenté… pero morí en cada encuentro)
Publicado Por: Albert Spaggiari.
Que wueba de escribir tenes pedazo de mierda!!!!
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