martes, 5 de noviembre de 2013

Morgoth – Cursed [1991]

¡Ufff, venga la sopa caliente a los oídos! Señores, ya en Noviembre y con un especial concurrido de pure fuckin´ Death merol, qué más se puede pedir; atentos chabones. Hoy toca el turno, de un humor impecable (Así es) de reseñar a los barbaros, germanos, teutónicos “Morgoth” bandita que se curtió allá a finales de los gloriosos 80s y principios de los 90s, lanzando una cantidad moderada de Eps y uno que otro demito que se rifaba por ahí. La banda nacida de la gélida y tosca Meschede fue de las primeras respuestas Europeas al Death Americano. La alineación del ‘Cursed’ cuenta con Marc Grewe en las inaguantables e infernales vocales, Herald Y Carsten en las guitarras mellizas, Hennecke en la batuca y Swart en el bajo. El nombre de la agrupación viene del “Legandarium”, libro de hazañosas y venturosas historia de J. Tolkien; gran inspiración para la banda. 



Lo primero que hay que saber de “Cursed” es su esencia clásica. Un sonido que nacía en aquellos fértiles años, era cosa de 2 o 3 bandas cambiar la moneda hacía otra vertiente, sea más brutal, técnica o compleja; Pero, a los chicuelos no les tiene que corroer la envidia a ninguno por ninguno de los anteriores aspectos, porque ellos, sin tener los mejores recursos e ingeniosos sonidos revolucionarios, dieron caña, pero de la PURA.

 El punto de inflexión que tuvo la música bestial y cruda, cómo lo es 100% el Death Metal, tuvo su punto más álgido y se erigió bajo las directrices de “Death y Morbid”, cuya influencia asumiría Morgoth orientada más hacía ésta primera. En éste lado de Europa se concentraba una finísima, qué digo finísima, invisible línea sobre calidad, ya que EE.UU daba 20 bandas gordas de Death Metal, Suecia, Alemania, Holanda e Inglaterra aportaban 25% de grupos, pero eso sí todos a la altura y quizá quitándole el báculo a muchos “Yankis” dos escenas igual de ricas y prosperas cuyo sonido enaltecería de manera ágil el nacimiento del género más cañero. Asphyx por un lado dando un sonido más denso y abrasivo, combinando un excelente Doom/Death, fue de gran recepción y animalización para los de “Meschede”

Como toda buena banda catedrática y de una sapiensa irrevertible, Morgoth, con riffs cuchilleros, viscerales sonidos asperos y de una lobreguez contra-idílica, amenazadora y temible, nos puso la varilla de acero oxidado muy alta. El disco representa todo la extensión del momento cumbre del Death Metal: Riffs entrecortados, punzantes machaqueos de púas y solos egipcios que circundan la atmósfera pútrida y carcomida; Blast Beats, básicos e inundados redobles de batería demenciales a la velocidad de un tranvía sin frenos y con aliento a carne cruda y con ganas de atravesarse por los tímpanos de algún infausto y despreocupado imbécil que ululé las sombrías callejuelas sin saber nada del paradero de la banda; voces desgarradas con una apesta innegable al “Scream/Leprosy” de los míticos “Schuldinner Band”; maniobras y pasajes extremadamente violentos de una partitura muy profesional y directa.

La contra parte que embulle a este enrollado y descolocado disco es su influencia, cómo lo mencionamos antes, “Asphixanea” y su gran desborde de sonidos “Doomers” que se van calcando el principio y fin del disco: después de tener un derroche a la Old School, nos inmovilizamos al escuchar esos atormentadores y desolados climas “Beksinsqueanos/Goyisticos” la carne se va amortajando e empodreciendo con los espasmos de Grewe y las filosas navajas que portan “Herald y Carsten” un versus, si bien no de llamada y respuesta, sino un despunte creando una pared de bulliciosos sonidos a lontananza.

Entonces, ya una vez licuados del todo éstos enfermizos sonidos “Doom/Death” lo único, lo UNICO que nos deja un pero es “el bajo” señores, después de varias volteretas a penas lo oigo gimotear por allí sin más nada, aunque siguiendo el ortodoxo compromiso que el Death tiene y tuvo por largos años, el bajo no tuvo mayor interpretación en el género hasta que el señor Webster  y Steve “Don Puto” manufacturaron como cabecillas des sus respectivas bandas, aunque éste último llevarías el cuentagotas a una chorro desparramado de lluvia acida y lacerante, Sí “Human”, a ti te estoy hablando. Tampoco le perdonamos la pronta huida a “Swart” pero las circunstancias salvaguarden de alguna manera este aspecto, a la próxima veamos como le pedimos algo de escena a “Butler”.

¿Por qué el disco pasó desapercibido por varios años? Una banda de cavernas y de piedra, tan hermética y poco saludable, sino era más acercado a “las barras y las estrellas” cundía la posibilidad de que le dieran una senda y jugosa patada al sótano y al inmediato OLVIDO. Ahora, imagínense en su época, pocos valoraron el sonido y la llevaron hacía estas alturas. Pero, no todo es malo, aún tenemos una segunda entrega en la butaca discográfica de Morgoth, así es “Odium” del cuál carezco de palabras ya que aún no le he pegado la escucha, pero no se fíen, podremos entregar un segundo Round para los germanos, ¿Quién sabe?

Sigamos con el disco. La producción apestosa y añeja: crea ese malsano e insalubre aire para el Lp, le deja bien ajustado el guante, pero no hay contradicciones en alguna falla o desequilibrio compositivo o inventivo. Las parcelas de principio (Cursed) a fin (Darkness) son temas acústicos donde se enfatiza el punto que toco más atrás de letras: por fin aquí nos revela (Antes de sujetarnos a él) hacía el enfoque ominoso y tremebundo que nos perfila la buhardilla de “Compac Disc” éste recurso era bien usanza de las bandas más lucidas y pero igual de cañeras. No Tito Benton, sigue durmiendo, no es para ti.

Para todo aquel neófito seguidor del merol (Como yo) aquí les dejo una listilla de algunas canciones mas molidas y de un disguste, en su servidor, exquisito y fino: “Body Count” para entrar en motores y paladear un poco de lo que hablo, “Unreal Imagination” toca la histeria y absoluta soberanía dentro del álbum, lo mejor para mi gusto; “Isolated” sin pudor y con una hediondez severa y por último “Suffer Life” no hace falta descripción su nombre marca todo concepto definición sibarita. Y ¿Qué decir de la portada? Pooooota, que grande por  las puertas de Kadath. Échenle ojazos a ese logo más demoniaco!!! Esto sí que da gusto escucharlo: no me cansó de oírlo… Señores, a por los Compac a las de ¡YA!

“Hubo una explosión como la de un globo que revienta, un líquido nauseabundo como el que sale al cortar un pez luna, un hedor como de mil sepulturas abiertas y un sonido que el narrador no puede detallar” Era… Cthul….No, era MORGOTH






Nota: 9.0 




Publicado Por: Albert Spaggiari

No hay comentarios:

Publicar un comentario