domingo, 6 de agosto de 2023

We Are H - Diskonstrukt [2023]

 


Trío germano que no los conocen ni en la esquina de su barrio. Sacados de la fría Leverkusen, Alemania. “We Are H”, banduca de nombre horripilante y nada vistoso ni atractivo, que pone las expectativas del tamaño de una hormiga bebé, y que únicamente la portada inextricable de este su debutazo: “Diskonstrukt”, puede salvar las apariencias y da un aire atrayente. Además, como podrá notarse desde su título, el vocalista y bajista: Ken, reparte su canto en el idioma natal del alemán.

Pues bien, ¿Qué se chiflan los alemanes en menos de media hora, en su debut, en su casi Ep (por duración), y en su propuesta musical en general? La respuesta la encontramos, principalmente, en dos géneros que constituyen la columna vertebral del disco: el Post-Metal y el Hardcore, o post-hardcore. Lo interesante dentro de este poco más de veintena de minutos es la mixtura tan orgánica, homogénea e inventiva en donde mixturan ambos estilos naturalmente y con un despliegue técnico soberbio sin perder: ganchos, atmósferas, y agresividad; la melodía o riffs, el deje post-metalero, y el deje harcore/black metalero, respectivamente.

Así es, en estos 26 minutos condensan, en sus ocho tracks, la proeza de sintetizar e imbricar estilos aparentemente disímiles y ajenos. Resalta mucho la estructuración rítmica e instrumental donde destella los graduales cambios, melodías, contrastes entre voz rasposa y parajes armoniosos propios del Post-Metal en los riffs embellecidos con efectos, y un sinfín de recursos que enriquecen a tal punto las canciones que resultan un aura de Avant-Garde Metal, pues, los giros, las armonías, el cuidado y esmero en cada segmento, le proporcionan a este debut una creatividad y naturalidad en su música muy loable.

Dentro de las cualidades con mayor fulgor, desglosaré puntos clave en la labor que desempeñan algunos elementos claves en este “Diskonstrukt”: Primero, la voz; no sólo es que el alemán cantado suene áspero, también el modo de “instrumentalizarlo” (nunca mejor dicho), de que resalte por su utilización determinada en ciertos pasajes del disco, donde el canto limpio, el grito, el casi shriek black, o hasta unos segundos de gutural, hacen que brille sin empastarlo todo con los cambios vocales o con el “canto”, pues todo gira a la composición instrumental, la voz es un instrumento más, lo demustran y lo ejecutan perfectamente.

Lo segundo, y más reiterativo: la aleación de componentes estilísticos distintos. Es, sin lugar a dudas, el contraste, conjugue, mezcla, el mix de las atmósferas, los efectos en la guitarra cual acordes gravitan en el espacio, el ritmo contemplativo, y la ambientación, junto a elementos del Black, del Death Metal, del Hardcore, de toda la agresividad necesaria que le podían insuflar en riffs, doble bombos, cambios abruptos, en secciones Stoner, en una variopinta amalgama que se esfuerzan en exponer sin aturdir al oyente, sin perder noción compositiva por malabares infructuosos.

Y, tercero y último: la ejecución instrumental. Principalmente, la desgraciada bestia que es el tiparrajo de Fabi en las baquetas. Despliegue, no sólo técnico, sino, de utilizar cada puta parte de la batería, cada pegada que suene con técnica y melodía, cada giro con notoriedad, y cada desplazamiento y vaivén que tiene, es de lo mejor de TODO el disquiño y no redundaré en loas ya innecesarias. Respecto a los demás, a cabalidad y funcionales, incluso el Bajo entre jazzero y ruidoso, pero con presencia, como todos. En fin, las composiciones fácilmente pueden degustarse sin la voz, todo el trabajo está -como mencioné- en función a la instrumentalidad, digno de cualquier Avant-garde o Metal progresivo con ideas a relucir.

Disco corto, cual pija de infante, te lo puedes chutar todo como una canción larga con sus momentos, ataques frenéticos y todo el quehacer “instrumentalístico” con que se estructura este debutazo. Canciones a remarcar: “Antroporrhaines”, la más indómita y salvaje del repertorio; “Karakorum”, la más extensa (5 minuticos), y es sin voz, sólo ejecución, y los 3 minutazos de: “Monotone”, que es una pieza que demuestra lo contrario de su título.

Buenardo a secas, con mucha inventiva, e ideas. A ver si en un futuro esta muchachada nos ofrece algo más locochón y demencial sin perder ese toque mixturizado que han encontrado entre los estilos que abarcan. Por el momento: rápido y a la vena, como la heroína recién inyectada.



Nota: 7.5

Publicado por: Zdzislaw Beksinski


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