lunes, 3 de julio de 2017

Suffocation - ...Of The Dark Light - [2017]





A Callar a los nietos a puros cinchazos como a la vieja escuela!!!!

Este fue, al parecer, el enunciado que hicieron Suffocation al salir de “La Luz Negra” en la que estaban, para no solo reventarles el hocico a los monos cerotes que se les rebasaba la arrogancia con sus breakowns deathmetaleros chafas, sino, también a lustrar todavía más a su legado de más de 20 años, con la placa hoy presente. Y es que, admitamos los hechos… Terrance Hobbs y Cía. Nunca más en su puta y cochina existencia harán otro “Effigy of the Forgotten”, ni aunque le recen a Chuck Schuldinner para saber el secreto de la divinidad en el Death Metal. Pero pese a ese innegable reproche que tiene todo mortal, “Suffo” no se satisface con solo el mero hecho de sacar material vigente. Eso no, Los Newyorkinos en el 2017 no querían cagarse en su gremio ni con un pobre Deathcore que olfatee pedos de popularidad, ni macerar el pescado maloliente con los mismos ingredientes en piloto automático.

La sangre nueva corre tras las vetustas y míticas arterias aortas (en este “cuerpo” son 2): Frank Mullen y Terrance Hobbs, en este caso, tenemos a los desconocidísimos: Eric Morotti en la Batería, Charlie Errigo en la Guitarra, y al ya curtidito Derek Boyer que ha estado desde el resurgimiento de la banda desde 2004. Con este plantel se disponen a sacar: “…Of The Dark Light” con una portada moderneta que nos ofrece lo que todos esperábamos: Un Death Metal Técnico al más puro estilo de la banda. En la placa está latente la conformidad y la homogeneidad de su archi-conocido sonido en todo el trayecto… No hay ningún mestizaje de géneros, ni rumbos extraños del grupo. Con Suffocation solo habrá grava caliente y pesada para despescuezarnos y aplastarnos en una fracción de segundos.

Hablar del disco, y precisamente de Suffocation, es hablar, no solo de los grandes maestros inexpugnables del Metal Extremo, sino también, de una escuela patentada por Dioses, por sonidos que ellos mismos patentados como propios, y que alumnos de alumnos choricearon la fórmula sin el sazón autentico del ingrediente que podemos apreciar en: “…Of The Dark Light”, Y es que esto es así, todo el artilugio se centra en expulsar una incesante e irrefrenable estampida de brutalidad de parte del Calvorotas Mullen y Cía.   

Tenemos en el menú cosas añejas y machacantes que todo acérrimo a la brutalidad adora, cosas como: Riffazos sacados del culo del discreto dragón Terrance Hobbs, el clásico manejo de los tempos y las velocidades; desde blast-beats hasta cortes densos, y el entrañable calvorotas que espanta a la manada de osos grizzlys con un vozarrón legible pero sin perder la guturalidad y la potencia. Pero Ojote, el retoque y la implementación de gente nueva, no  están solo para encajar y animar la maquinaria, no, no y no. De parte del recién contratado Errigo en la guitarra, conjuga un tono más sombrío y melódico, que hace una dupla más dinámica con Scooby Hobbs, prueba de ello están “The Warmth Within The Dark” y “Some Things Should Be Left Alone” para corroborar lo que digo, y de parte de Eric Morotti en las batacas, en general se ha adaptado al plantel perfectamente. Aclaro, nadie quita el sello técnico y demoledor que palpita el disco.

Puesto que, la monstruosa conformidad en ningún momento palidece la creatividad y el ingenio, tenemos destellantes himnos como: “Clarity Through Deprivation”, abriendo todo de un vergazo en la mesa, provocando la destrucción de la misma, sin contemplaciones ni consentimientos para la escena actual. ¿Quién mierdas dijo que el pelonchas Mullen perdió fuerza con los años? Pues, no, de repente nos hallamos en el minuto 2:15 y un Break o macabra y densa pausa ingrávida nos ha poseído, mientras en medio transcurre la atacante y voraz vociferación de un estribillo atronador que solo el peloncito puede hacer… Ufff.. Ni hablar de cómo se desplaza la batería hasta concluir en un Solo de Charlie Errigo que nos deja saboreando cada segundo.

Otro momentazo que destila la carajada, el track homónimo, que tras empezar con una embestida de Riffazos y metrallazos del Bajo y la batería, terminan los golpes a nuestro ya débil cráneo con un apoteósico Slam en toda regla en el minuto 2:10 hasta caducar el minutaje de la pieza. Pero ESCUCHAR!! Ese entrecortado Riff que se mueve como un gusano venenoso de 3 metros. Esto es hablar de palabras mayores, de manejar los tempos hiper-veloces con la estampida y la dinámica que nos ofrecen con su técnica hasta finalmente clavarnos un pedazo de hierro oxidado en nuestro oído con esos momentos culminantes.

Y para no aburrir en largas y minuciosas descripciones, tenemos a la orden a Derek Boyer como protagonista principal, y héroe del tema: “Caught Between Two Worlds”, donde acá, ya no solo la instrumentación se zigzaguea como quiere, sino, que EL BAJO de Boyer, se trepa por 4 minutos con una virtuosidad endiablada a las cuatro cuerdas, como si estuviéramos presenciando una tarántula peluda, fea y grotesca, pero con tal encanto morboso que nos da gusto saber que existe. Eso sí, el rubio igual que la batería, se deambulan con una rapidez y técnica sobresaliente en TODO el puto álbum.

De este ejemplar, podemos extraer la idea de que cada track, en su homogeneidad se diferencian más que en otros discos debido a que construyen fácilmente una línea divisoria entre cada una, con una particularidad que identifica cada canción, ya sea: las recurrentes agresiones sónicas de la profunda garganta del monstruo Frank Mullen en canciones como: “The Violation”, “You Last Breaths”, Los catedráticos y gigantescos Breakdowns y Slam sin rebalsar, el sonido oscuro en el trasfondo con aire armonioso y sofocante de la mano del nuevo fichaje de Charlie, El asombroso pero discreto Bajo de un Derek que se viste de campeón y la insignia de Terrance como el jefazo del sonido junto a un Morotti que marca los ritmos y se acopla perfectamente a esta mitica bestia que tiene por nombre: SUFFOCATION

Finalizando, Solo cabe escuchar el regreso de los dioses del Brutal Death Metal en este 2017 que tras 4 años del “Pinnacle Of Bedlam”, estos gringos solidifican más su notable discografía con este pedazo de “…Of The Dark Light” que puede parecer muy grumoso y en su conforme sonido devastador de siempre, pero le rebalsa los destellos de magia, con un tracklist sólido y extremadamente redondo. ¿Acaso se espera un Rock Folclórico de los amos del Brutal Death? Pues ahí está…Esto no está en piloto automático, ni mucho menos para sacarle el jugo a las billeteras de los viejucos anclados, NO, esto es un regreso en serio, de una de las bandas más representativas del Death Metal.

Si aprecias el Death Metal, apreciaras este regreso impoluto de los nada más y nada menos que los Dioses: SUFFOCATION






Nota: 8.3


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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