sábado, 31 de mayo de 2014

Ulver - Bergtatt - Et Eeventyr I 5 Capitler [1995]



En ocasiones el clima, los paisajes y la historia de la nación son claras inspiraciones para el músico. Hay circunstancias de grupos que rompen el molde de su género, como también hay gato por liebre. En este caso, desde la criticada, polémica y adorada Noruega, sale un lobo a disolver el ingenio dentro de un ortodoxo tipo de estilo, en este caso el Black Metal de la segunda oleada, pero la intriga no recae en sus conceptuales liricas e ideas que estén fuera del reglamento satánico. La incógnita súper-masiva es: ¿Será tan bueno esto, como para alabarlo?... Ulver, banda que aprecia el misterio, el inconsciente y lo oculto que no deja ver la naturaleza, logra encerrar esa temática con el primer rayo oscuro: Bergtatt - Et Eeventyr I 5 Capitler, donde retratan la leyenda nórdica de una niña que se pierde en el bosque, con idioma Danés antiguo y Noruego.

En este resplandor de 1995, Garm en las Vocales, AwairikiaR en la batería, Skoll en el bajo y las guitarras comandadas por Aismal y Haavard, sería el combo completo, con los seudónimos más pendejos y con la difícil tarea de mezclar el Black con el Folk (o algo por el estilo). En resumidas palabras de antesala, diré que el álbum no es apto para los ortodoxos a muerte de la esencia del pupu, pero sí para cualquier iniciador del género. Y para no esperar el viento helado lo que tenemos son cantos gregorianos a morir, voces más limpias que un vigilante. Acústicas empapadas, colaboración en flauta y piano (no quiero mencionar nombres, sino me da jaqueca), pasajes transcurridos en atmosferas tranquilas, y un etcétera pasivo que no proporciona nada de nada…

Quisiera recordar el buen tiempo que me lleve con el disco, pero sería mentirles como Ulver me ha mentido con toda su legión de enfermizos fanáticos al proponerme Black Metal u otra rama de perejil que se deguste por su buen sabor. En los “crudos” momentos que aparece la rasgada, típica y simplona vocal blackera, es momento de dormirse plácidamente en esa turbia batería caótica y la aburridísima línea vocal de Garm que no transmite el sentimiento de pavor que tendría que sentir alguien al ver un espectro misterioso de una cueva nocturna. Los elementos guitarrescos no dicen ni pio, a excepción de reducidos y escasos tramos que sobresalen su rítmica, darle ojo a la pasable: “Capitel I: I Troldskog Faren Vild”.

El cuento de cinco partes, no me convence musicalmente, aunque trate de innovar en el limitante Black Pedorro Noruego, pero los breaks y las fusiones no conectan ninguna relación que tenga con la venta de este cuento tenebroso y mágico. Porque negar la importancia es como no fijarse en el ámbito del folklore, atmosférico, experimental y toda esa burrada que vendría con muchos grupos, ejemplo: Agalloch y sus compadres. A mediados de los 90s, Ulver el Lobo del bosque, persigue su objetivo con el Black Metal, aunque no este ligado del todo en el disco, porque escucharemos más limpieza que una catedral en domingo. Por lo tanto venderlo de esta manera me parece ridículo, aún más, cuando el progreso de la banda cae en música Ambiental y otras semillas.

El problema no es el género, el problema es lo incompatible que padece el transcurso: Black Metal monótono en porciones diminutas, Perdida de tiempo exagerada para la media hora: en el intermedio del capitulo 3, se escuchan los pasos por el bosquecillo llevándose tiempo y calidad. Pero lo peor de todo es cuando llegamos al penúltimo track con el canto gregoriano a niveles Ultras y sin la microscópica melodía que tenían antes, solo como un acompañamiento de una guitarra de medio tiro acústico recitando notas dormilonas por 4 minutones. Acepto que ni en onda Black, ni en Shoegaze o en cualquier ámbito, no conecta ninguna delicia, a excepción de pocos momentos en donde la Batería y los adornos simples manejan un rumbo entretenido.

La sorpresa fue enorme para mí, saber que muchos alucinan con canciones más o menos pasables, solo por el hecho de “cambiar” la dirección del Black Metal. Eso lo reconoce hasta el más dientón con una sola ceja: La importancia no se discute, es más, es la única razón por la cual puedo recomendar este trozo helado de mierda de alce. La atmósfera, la tranquilidad con piscas vocales, son factores distintivos rescatables. ¿Por qué? Sencillamente no puedes agitar tu cabeza al ritmo de un colibrí, es sentir lo que te transmite. De seguro, si vives en una cabaña por el bosque lo comprenderás o si solamente te recuestas y dejas prendido el saborcito, pero más de alguna cosa que dije anteriormente frustrarán el intento de conectarte con la música del Bergtatt.

Simplemente quiero pasar este mal trago y observar lo único que vale la pena en totalidad la propuesta de Ulver: Su Portada.






Nota: 5.5 más plano que una regla y no sé que hago aquí.


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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