Amalie Bruun es el clásico fenómeno del cacareo de una figura que se está abriendo paso en un ámbito que desconoce. Cuando esto sucede, le preceden historias, cualidades, mitos y demás parafernalia hasta extra-musical que le atribuyen, para provocar impacto entre conocidos y desconocidos de la materia. ¿Es necesario engañar o atraer público con éste tipo de cosas infundadas por la prensa y el músico (mayoritariamente éste último lo hace)?, ¿Acaso necesitamos que el mercado promueva otro Slipknot, Ghost, el actual Arch Enemy, entre otros, que destacan por el humo que dispersan, en lugar de por cómo queman? Respondo: Ciertamente, no. No necesitamos ni la bulla ni el enfoque excesivo a grupos nada innovadores. Eso sí, que los mandriles rifen es otro pedo aparte. Que exista la música, ya sean Revivals, Recocinadas, vanguardismos o solo para pasar el rato.
El “éxito” que ha cosechado el proyecto pseudo-blacker que emprendió hace tres años la danesa, le lleva consigo las mismas consecuencias que los susodichos; detractores a morir que sienten que su bando elitista ha sido mancillado por una modelo que “tocaba” Pop, y que no le ofrece a los buitres la misma carne cruda y putrefacta que los tiene acostumbrados. Sí amiguitos, Al “True Blackero” se le revuelca el hígado escuchar las referencias, y peor aún, la oferta “tramposa” que es Myrkur.
Después del irregular “M” del 2014 con sombritas introvertidas de Black Metal, en éste “Mareridt” terminaría de soterrar esos rasgos lejanos del Black, para focalizar y madurar las composiciones sin la abundancia de los Riffs asesinos, ni los Shrieks más clásicotes. ¿Qué hay entonces? Sabiendo la gala de colaboradores, la influencia notable de los todopoderosos Ulver y la dirección contra la marea ortodoxa, nos topamos con Pop Metal asequible con aderezos entretenidos, coherentes, y un disfrutable ambiente.
Dentro de las características principales que encontraremos, está ése “Pop Black Atmosferic Doom Metal” que se tranza en canciones como: “Funeral”, “The Serpent” o “The Crown”, que hasta el tono de voz lo adecúa en múltiples melodías a un Pop inundado en la instrumentación llana y atmosférica con un chingo de instrumentos, tales como: El arpa de boca, el contrabajo, el violín, el piano, el órgano, el teclado, y hasta una Nyckelharpa. Escuchar “Crown” es como escuchar a Lana del Rey metalizada y resumiendo en casi 5 minutos un hedor a Folk atmosférico. Haciendo que la manada de músicos-de -sesión están ahí para hacer Folkie el invento, en lugar de orquestarlo.
Y ojo, hay que subrayar la labor vocal. La apertura “Mareridt” y “De Tre Piker”, son plenos cantos preciosos a cappella, en las que las cuerdas de Amalie Bruun no se han visto tan pulidas y con ése tufo celta como lo hacen aquí. Los onanistas de las voces pulcras, se divertirán acá. Como también, el tufillo nórdico, con: “Kaetteren” en el que los colaboradores se despachan a su antojo un instrumental folclórico.
Y para los momentos en los que queremos: épica, un coro bañado en una bruma de instrumentos interesados más por el aura “black/doom” que por la composición, un dos que tres shrieks en segundo plano, y una dinámica más suelta, tenemos: “Ulvinde”, “Maneblot” y “Elleskudt”, que reparten (sin exagerar) el mejor rostro de Myrkur: sintetizan lo que es el disco.
“Mareridt” supone una nueva entrada para los incipientes al Metal. En síntesis, Amalie Bruun le picó el interés por el Metal, o solo quiso embarcarse desesperadamente a que los reflectores se centrasen en su capacidad vocal (como lo demuestra en todo el puto disco) y en ser la “rara especie”, cuando no es otra cosa que música para atraer mosquitos. Asequible y atmosférico a morir. A eso se adhiere el centro de atención: La voz de Myrkur. Por lo demás, todo bien ejecutado, entretenido, cohesivo y disfrutable. ¿Pero para qué engañar? Esto no es Black Metal, y si me apuran, esto es indescifrable. Son olores, sabores y sonidos, pero que no concretan en un género en específico. Lo dejaré en Folk a la ligera, porque es lo que más apunta. ¿Lo mejor?, El trabajo vocal, en todo el álbum nos recalca eso Bruun ¿Y qué otra cosa va ser?!!
No esperaba un Black Metal chillón, ni tampoco un Ulver 2.0, pero eso de sonar a Pop Metal con un fondo oscurete, como que no se saborea mucho. Más cuando las pretensiones son otras, y la música: REGULAR.
No esperaba un Black Metal chillón, ni tampoco un Ulver 2.0, pero eso de sonar a Pop Metal con un fondo oscurete, como que no se saborea mucho. Más cuando las pretensiones son otras, y la música: REGULAR.
Recomendado para todo público.
Nota: 6.0
Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
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