sábado, 30 de noviembre de 2013

Savatage – Sirens [1983]

¡Y aquí acabamos el especial jebi-yuka-frita!, se nos va noviembre y en este su último día honrémoslo con otra reseña, y qué mejor que al amado-sacrosanto Metal. Bueno, peguémosle un tortazo a la banda. Savatage fue, por lo que tengo entendido después de la muerte de unos de los hermanos Oliva en el 93 no han sacado un pepinillo que enaltezca su nombre, una banda que con el pasar de los años se descuidó totalmente, ya que su proyecto alterno “Trans-Siberian Orchestra” los miembros de Savatage declinaron en seguir con la banda de los Oliva.


Formada en Tampa, Florida, EE.UU en 1978 bajo el nombre de “Avatar” la banda permanentemente integrada por: “Cris y Jon Oliva” el primero guitarrista y vocalista de apoyo, el siguiente en la vocales y el piano. Para su primer disco, el “Sirens”, se uniría a la banda “Keith Collins” en el bajo y también en las vocales adicionales, junto con Steve “Doc” el batero de piedra que éstos le habían apodado, ya que su estilo era muy rudo y maniático.

Savatage consta con un sonido del heavy de antaño, gente como “Judas y Mercyful fate” serían la piedra angular en la base del sonido de la agrupación de los Oliva. Nos parecerá ridículo que alguna banda de la época no tuviese o emulara un sonido como los de Halford, pero Savatage, con un Maiden en a la par que ya estaba aventando hierro, tachas y cuero, decidieron aunar más en los patrones de Tipton y K.K, pero sin sonar a los ingleses. Digo esto por la prematura influencia que Maiden tuvo en el 95% de banda posterior de los 80s! (81 y 82)  Afortunadamente la banda evoca ese espíritu y combinaciones de muchísimas más bandas (Algo de Venom también, pizcas Hardrock por allá) y da frutos frugales, pero de único sabor.

“Sirens” es un trabajo que lucha por la autenticidad: machacantes ritmos peliagudos de guitarras, perfectas y palpitantes líneas de bajo, rotundas y profundas; vocales noñeras e histéricas, ojo con la cantidad de rango del primer Oliva; una bataca ubicada en su lugar, no se pierde su tonalidad y acompasado nivel con los demás del grupillo. Marcha a la maravilla la ecuación de los norteamericanos. Ya de por si los gringos tampoco se quedaban atrás con la segunda oleada de heavy, con más caña y mechas encendidas a fuego rápido y letal.  

Álbum que cuenta de un carácter diverso, por momentos Heavy pateado con su correspondida melodía descollante, Hardrock Glamero a lo Motley vs Whitesnake (Y perdónenme los acérrimos, pero basta chequear su “Out On The Streets” último mortero del lado “B”) y un poquitín de Thrash recién nacido, con las fosas nasales invadiendo una época “critica” como cuando aprendimos a encajar ojetos, conceptos y palabras con imágenes (Excepto algunas abstractas como una que otra disciplina) les pondré las mejores y más amenas analogías de éste: “Sirens” y “Holocaust” en mi opinión las más destacadas del disco. No sé, por alguna razón también logro ubicar a los Kiss aquí.

 Inmediatamente, casi fugaz y sin pensarlo, podemos notar que estas lechuzas hacían música con un talento distintivo, alejándose de lo que a mi me gusta llamar bandas  proletarias del género: “Saxon” (y eso que me enloquece su sonido, a tope, muchachos) y en esos tiempos, era bien sabido, que cualquier banda que estaba haciendo algo orientado, tal vez parcialmente, a un sonido característico, se respetaba con una cruz en pecho y bandera en alto. A lo lejos de las peroratas y las confusas definiciones, no podemos nada más que atribuirle a la banda un enaltecido y consolidado status de bandaza.

Producción rescatable, que focaliza a las figuras más volcánicas e intrépidas del sonido metalero por excelencia. Pellizcar el recurso de las baladitas tremendas y compuestas con una armonía incalculable y serena; aunque, “I Believe” comienza de tal manera, se va agigantando y tornando en un dragón lengua de piedra y hocico perruno escupe fuegos, mitad dragón mitad cinocéfalo. Solos como a mi me gusta, a la vieja usanza, la escuela antigua de los increíbles, parangones de estulticias macabritas y sopa de patas para acompañar.

Portada cutrona con esos niños elfos (o gnomos, pero feos, muy feos) con estacadas de plata y demás suerte de cuchillos en forma de parafernalia incisiva y carnicera; malsano e infeccioso. Pero, como buena persona aburrida y desganada me gusta más su portada alternativa “El velero en aguas cristalinas y azuladas de un mar tenue y apacible”

Por nota final que les puedo decir, mis camaleones en forma de jorobados dromedarios, nada más que descarguen a todo galope a éstos muchachines que bien supieron lo que estaban forjando, siempre a través de la solidez y la melodía en forma de dardo en el centro del punto rojo del tablero. Sería muy interesante chequear a esta gente en completa discografía, por allí tengo muy entendido que lo mejor aún quedaba por llegar, ¿Quién sabe, no? Ya saben, pónganse sus botas de hostelera, traje de cuero negro, a lo gatubela, y déjense azotar por los Savatage!!!  ¡¡¡Scream Murder!!!





Nota: 8.1 y una Patada en los huevos junto con un socavón que se te abren las piernas de par en par en un pispas!!! 



Publicado Por: Albert Spaggiari  

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