SATFS fue una banda de funk de San Francisco, California, Estados Unidos, donde el principal líder era Sly Stone. La banda tuvo dos periodos distintos de actividad 1967-1975 (Estaría formada por su alineación clásica) 1976-1983 (Conformada únicamente por Sly Stone) lo qué se conoció como la “Era Sly”, aunque él empleaba la mayoría de instrumentos, dada por su gran habilidad y conocimiento en la “Multinstrumentación” Sly And The Family Stone es considerada la primera banda interracial en llegar a los medios masivos y ser popular, y no sólo en su ambiente, sino alrededor de un gran ámbito musical general. Muy extenso.
La banda tuvo varios altercados con “Las Panteras Negras” (Movimiento que reivindicaba a la raza negra de las comunidades de Estados Unidos, desechando mayormente a los blancos. Se basó en las ideas de Malcom X, gran activista político yacedor de todas la ideas fecundadas en “Las Panteras Negras”), ya que ésta se oponían a que la banda albergara músicos de raza blanca, y el uso descontrolado de las drogas empezó por desquebrajar a la banda por completo. Como mencioné anteriormente, en su segundo periodo Sly levantaría nuevamente la banda para finalizarla 7 años después, a medida que su dependencia a las sustancias iba creciendo, saliendo y yendo a un sinnúmero de centros de rehabilitación para el año 83 la banda moriría.
Aunque nos dejó un rico legado, que con el tiempo iremos consumiendo poco a poco. Hoy hablaremos de su cuarto disco “Stand” con el cuál la banda que gozó de fama y gran popularidad en EE.UU, colocándose en diferentes puestos de Rankings y obteniendo varios reconocimientos por algunos de sus singles: “Sing a Simple Song” y “Everyday People”
El disco es una mezcla solida y rebosante de: Soul, R&B, Rock psicodélico, Blues. Este abanico combinado de esencia Funky y el gran protagonismo de “Sly” le da un sabor agridulce, picante y calenturiento. A muchos se les viene de primeras, qué el disco será, porque su prejuicio no les deja quizá, algo que estará lleno de fraseos eróticos y libidinosos, para una justa “desmañaniada” con la novia o la esposa. Lo cual estarán bajo una idea errónea si no se dan una vuelta por acá. El funk, basado en un tiempo intermedio (Ni rápido como el “Rock N roll”, ni tan bailable cómo la “Música Disco”) nos demuestra mucha autenticidad y desplazamiento autóctono de cualquier otra música, por lo que notamos qué en este disco nos desvaina una sensación de Musicalidad ilimitada.
Aparte de las grandes propuestas inventivas en secciones rítmicas y coristas, la gran apertura en instrumentos como: Órgano, Teclados, Bajo, Batería, Saxofón, Armónica, Guitarras; nos dan un Coctel desmesurado de sabores, texturas, relieves compositivos, cantos nada amedrentados y voces dualistas entonas de manera lógica y coherente con su música. Sin perder el hilo y la secuencia rítmica, las voces femeninas de apoyo (heredadas de una atmosfera Góspel) causan el soporte enervado y muy adecuado al sonido polifacético que nos presenta la banda.
Lo que para muchos parecerá aburrido y poco talentoso (Casi bailable) para otros (En esos me incluyo) este disco parecerá una buena dosis de música empleada con ganas, talento y mucha versatilidad, dinámica y enjuague bucal que viene a limpiar toda alimaña pretensiosa de qué ofrecer al mercado, o como vender música con calidad. En pleno, 69, nos topamos con una verdadera pieza de 40 minutos, rebosadas en cantos de mucha energía y espontaneidad.
Un dato sorprendente y muy revelador es la maduración en los instrumentos, la incorporación en los tempos exactos, coreografía en sintonía y lontananzas de canticos de una presencia negra absoluta y revitalizante. Hay muchas partes de espaciamiento para cada instrumento, pero el mejor ejemplo que podemos tener de eso es la siguiente canción: “Sex Machine” en la qué paladeamos unas de las mejores parte del álbum, con mucha adrenalina y pasión al tocar Solos de cada instrumentos aquí incorporados. Y no sólo la ejecución talentosa se nota, sino una gran sensación de viveza y propuesta musical.
Un mensaje, Antirracista y de mucha parsimonia, magnanimidad y bienestar, muchos de esto heredado de la época y auge Hippie, del rock 60s de EE.UU y toda ese movimiento pacifista y armónico. Esto se puede observar en la otorgación de la siguiente canción: “Every day People” Tan aducida a la variedad y la bellísima y delicada melodía que la sustenta.
Aunque, el disco cuente de tanta favorabilidad, hay momentos en que la música necesita trascender, o sobrepasar más las ideas de jugueteo, hacía caminos más llenos y completos y vastos en lo que estaban haciendo. Si, ya de por sí hay buena música, este me parece un disco puente, porque se nota la gran habilidad y manejo, se puede cuajar bien de una manera más encaminada a un sonido definido y no tanto a muchos despliegues en sonidos distintos sin crear una estructura más ordenada para su música. Pero, su fortuna sónica perdona este punto casi en su totalidad.
Lo que se vivió en aquellas épocas fue muy enriquecedor, la gran variedad de música vendría con los 70s, la gran explosión de ramas, géneros, sub-estilos, culturas; todo eso vino a reavivar y dar uno de los mejores y más exuberantes periodos de “Buena Música” El Funk no fue la excepción y ya que el blog nos permite una opción para escuchar algo distinto. Se recomienda, hoy mucho a Sly y sus camaradas.
Sí nos estancamos en el mismo género y canon jamás conoceríamos otra música, de la misma calidad y entrega que cualquier otra. Disco muy disfrutable y recomendado para todos. Sólo chéquense el siguiente tema: Everyday People
¡No hay excusas, a bajarlo a todo costal, perros ensangrentados!
La canción me dio más risa que gusto, pero igual esta pasable pero a medias...
ResponderEliminar-Beksinski-
Gustos de gustos, master
ResponderEliminarManuel
Link Arreglado: 25/10/13
ResponderEliminarAmigo, qué canción, puedo comprarla en Itunes? Daría mi casa.
ResponderEliminar