Trivium es un grupo
de Metalcore formado en el 2000 de Florida, con una popularidad que les haría
abrirse paso al nuevo siglo. Con la presentación de “Ascendancy” a mediados del
2005 y fichados por Roadrunner Records con los participes del Lp, que son: Matt
Heafy en las vocales y guitarra, Corey Beaulieu en la guitarra principal, Paolo
Gregoletto en el Bajo y Travis Smith en la Batería.
Vamos al puto punto,
porque si nos regamos con jabón en la cárcel se nos va por otro lado y se nos
moja la esquina y la piel suda. A darle al putazo!
En este disco consta
de una producción estable y sin ninguna molestia podemos percibir bien el
airecito y el sonidillo. Dejemos a Flanders a otro lado y fijémonos que crudo
se nos pone el asunto con los alaridos desganados y violentos de Matt. (Que ese
año todavía no la hacía de Clon Hetfield) Para ser sinceros, los gritos o la técnica
vocal para gustar del metal extremo que se presencia, puede que aburra o guste
a otros. En dado caso se desmerita un poquillo por no ecualizar muy bien el
producto, ya que esta habilidad se abarca mucho más que las voces limpias y
mientras más se presente esa bestia, debe de hacerlo de buena manera o de otro
modo podría fallar para muchos oyentes, en esos yo me incluyo. Los gustos
varian solo es opinión, pero después de todo…No vemos una pendejada de sobra
con voces incompetentes que no se pueden levantar. No para nada, solamente no
encaja mucho el caos de las cuerdas extremas de Matt.
Como sabrán algunos
esta banda es odiada por miles y amada y alabada como un elefante dorado para
otros. Pero aquí se tratará de ver el lado más neutro que se pueda sacar. Y una
cosa queda clara al escuchar los tracks. No hay nada nuevo!!! Eso que quede clarísimo
hasta para el más idiota y no nos demos paja del compañero. Los Riff atruenan
hasta con ecos y con el gran esfuerzo de hacerlos memorables, en dados casos
fallan y en otros impactan perfecto a los temas. Las guitarras se ponen de
muchas influencias Heavys, Thrash y Death y por donde se vea, siempre olemos algunas
influencias de Metallica, Megadeth, Iron Maiden y una cobertura del Death más melódico.
Empieza ya a retractar tus palabras abusador religioso de este grupo, porque de
esos Riffs tan dinámicos te acordarás a una que otra banda y eso no hay de malo
en lo absoluto pendejo. Pero, si me afirmas que Trivium es un pilar del Thrash
del nuevo siglo y que es la que parte un nuevo sonido. Pues… Te responderé riéndome
como un descarado que la estupidez no tiene limites y tú, amigo mío, eres la
que representa la ilimitada imbecilidad que hay en el mundo entero.
La Batería, se podría
decir que es de los objetivos que hace más chulo del “Ascendente”, escuchar
piezas como: “Pull Harder on the Strings of Your Martyr” es un digno ejemplo de
lo que hablo, con esa Intro pedazo de batería nos da a entender que Travis no
está ahí para ganar unas cuantas putas, cervezas y el dinerín que escurre. No,
ni en lo más mínimo, aquí la crueldad y la contundencia hecha con pasión, dedicación
y respeto, se nos encara aún sin ser tan vistos los bombazos de Smith
comparando las notas de las Guitarras que sumergen mucho por donde no hay oro.
Donde el verdadero Tesoro esta en las manos del percusionista. Pero, tampoco
mintamos, hay momentos ricos en las seis cuerdas, pero sin nada que lustrar. Y
cuando me remito al sujeto de las baquetas, no es solo en la segunda pista, también
en su colaboración en el material, que hace un trabajo excelso y entretenido en
todo el transcurso que se derrite.
La Incursión salvable
o destacable, está primordialmente en las claros y armoniosos tonos limpios de
Matt que le dan el giro y un poco más de aceptación a la masa, por el toque tan
melódico que se introduce en el mar metalero, porque hay más musicalidad
metalizada en el asunto y eso se remedia con un coro que se arme de voluntad y
deseo de proclamar un combo realizado con mucha ejecución y variedad, ya que
este es el plato que se puede degustar si no pudiste con la rama vocal extrema
y eso a mi parecer es algo forzoso, pero si se logra con exactitud y balance, el
sonido cuaja sin tener la pulpa incinerada.
El Bajo es musculoso,
pero no natural, es más esteroides que cualquier pija. Gregoletto, lo primero
que visualizo con ese nombrecillo es un Digiorgio (Bajista de Sadus), pero nada
que ver y nada que comparar. Paolo el calvito engruese sus dientes y da la
mordida en algunas ocasiones, dando una plena libertad y audición en pequeños
momentos, pero es otro incline a la flexibilidad que quiere dar a aparentar el
vinyl, porque no hay mucha mención que se pueda otorgar a la línea del Bajo
individualmente.
Canciones con chispas
como: “Drowned And Torn Asunder”, “Ascendancy”, que tiene una minúscula vertiente
más al Black Metal, la memorable 100 x 100, “A Gunshot to the Head of
Trepidation”, la cremosa “Dying in Your Arms”, “Declaration” y ya la antes
mencionada en el tercer párrafo. Esas canciones hacen que realmente asciende el
producto donde debería de estar y no donde creen que debería. Los detalles más
a fondos me los guardo, porque no hay caso en este archivo de opiniones que se
almacena y que como dije anteriormente, no me parece espectacular, ni bueno, ni
malo, ni nada que se te ocurra por tu opaca cabeza. ¿Letras?, no me tome la
molestia y mucho menos con la propuesta dada. ¿Portada? Menos desinteresante
que ver un papel y un lápiz, puede ser.
Recomendado para el
que disfruta este genero con la dosis más metalera, también a todos los que
quieran reproducir un Metalcore hecho con herradura y para todos aquellos que
quieran empezar con Trivium.
Estoy listo para la apedreada y los vergazos, yo exprese mi opinión musical y de gustos propios y si no tienes ni un mínimo de respeto, pues, te acompañare a reírme de ti, porque después de todo...Esto es solo un comentario y no me arrastrare como perro faldero, como tú chicuelo, lo haces con tu primeriza novia.
Nota: 5.9
Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
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