El Culo se me pone helado y es hora de sentarse en la silla de cuero caliente para quemar y sofocar mis signos vitales con la temperatura de un desierto y encorvarme como jorobado como mal acostumbro sentarme siempre para iniciar los motores en el sitio y escribir como un pajarraco hambriento con desesperación.
Stradivarius +
Stratocaster = Stratovarius, un nombre ingenioso como para tomar un juego de
palabras que une a un violín deidad (por decir que es más que excelente) y una
guitarra de marca Fender que ha pasado por muchos virtuosos guitarristas
alrededor de la historia. Ambos utilizados como referente sinfónicos y
metalizados para un grupo que corría y cagaba sus mejores planteles a mediados
de los 80s y 90s. Hablamos de Stratovarius y su Power Metal.
Grupo finlandés de
Helsinki que iniciaba en 1984 y que veía venir su mejor gancho de fama mundial
con “Episodie” y ya para dejar claras las cosas, la formación de Timo Tolkki a
la guitarrona, Timo Kotipelto en las voces, Jari Kainulainen en el Bajo, Jens
Johansson en el Teclado y Jorg Michael en la batería. Imponen lo que ahora todo
fanático mierda nombra el mejor disco del Power y de no sé que carajos…Ese
mismo señores, aquel que ya tiene la barba tan dura como una patineta y aquel
que se inicio en el genero con el resplandor, sabrá a que material me refiero….:
“Visions”
Ese de la caratula fantástica
y universal que trata su entorno a las profecías de Nostradamus, ese de 1997
que vendió medio millón, exacto el que hasta gano un Grammy. Ahora excluyendo
la popularidad de la banda, vamos al huerto y encontremos la alborotada papaya
que escandaliza a los infantes. A ver, como iniciamos…”The Kiss Of Judas” y “Black
Diamond”, que te dicen esos nombrecitos? Pura Leche descremada en polvo en que
la ejecución percusionista sobresale junto a la Guitarra, armando una avalancha
con el Bajo y unas melodías tan gustosas y bonitas que sobresalen. Claras
vocales influencias Helloweenianas, con un rango limitado y capaz de crear la
chispa de la canción, pero sin antes irse con un sujeto llamado Johansson, ese
que ocupa el Clavicordio y los Teclados a la velocidad de la luz y con el icónico,
memorable y fresco sonido que emite en sus cuerdas.
Tenemos redondez y
circulo musical, ¿porque? Vemos raíces de neoclasicismo y rapidez en los solos
de guitarras, coros épicos, y en el acompañamiento vocal de los miembros, con
un tufillo a Helloween en la velocidad rítmica y una elegancia que abarca en
las sinfonías. Queda claro, esto esta rehusado por el ano más irritado, pero
con una gran capacidad de sentimiento y tecnicismo bien logrado. “Forever Free”,
“Before The Winter” y “Legions”, son los que conllevan una gran y curva línea de
lo antes dicho, con la esencia misma de la dupla Timo con solos y estructuras
que se hermanan con la fluidez del Bajo y la maquinaría topo de Jorg al dar
tamañas huellas con su batería correcaminos, mientras Kotipelto exhala aire y
muestra sus tonos agudos y en veces graves en baladas tranquilas, dando los
pasajes embrujados por donde caminar y entonar en lo alto su voz.
Cuando vamos por
medio camino con ecos, historias de amor, una idea y una propuesta, e nos pone
a pensar la mente: Ah, tal vez aquí es donde se desciende el tracklist. Te lo
digo en la cara: NO, asciende aun más de lo que pudo lograr y sin ninguna
molestia, eso pasa cuando juzgas mal un disco de una hora. Stratovarius sin ser
tan originales, ni creativos al moverte con un relámpago medieval, se enfocan
en maximizar todos los recursos para llegar a la Oda a Nostradamus con sus versátiles
compañeros y su herradura que funde más en el césped y que no necesita esa lirica
de mierda, solo su apoyo en las influencias bebidas transformadas al Power
Metal que lleva su etiqueta.
No es cosa de otro
mundo pero cuando algo tan preciso y directo te llega a los tímpanos sin
ninguna soberbia maldita y una técnica que se perfila bien en las composiciones
con firmes pensamientos, un sonido más que decente y una labor hecha y derecha,
es para deleitar y disfrutar del elevón de animo que puede causar. “The Abyss
Of Your Ayes”, “Holy Light”, “Paradise” y “Coming Home” son muestras del comprobante
del anterior párrafo, incluye machete, instrumentales, acústicas, solos
atronadores, ambiente oscuro y melancólico, impecable velocidad, toque sinfónico
y poderoso, Heavy Metalero en ocasiones, guapas baladas y sobre todo es:
Stratosférico en toda la regla del material.
Se dejaron ver y se
dejaron oírse, gracias a la oportunidad lanzaron aceite y llego el bombazo de
la carrera para la banda, esa bomba era Visions, ese mismo que falta nombrar la
pista que lleva por nombre el homenaje absoluto de porqué están las manos del
profeta contemplando el universo: la homónima de 10 minutos que cierra
humildemente con las liricas más sobresalientes y con una estructura variante.
Refleja lo escrito, escuchado y hecho, anteriormente con la última visión que escribió
Timo y los suyos. Un gran corte de una magnifica elaboración narrativa desde el
inicio turbulento a pasar por el relajante y acústico Nudo, hasta poder lograr
finalizar con el nuevo sol resplandeciendo con el Final flameante coreando la
victoria de un nuevo mundo y de una voz que representa al sujeto que inspiro a
la obra de los europeos.
En una hora de tiempo,
te dejaron caer una mandíbula, te dieron la receta de la abuela y todavía andas
de insistente en compartir tus “cualidades y conocimientos” al que le interesa
una zanahoria si estás vivo o muerto. Deja de chingar al peloncillo obeso o
deja de aclamar tus palabras como si fuesen la verdad absoluta. Deja tus
pendejadas niño monstruoso de solo una oreja y opérate y recapacita en darle
una descargada al sexto álbum de los nativos de Helsinki. Al quinteto que demostró
no tener mucha presentación en cuestión de crear un sonido que no fluya a la
originalidad, pero que basta cuando logra una visión y destino a la banda, ese
fugaz Lp se llamo, se llama y se llamará: “Visions”
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