jueves, 2 de enero de 2014

Asking Alexandria - From Death To Destiny [2013]

Heavy Metal + Hardcore = Metalcore, esa es la influencia primaria de grupos jóvenes que destacarían en alzar la bandera de una generación distinta. No obstante estas raíces no son obligatorias para unirse al saco. Para nada duendes, varios cortan el listón por donde les interese, pero siempre con el reglamentario sonido que caracteriza este género, habiendo Deathcore, Electrocore, Mathcore, Metalcore Melódico y hasta una regañada por no incluir el Blackcore. Si nos fijamos, ya nos metimos en toda esta zona y ahora solo queda afrontar con la cabezona.




Sumergiéndosenos por el ano irritado el 2014 y su servidor rescatando un disquillo que evaporo aguas e hirvió los gustos de muchos fans de este estilo el año pasado, hablamos de “From Death To Destiny”, la tercera y ultima placa del grupo ingles Asking Alexandria, con la formación de Ben Bruce en la guitarra principal, Danny Worsnop en las voces y sintetizadores, Sam Bettley en el Bajo, James Cassells en las percusiones y Cameron Liddell en la guitarra rítmica. Si, maldito orejón cabeza de ladrillo, no estamos para apedrear. Estamos para balbucear y escupir lo que se ofrece.

Muy bien, ahora hay que ver claro el álbum: ¿O entraste por el morbo de la portada y un videoclip en que se ven mujeres semi-desnudas, atrapadas en una maquina con apetito sexual voraz y mostrando los senos y que tu única inquietud es revelar sus pezones o entraste porque eres un seguidor de la banda?, cualquiera de las dos opciones, ya sea musical o depravadamente, terminaste por abrir el compacto y eso es lo importante después de todo.

Arrancamos y lo primero que hay es un lúgubre aire en que finalmente la Batería y las Guitarras lanzan el bombardeo y se crea el maldito, pulido, claro y contundente sonido de una producción actual, que muchos pueden gustar, una ventaja que les hace el aperitivo para el sonido ya que sus canciones no consisten ni siquiera en un corto solo, se basa en la idea de las liricas que muestran el lado más precavido de su frontman alcohólico y he ahí, porque toda esa fascinación en mezclar bien la temática (que es más madura que hablar de noviazgos prematuros, fiestas a lo American Pie y sexo ) con el concreto material que ofrece las corrientes violentas de las cuerdas vocales de Danny y su melódica parte llegando a un rock alternativo vendible y radial.

Como bien mencionaban estos tipos antes de lanzar el producto, advierten que hay pistas de radio y otras hechas con más puño que pataleo. En Pocas palabras, con que nos chocamos, es música apta para niñas de 13 años que se masturban con la imagen de los miembros y para ya experimentados barbones que se tatúan el culo. Ambos gustos se adhieren y se mezclan para traer una llovizna de sabores cremosos y otra de paladares más salados y amargos y otra cosa que añadir, es la importancia de vender masivamente, dicho por los integrantes mismos. El resultado es satisfactorio, venden hasta en las alcantarillas y logran posicionar en premios musicales.

Nos quedo clara la formula de las composiciones y la idea, pero es suficiente como para coronarse?.. No lo creo, es aceptable, entretenido, feroz y accesible, con unos ciertos retoques de inhóspito ambiente en algunas partes. Pero no va para endiosar o cultivar el nuevo fruto. Eso sí, es un material de provecho para sacarle hilo y acoplarlo a tu grupillo de Metalcore. Porque de esa rama extiende lo influyente que puede ser en ese ámbito, pero no para más
.
Batería y Riff son gemelos asesinos, un combo que destroza oídos, que penetra esa sección rítmica con la velocidad y pesadez que puede ser cuando se propone añadir furia hasta en los calzones. Mucha herencia del Death melódico en guitarras y un cruel kit martillador que funde los golpes con la desgarrada y aleatoria voz de Worsnop dándole directo donde debe ir el clavo para sujetar la carga de melodías, coros y un presente sonido Hard Rock noventero con gotitas alternativas que hacen sudar el pepinillo e inundar con un tsunami que se aproxima a perder el arranque violento que tuvo y esperarse un común y corriente corito que te haga famoso hasta en el baño publico más cercano.

Lo bueno de este genero es que combina la armonía sensible con el caos, pero la importancia no radica en eso, más bien en como se equilibrará semejantes ramas, muchos han muerto en el intento y otros han salido del pozo, Asking Alexandria sale herido, pero victorioso con un tracklist que deriva desde piezas crudas y amables muy bien fusionadas, pero en ocasiones esto puede atentar con el interés de escucharlos nuevamente. No hay perdidas lamentables, hay un consumo adecuado y que aunque le falte coordinación en afilar el conjunto con un poco más de centralización, no nos topamos la típica canción Bon Jovi o un estupefacto que narre algo esperado y eso que son 50 minutos.!

El sintetizador y el Bajo se escuchan en pequeños gramos, pero al final obtenemos un kilo que recompensa el atentado. No me queda más que decir que se lo bajen si son amantes del Core más enganchador y si son de los antiguos fans cerrados que se quedaron por el inicio del grupo, pues, les aconsejo que no se amarren por este Lp y finalmente mis cordiales expectativas han sido erróneas y prometedoras al hallar algo tan vendible como una vagina a un centavo sin perder esa maligna dosis que nos lleva a regular el sonido preferencial.

No recomendaré canciones ya que me parece absurdo en este caso, pero recomendaré el disquete completo. Hablar de la portada es como hablar de Mickey Mouse y el hallazgo por el SIDA, así que lo omitiré diciendo que me parece correcto y Simple en el tema que se da a conocer con las canciones.






Nota: 7.0


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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