miércoles, 22 de enero de 2014

Bad Brains - Bad Brains [1982]



La concha se abre y nosotros como muy buenos estúpidos la escupimos, en vez de apreciar su florecimiento…El Punk un caso firme en que veía el cronometro y no pasaba por los rumbos más agresivos, andaba en otros asuntillos y seguía pegando fuerte en todos los sectores. El Thrash era un embrión todavía y solos algunos jefes alteraban las aguas…

Por un lado extremo ya andaban unos rasgos sueltos de lo que sería inspiración para el nacimiento del Hardcore, pero en los más aventuraros y los menospreciados (en ese momento), estaban Bad Brains, unos afroamericanos que empezaron tocando Jazz hasta que oyeron los Ramones e hicieron todo lo posible para grabar material, mientras muchos de ellos pasaban lavando autos, ropas y otros oficios, manteniendo en vida su música tocando en un garaje, y ya cuando agarraban fuerza, fueron prohibidos en tocar en su tierra natal Washington D.C.

Pero antes de partir a una nueva ciudad, dejaron un material gratuito para los que lo veían, ese era el Black Dots de 1978/79 y después de telonear a The Damned finalmente se fueron a New York, donde había posibilidades de fichar y de tocar en clubes, terminando en la oportunidad de oro con la disquera ROIR y sacar su homónimo debut: “Bad Brains” en pleno 1982 teniendo en su fila a Paul “alias H.R” en las voces, con su hermano Earl Hudson en la batería, Dr. Know en la guitarra y Darryl Jenifer en el bajo.

Aclaro que no estamos hablando de Reggae por si todavía un idiota no se ha dado cuenta, estamos en el Hardcore, esta vez en la línea de inicio…

La batería y la voz de los hermanos Hudson son las principales características de un Hardcore veloz, violento y caótico, estas dos figuras son los que alejan más allá el Punk que se vivía, dándole más fuerza y carácter en sus estructuras compositivas, duro hasta no perder la paciencia la tarola y los acompañantes percusionistas de Earl, presencia el taladrado y compacto sonido que golpea. La voz, de lo más variado, tonos graves y algunos chirriantes agudos que desafinan y actúan con mucho poder al ahora de palabrear con agresividad y rapidez. El bajo, se ensancha en los moldes más lentos (los pocos que hay) y en ciertas situaciones acompañando de la manera más apropiada para el estilo que ejecutan…Y Llega el honorario Dr. Know a sacarnos sus literalmente relámpagos: cortos, precisos y con mucha electricidad.  

Y cuando arrancamos la cabeza de Ajo, se nos para 5 pistas de un cortísimo tiempo con la actitud y la energía de sacarnos de la silla y pararse los pelos, en plena situación de éxtasis con muchos sorbos al Punk más clásico en sus momentos corales y algo que inclina la balanza de la diferencia de estos: los tempos, son lentos y veloces cambiando radicalmente la base rítmica que seguía el trascurso. Las pausas y cambios de ritmos literalmente de un segundo para el otro. No es en su totalidad el uso, pero sirve como inspiración y diferencia de cómo  se desenvuelve el álbum, con un poco más de creatividad.

Lo simple se huele a montones y borbotones a nivel compositivo, pero el candente circulo que marca Bad Brains es como para que te enganche en ese ambiente violento, político y extrovertido. Y exactamente ese es el problema cuando finaliza el cuarteto explosivo en su inicio, da una vuelta al Reggae, con tres temas: “Jah Calling”, “Leaving Babylon” e “I luv I Jah”. La incursión de este estilo no se marca en combinación al Punk, como lo hacia The Clash u otros compatriotas, que lo mezclaban en una misma estructura del mismo track. No sé si me explico bien, pero lo que deberán de entender es que si quedaste colgado, te pierdes de las pasivas y calmadas semi-baldas dedicadas a Jah y con un entorno 100% Reggae. ¿Y por que digo que es un problema?, porque pierdes la secuencia en la que te ibas adaptando y esa es una observación importante porque en ambos ámbitos tiene que pegarte bien. Y aquí, es cuando no comparto ese genero, no porque no me guste, más bien porque no se resuelve a la medida. Pero, bueno, cada quien con su oveja…

Ya nos dio una cachetada y una vuelta por las calles más tapizadas del Punk de un minuto y medio rosando el crossover más extremo y una voltereta que ya veíamos venir con los títulos, sí, esa especie de Reggae que sirve para aplanar y suavizar el sonido para aquellos que todavía no soportan ni entienden como gira la tuerca en el Hardcore, o para otros que simplemente pensaban que era sucio y sin gracia. Equivocados aquellos que esperaban eso o los que todavía creen que no pasará nada… Vimos corrientes cortas, directas, corales y rápidas, también vimos pasivas, relajantes y suaves…

Se extiende el sonido más caótico y menos digerible al comer el pastel y no nos da opción, nada más que tragarse la electrificada y cruda guitarra de Dr. Know que enchufa junto al Bajo en la orbita con más suciedad y golpe con muchas texturas tirándole al Thrash. La batería y la voz otra vez destacan en aumentar un poco la agresividad y el minutaje con un collage incluido de melodías frescas y desenfrenadas.

Señores, todo un clásico para entender y moldear mejor lo que vendría siendo el Hardcore en su plena menstruación y creo que estos rastafaris se echaron un plan y una vertiente más influyente para que no se muriese el Punk. Incluso hasta el orden del tracklist se planteo adecuadamente para el oyente, dando una visión perfecta de lo que querían presentar. Canciones recomendables: “Sallin On”, “Banned In D.C”, “I”, “Attitude” y “Big Take Over”. La portada y la idea se centra exquisitamente en las liricas, aunque la portada ya de por sí, da mucho que pensar…Buenaza como el sonido adentro y sucia como la producción.






Nota: 8.0


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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