viernes, 28 de marzo de 2014

The Skull Defekts – Dances In Dreams Of The Known Unknown [2014]


No era de esperarse un logotipo tan llamativo para estas fechas, tampoco era de esperarse un NEW movimiento. Las llamaradas de tuza ya no están con nosotros es más se han ido, y ahora lo único que queda es pescar en este incorruptible e inane mundo, alguna vidriera de plomo fundido, bajo los termostatos de unos 400º graditos. 
Pero, no, no engañemos al lector con lo que ahora les traigo: una bandita de sexta que mendiga por las hileras de algún vaho boscoso de nardos y álamos. “The Skull Defekts” es una banda, under para lo que se dice crema, como para lo que se dice queso cottage, como para ver a un búho apareándose en el día: se ve, se está presente, pero nunca se siente. Lema clave para entender este bizcocho.

¿Quienes son los integrantes? Ya de por sí su música me raja mis intestinos y hace que colisione y expulsen una masa indómita de caca bien caliente, recordar a los tipos se me hace lo más idiota del mundo, cuando ya de por sí este trozo de hez, me importa un nabo.
 ¿Y por qué digo esto?  Porque quiero, porque puedo, y porque me sale de los huevos. Antes de empezar a hacer una reseña, me gusta calificar el material y diseccionarlo como a muchos, pero, con material tan radial y poco alentador de lo único que me dan ganas es de postrarme en el sol y morir por inanición: La hueva eterna ha caído sobre nuestras espaldas. 

Me imagino que el reposo de este álbum tiene que ser eterno, casi sempiterno para nuestros oídos.Señores, ¿Cuántas veces me he quejado del “fanfarronismo” en un álbum? Y por desgracia  la burra más fea, hoy pare unas de esas amelcochadas, agridulces y enmohecidas pruebas de la fealdad mutante.

¿Primero, por qué “fanfarronismo”? se me hace de mal gusto promulgarse talentoso, innato, y mucho más hinchado, llamarse creativo. Porque bajo etiquetas de “Avant Garde”, “Rock Progresivo” y “Música futurista, adapta para cabezas de colofón enciclopédico” seamos diplomáticos: Vayan a martillarse los huevos, cabrones, pero no me vengan con utilitarismos patéticos y sobrantes, y después, sentirse abejorro y desplazarse a la vanguardia extrapolar… ¡Qué bochorno! De lo único que me arrepiento es de haber perdido mi tiempo escuchando esta inmundicia, y les recalco que no pierdan el suyo haciendo lo mismo. Ahora, sigamos perdiendo el tiempo escribiendo porqué esto es una porquería para mí.

“Inextricable rock” no le queda ni la manga del saco a éste ensalzado. Ya de por sí esa etiqueta encierra muchas dolencias y “posserías”, y tan sólo el mínimo y remoto hecho de llamarse “vanguardia” me revienta los sesos cuando no se cumple ni los primeros formalismos del contrato, y consecutivamente, las cláusulas más pateadas que estadio de carreras de caballos, son despojadas de las expectativas que nos aluden. Recomendación: si nos gustan los pandas, no siempre admiraremos el black metal, si disfrutamos de Nightwish no tendremos voz operática, si nos gusta el Art rock, no nos convierte en artistas. Ahora bien, ya separados los Fanboys (TSk), de los músicos, podemos proseguir ligera y donosamente.

Guitarras que sólo crean una tontita y picaresca melodía que se repite en las canciones, compases lentos del pop y usufructos del progresivo. Pero esta vez si hallamos una etiqueta le pondríamos como es debido: “Pobresivo” la batería da lastima, no sé que demonios hace, porque golpetear los Toms todo el tiempo se vuelve aburridísimo… y es allí donde debemos aprovechar para posarnos en alguna colchoneta y dormir olvidándonos completamente de esta caca. Las vocales totalmente aburridas, puras y bellacos susurros embrutecedores, que no oscilan más que entre un Indie factor común, y un poco agrandado y poco fructífero. La experimentación, o mejor dicho, la dizque experimentación “tribal” es tan simple y básica, que hasta resulta tortuoso disfrutar un disco sin perspicacia y virtud.

Este es otro motivo para que siga navegando en las aguas de la marea megalítica y antiquísima del mar negro de los 80s. Esa visión nos hace tener un criterio más crudo de las realidades, y de los fenómenos acontecedores, las corrientes entrometidas y pasajeras (Como este álbum). Y es que mi ánimo está por los suelos, no hallo ni fuerzas para seguir escribiendo, el sopor es nihilista y monstruoso… y este álbum apesta a culo de rinoceronte muerto con cáncer. Disco carroña, para la basura y con un rotundo no de catadura militar. Todas las canciones están horribles, ni siquiera son reflexivas, me entretiene más el Drone que esta desgracia de rock paupérrimo y sin nada que hacer.

¿Saben que les recomiendo?  Que se abracen  desnudos y se olviden de los problemas, escuchen cualquier reggaetón movido… y piérdanse, no los quiero ver comentando por aquí. Esto es para estar de malas, 

¡Qué perdida de tiempo!







Nota: ¿Y todavía preguntas? Un 2.0 bien clavado




Publicado Por: Albert Spaggiari

No hay comentarios:

Publicar un comentario