viernes, 7 de marzo de 2014

Disharmonic Orchestra - Expositionsprophylaxe [1990]



¿Quien dijo que Austria en la música solo era la Clásica, o quien carajos dijo que este país no es proveedor de música extrema?, De seguro fue un primate de 3 ojos y 2 dientes el que afirmo reverenda estupidez. Aunque muchos no lo sepan y otros se amarran de estados unidos como piojos, Austria dio potencial para el Metal, sobretodo en el Death Metal. Para hacernos a la idea, la visualización que se me ocurre hasta el momento son grupos como Disastrous Murmur y los más hermanados de la escena: Pungent Stench y Disharmonic Orchestra. Que empezarían literalmente a romperse los huevos por sacar discos y aportar en el boom del género, en los años 90s.

DO tuvo su comienzo en 1987, sin importarles cualquier mierda nos apetecen con 3 Demos, 1 Ep y un Split con Pungent Stench, todito en el paquete de finales de los 80s. Y por la iluminación que dejo en el camino, fue premiado con un contrato con Nuclear Blast, atrayendo a las ovejas con su debut “Expositionsprophylaxe”, arrancando la raíz en mero 1990. ¿Y que nos contagia el trió de Patrick Klopf (guitarrista, vocalista), Martin Messner (Batería) y de Herwig Zamernik (bajo)? Los Riffs más cuchilleros, el baterista con más tentáculos, el Bajo más sucio, distorsionado e hinchado y los mejores rugidos de una bestia.

Aclaro desde ahora que el producto europeo se inclina por la rama Deather, casi como si tratáramos con el aspecto de un grupo de Death Metal con pellizcos Grind. Entramos en detalle y nos topamos con música inspirada en horror psicológico y surrealista, y vaya que nos hace retumbar el cerebro, no solo por la lirica, también el cuerpo musical se atreve a transferir el temor y pavor hacia los que no han experimentado con, tan siquiera el Metal y también con los entrenados. De un sopón de 47 minutos se nos hace difícil tragar gruñidos sin sintonía, con largometraje normal y teatro difundido en manejar el subconsciente del oyente.

3 Tipos de los cuales actualmente podrían parecer habitantes de un calmado pueblo rodeado de ambientación, son los que le dan personalidad propia su música, diferenciándolos con claros puntos como la guitarra con más derivados de melodías macabras, penetrando el compacto con una cierra que va y viene y no puedes omitirla, por más que intentes esa tarántula de Riffs te captura con la intención malvada de hacerte sufrir. Otra clara tortura, es la batería que revienta los tambores. El combo de los palillos y las cuerdas van correteando con destreza y rapidez llenos de brutalidad encima de todos los esquizofrénicos pasajes y tintes que encierran todos juntos.

Me hubiera gustado que el bajo por su carácter y maniobra, estuviera presente con más habilidad, pero eso no desmerita, ya que en ocasiones de cambios drásticos en los temas, dejan un espacio vacio escuchando el apestoso cadáver del instrumento. Aparte, de que se traza el seguimiento dando el poder crudo de la instrumentación junto a la animalesca vocal de Patrick, que es clara la influencia del Grindcore. Pero si armamos el rompecabezas, tenemos un álbum de Death Metal vomitivo y espeluznante, tan directo que no te deja ningún tema de descanso y gracias a la producción que hace resaltar todo, nos termina de hacer mierda mental y físicamente, como si se tratará de una piedra gigante que destroza tu débil e insignificante cabeza, llevándose paso a destrozar tu podrido cerebro.

Todo cuadra con la portada, todo es como aparenta ser, todo termina en buen caso, las composiciones por lo habitual son galopeando los instrumentos con un icónico y alucinante acorde o Riff, con muchos cambios de ritmo y en momentos acelerar el proceso, con voz apabullante y cavernal y sobretodo una instrumentación que juega con la temática y consigue el ambiente adecuado con secciones rítmicas con demasiada potencia y sin ningún solo, nos expone casos abruptos, como es en “Accelerated Evolution” que en el minuto 2:13, abre el bajo y luego la rutina guitarresca y en 3 segundos después aparece el bajo sucesivamente y desaparece de la nada, dejando solamente la guitarra y la batería hasta el fin.

Desde la intro: “Introphylaxe”, nos causa una gran inquietud, por esa disonancia bajo una sinfonía, comenzando a marcar el camino de la Orquesta más tenebrosa, brutal e incluso técnica de Austria, dando un juego de nombres rarillo. El resultado es pura concentración y mutilación, técnica sobrellevada a las nubes de parte del percusionista Messner, el otro es el guitarrista y vocalista Klopf, dando ambas funciones por delante de todo, arrastrando la velocidad y caos sobre el producto. Todo sabe nítido y huele sucio, con una gran extensión de masas de volumen que hacen que te muevas o te mueven, soy incapaz de describir a detalle la guitarra y la batería, ambos exploran mucho la diversidad de toques con la melodía centrándose en lo rítmico y sombrío que pueden ser.

El ocaso alumbra el edificio abandonado y nos impactamos al ver semejante atrocidad que ha causado reflejar hacia nuestros ojos el Death Metal con más actitud y sello propio que cualquier otro. ¿Que ha pasado con la arqueología y la historia?, como no fuimos capaces de ver el resplandor anaranjado detrás de tanta oscuridad y verlo fijamente sin temor a quedarse ciego.





Nota: Un 9.0 y si le pongo menos, me cae el castigo mortal


Publicado Por: Zdzislaw Beksinski


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