El rock también se
fermentó al otro lado del hemisferio europeo, en las antípodas de los EE.UU, y
en las cercanías de las tierras amerindias. Infaustamente pudiéramos excavar en
Alemania, en Inglaterra, Suiza e Irlanda, y encontraríamos una escena
consolidada y proyectada al unísono con el movimiento progre; o simplemente la
olla rocker. Pero, jamás –Y muchos nos
hemos ido de vergazo al tratar de explorar debidamente las escenas
latinoamericanas- imaginaríamos que en Argentina se cosechó material de la
índole de Vanilla Fudge, Caravan o incluso los marchitos y dorados Ten Years
After. No estoy hablando de pequeñeces, así que ojito blindado, ¿eh? Pero, déjenme
decirles que en la Patagonia ya habían antecedentes (Mucho más cimentados que
en Uruguay) de bocetos del rock árido… tipo “Cactus” (Uyy, ahí sí que no
entremos, ¡Porfis chulis!)
Esos colosos eran en
primer lugar los Almendra, (En primer plano la banda fue una de las efigies del Rock Argentino), los clásicos
Manal vena Hendrix y sangre Cream), y seguidos muy de cerca por Los Gatos, que
anteriormente se llamaban “Los Gatos Salvajes” alcurnias del ardid más ingénito
de las agrupaciones sudamericanas. Pero, dólmenes en los 70´s empezaron a tener
problemas personales: muchos por las constantes deserciones del servicio militar,
y otras simplemente por búsqueda artística personal. Pero, de malo no tuvo nada. ¿Por qué? Porque de
las cenizas nace el fénix (Acuérdese estimado) y de severos engüeres (De esa comida que engorda) nacen
nuevas alineaciones: Pescado Rabioso (Ineludible influencia para todo aquel escucha
serio) Vox Dei (Así como su locución latina lo indica, por unos instantes
fueron “La Voz de Dios”) y por supuesto endémica
y acrisolaba Pappo´s Blues.
Este renacimiento post
60´s de las mismas momias vendría a dar paso (Siempre bajo la sotana de las
expertas) a agrupaciones noveles: Color Humano (homenaje más que claro de la
rola de “Almendra” primero) y Sui Generis, de la que hoy compete hablar. Pero,
para destacar una de las pronunciaciones más notables para Sui Generis fue salir
con aquella película del Woodstock de La ciudad de Buenos Aires: “Rock Hasta
que se ponga el sol” es ese documental/película saldría S.G con una de las
interpretaciones más famosas del grupo: “Canción Para mi muerte”, rola que
habla sobre la escapada del Charly, del servicio militar, al intoxicarse con
una cantidad desmesurada de narcóticos (El vídeo del metraje está muy
recomendable) En fin. Sui Generis formado únicamente por Charly García y Nito
Mestre, eso debido a que la mayoría de sus integrantes disentiría por
cuestiones personales-artísticas.
“Vida” salió en 1972,
gracias a su éxito anteriormente señalado. Disco que se cierne en un excelente
juego de concatenaciones, que abarca la mayor parte de las influencias Folk (hacedoras
de Dylan) y la estampa del sello acústico, tonal, armónico y rimbombante (Influencia
de los Beatles por antonomasia) El dúo forjó en esta primera entrega una serie
destacable de cortes pomposos y refinados en su música, también, portando la
influencia de sus coetáneos (O maestros) como la susodicha visión de un
Spinetta infeccioso (Qué al principio los criticaría comparándolos con María
Elena Walsh, poetisa, escritora y cantautora argentina del viejo bando de Gardel y los
suyos)
“Vida” al final
vendería su porción entre los jóvenes y estudiantes de la época, ya que la temática
del Lp no era conceptual, abarcaba gran cantidad de Tracks con temas de atmósfera
sutil y expresiva, pero de contenido espontáneo y vivencial. Se aprecia en la mayoría
de sus canciones los proyectos futuros, la trascendencia de las eventualidades,
los tropiezos vividos, y un torrente de esa índole. Aunque muchas como “Necesito”
suenan algo flojita en contexto, pero sabrositas de compostura y mimbreña de
complexión. Bien, aquí es donde se percibe esa sutileza que encarga el empapelado,
porque las letras, a veces abstractas y pintorescas, están finamente colocadas,
dejando muchos vacios o intenciones en las guitarras y demás instrumentalización. Con esto pudiéramos
decir que esta obra es una construcción acústica; poética, pero algo flojea
mucho a comparación de la vieja vena. Ya es cosa particular elegir a las
preferidas.
El García loco ése, se
luce muy bien en los teclados, también destacar
que él escribió la mayoría de las canciones, orillando a “Nito” a la
parte de ejecución vocal y guitarrera. Claro que el bigote de dos tonos tiene
una capacidad desbordante y repleta de incursiones solitas que dejan
anonadados. Un tema enfático y enérgico como “Toma Dos Blues” la da un cambio
de aires a esa aura semi a capela que
concierne. Otros como “Natalio Ruiz…” cosechan la rigidez y melancolía inherente del álbum, pero en este corte la
prominencia es sobresaliente, con una letra y un juego vocal acervado; como uno
de los espacios tribulares a la teatralidad, que me hubiese encantado oír más,
aunque la pieza ostenta serios y hermosos cambios de ritmos (Por ahí una
dicción mexicana que cala)
Otras como “Amigo
Vuelve a Casa Pronto” es de aquellas básicas en este álbum, llena de amorfismos
textuales, y de cargas emocionales especiales: “Tus palabras ya son muy
lejanas, y tu voz de paridad se va, Amigo Mío” acompañadas de flautas y un García enfermizo
en teclados. Es más creo que es la única rolita donde el bajo hace un papel de
Machote: preponderante y encumbrado. Las canciones aquí tal vez no estarán bien
cuajadas del todo, pero el álbum no tiene mucho desperdicio. Y repitiendo, en
el aspecto literario no me llenan mucho, pero con la única que me quedo,
haciendo una locuaz excepción, sería con “Cuándo comenzamos a hablar” Para mí
la mejor del álbum, sin olvidar la excelente composición confrontativa que se
echan estos canijos.
También aconsejar a
chequear la portada que se aventaron: tirando al minimalismo, y alejándose del conceptualismo
y abstracciones, como alucinaciones estúpidas de algunas bandas Post-Prog. Bueno, no queda
mucho que decir, sólo que le pongan oídos a este álbum que no panacea albores,
pero si prueba los alfajores. Disco para pasear en la moto robada del vigilante
de la colonia. Lo demás es parte de la “Vida”
Nota: Un 7.5 como los
aguijones en la madrugada cuando tienes sueño.
Publicado Por: Albert Spaggiari.
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