G.G banda que se
consagró personalmente a principios de los 70´s, pero que nunca tuvo mayor auge
en su periodo álgido, las únicas fuentes que promulgó, fueron a niveles “imporpulares”
(como bien lo dijo la banda en una de sus entrevistas) al ver que su publicó no
crecía, que se mantenían los mismos 4 gatos de siempre, la banda decide explorar
nuevos horizontes, y a la pos, ir en contra de su doctrina: “No venderás tu
sonido ni por el crujir de tu barriga” sin embargo no estamos para tachar culpables;
en este caso no hay. Con esto la banda a finales de los 70´s y principios de
los 80´s empezaría un nuevo camino, introyectándose en ambientes mucho más
accesibles para el consumidor. La música del Gentle Giant nunca pudo
eclosionara de manera adecuada; quizá nunca hubo una manera para gente muy
adelanta, inclusive en el progre.
La agrupación se forma
por la separación de dos bandas de los 69´s “Simon Dupree…” y “Gary Green…” con esta escisión consigue dragarse una formación
que pasará a la historia, no por su anonimato seguro sino por la propuesta inentendida,
y hasta la fecha, poco reconocida por el público “acérrimo cemita” del género más prostibulario, y a veces, el
más encumbrado y elitista junto al Jazz y la Clásica. Pero, no nos salgamos del
tema. Antes trabajarían en un proyecto proto-Gentle Giant que ulularía entre el
“Psycho” experimental y esas alegoría dolor estomacal; para pasar, ahora, a un progresibomba
de alto alambre.
Agrupado por una retahíla
de multinstrumentistas, como: Gary Green, en la guitarra principal, también en la guitarra de doce cuerdas, en flautas y
coros; Kerry Minnear en voz, teclado, bajo cello, sintetizador, coros y percusiones;
Derek Shulman. También en las vocales, coros y bajo; así como Phil Shulman, en
saxo, trompeta, recorder, faluta, voz y coros; no olvidando de igual manera a
Ray Shulman en bajo principal, violín, guitarra, percusión y coros; y por
último Martin Smith en batería percusión y xilófono. Sin palabras señores,
estos andan en otro universo; todos están endemoniados. El nombre de la banda
viene del famoso gigante de 2.72 metros de altura: Robert Wadlow.
“Giant” tal vez no sea
uno de los discos mastodónticos de su carrera (Por los pequeños esbozos que
puede dilucidar en sus posteriores entregas), su nombre aún no hace referencia
al nivel explosivo y truculento, al que podían llegar fácilmente, SÓLO, les
faltaría cosechar su estilo. Eso como nota principal. Pero, su música aquí está
muy encima, casi enarbolada, para las demás meretrices pudibundas de la escena.
Pero, más arriba hablé de “la propuesta de la banda” bien, a lo que me refiero
es al extenso hilo que teje G.G en esta primera prueba de suficiencia “Giant” no es difícil ponerse a preguntar de dónde
vienen su influencias, muy bien licuadas, pero sin ningún misterio que nos haga
llamar a Dupin;“Rue” Morgue)
Hay un poco de todo:
desde música clásica rusa (Véase A Igor) hasta Dream pop, algunos toques de la
psicodelia de los conejos blancos, mucha experimentación de la World Music,
algo del emparentado Jethro Tulinesco, y resonancias barrocas. Sin duda que
estos muchachos rompieron la tangente, se fueron en línea pendiente, y dejaron
los horizontes para soñadores. A parte de una gran brocha de influencias, los
G.G se centraron en sacarle el mejor jugo, el más puro sustrato, eliminando las
impurezas (a veces los falsetes del idolatrado) para sacar la quintaescencia de
su sonido. Ahora, bien, estoy hablando de su primer álbum aún; también yo me
emociono por saber que traerán sus continuas obras adultas (Hablando de su
etapa de idealismo perfeccionista)
Quizá, por experiencia
propia, para aquellos que aún no escuchan la banda, sería más gratificante (Y
vuelvo a mencionar que estoy hablando en plano personal) que empezasen desde
esta primera obra, ya que no desperdiciamos “las novatadas” (Aunque de novatos
ni pisca) a comparación de un virtuosismo extenuante y prolijo de sus
demandantes continuaciones. En fin, es sólo una recomendación. Bueno, pero lo
que nos interesa es probar el juguito de esta capucha. “Giant” como bien se
mencionó antes, y como bien leímos en el prefacio de miembros, no nos espera a
una escucha cualquiera. Tampoco hablamos de discos “Zappatianos” o “Magmeados” eso
ya es otro rollo de culteranismo.
Álbum de puro 70´s,
riffs atronadores (Por veces) cantos, coros y escenificaciones vocales Pre-Queenianas,
con un alto enfoque dramático y sinuoso de la perfección armónica, por ahí
buscando la glorificación coreográfica: Voces teatrales de gran impulso verosímil,
entonaciones distensionadas, con una gama bucólica y próspera en fraseos
sabrosos, cargados de unos “Groovies” a tiro de dardo: justo en el ojete. Tenemos
una participación impresionante en violines, celos, xilófonos: desencuadernados,
rompiéndose a tajos, con introducciones genuinas y a veces inapelables para
cualquier ortodoxo y encabronado escucha, éstas llenan las aristas del clasicismo
en su música, creando una ambientación polimorfa y elaborada
La experimentación en
persecuciones, principalmente en batería, es llenísima. Un ejemplo de ello es
la rola “Nothing At All” pero lo sorprendente es que mientras se recurren a
esas improvisaciones, por otra parte, tenemos unos delicadísimos violines que prorrumpen
en una antorcha sentimental y emotiva a cargas denotativas. A su vez canciones “Heavys”
que curiosamente conforman la parte dos de “Nothing At All”: “Why Not?” que
encabeza uno de los mejores momentos, con esos desabridos tonos y cortes: 1-) Tonos
electrificantes, alejándose de la perteneciente atmósfera acústica, y proyectándose
con enemas incluidos a la fiereza y potencia contorsionada que nos demuestran –Que
empieza calma y se hace descontrolada- 2-) cortes, a la reverencia de los monstruos
del heavy de antaño (Bueno, si nos ubicamos en los 70´s serie mejor decir “De
la época”) llanamente excelentes.
La portada es de un
gnomo irlandés, o un tipo bajito muy feo con sus ojos saltones, pero sobre todo
“Amable” si, bien Kindly. Para mí no ha sido un desperdicio de tiempo, incluso,
la mayoría de veces las bandas con un nombre alto son susceptibles a que no se
aprecie su música, sino ese mismo nombre. En cambio con ésta banda (Para mí
casi y completamente desconocida de mis frontera) es una fortuna de talento, y
con el paso de tiempo de seguro seguiré escuchando por su proliferación, su
idea, concepto, sonido (Más que todo) entrega, destreza y musicalidad de
brothers. Para resumir, les aconsejo que se acerquen, se la van pasar bien, y
claro, comprueben la importancia para el género: PLÉTORICA.
¡Bájese imprudentemente
o si no coma mucha mierda!
Nota:
8.6 con afán de violentarte
Publicado Por: Albert Spaggiari.
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