De noruega y el black metal
se ha hablado hasta por los ramales, se ha dicho de “tuto”, y está de más
añadir a la enciclopédica y trumatizante (Qué puede llegar a ser para esos
pandametal´s latinos que se siente el mero macho cabrío en ceremonia)
información que abunda allí afuera. Por eso, de mi parte en todo el especial no
quiero verme mezclado en esa calaña (No porque no quiera, es más, me aburre a
montones) muy bien. Lo que nos compete es la musical, más que nada.
Satyricon es una de esas
bandas que rodó en plenos 90´s allá por patriarcal Oslo, Noruega, y dejó un
legado, considerado por muchos fans del Black Metal, como indispensable. También decir que
fue muy criticado con el lanzamiento de “Volcano” (Lo poco que oí me dejó
embadurnado en el suelo) por ser su disco más peñascoso; so que la antítesis de
“Volcano” fue “Nemesis Divina”. Ahora bien, ¿dónde queda nuestro “Dark Medieval
Times”? muy bien, acompáñenme para revelar me parecer de tal.
No hace falta escuchar muchísimo
black metal, para darse cuenta que Satyricon es una banda ligeramente diferente
a sus compatriotas del terreno gélido, si bien sus coetáneos, o como se llamó
una vez: La primera ola Noruega de Black Metal: de tipos duros; fue considera esfinge
protectora y reservada de los más oscuros y prolíficos deseos de muerte y
venganza en los mismísimos principios del género. Esto quiere decir que esos
primeros embriones, estaban descosiendo ese cumulo infeccioso, a través de “griteríos”
vocales áridas y raspadas. De este entramado se pueden nombrar bandas clásicas,
y de cabecilla para todo aquel iniciático, como por ejemplo: Emperor, Burzum,
Darktrone y Mayhem (Los principales cabecillas del Inner Circle) otras
agrupaciones por esos años se dieron en Finlandia, como: Beherit y Impaled
Nazarene.
Éstas, haciendo un metal
oscuro y tétrico, visto antes solamente en los 80´s por la escena Brasileira
del Thrash más sucio, por la vampiresa en Suecia, y Bulldozer en Italia, y claro, por
los mitológicos Hellhammer-Frost. Particularmente el estilo de esa primigenia
fase noventera de black metal, influyó gotas demenciales a todas las segundas,
terceras y novenas olas siguientes, dentro y fuera de la impávida noruega,
claro está. Así que el sonido de los Satyricon, calificado por muchos por se
creación en la segunda ola, es placa sucesora de lo que dejó Burzum y
Darkthrone, 1 ó 2 años antes.
No incorporo a Mayhem porque
el estilo que éste realizó era muy distinto a lo que los anteriores compinches
componían. Entonces una vez dicho lo
anterior, podríamos afirmar que “Satyricon” captó lo mejor de esas dos bandas
ya antes citadas, y por un lado se adelantó a Emperor, en crear ambientes
obscuros y aflictivos; aunque los de Ihsahn explotarían éste recurso de
atmósfera opresiva y mordiente, como ellos solos. (Chequear su primera placa
congelada en el blog) siguiendo en los desfiladeros, “Satyricon” se escinde de
sus progenitores, para dar paso a un estilo, desde muy temprano es de ver,
propio; y bueno, acuérdense que la sobre-saturación de éste género lo llevó a
la perdición en tan poco tiempo (91-94, sí, 3 putos años) por ello es difícil
ser distinto con tan limitado yermo.
“Dark Medieval Times” ¡es
rico en una cosa! –y eso ni con el peso de los yunques se deja falsear tan
pronto- como su nombre lo indica, (Aunque esto me parece ridículo en demasía)
es un pequeño paso para la creación del “Medieval Black Metal” aunque alejándonos
de esta pueril definición, el disco cumple con protagonismo inherente. Uno de
sus factores claves para tratar de entenderlo, es la incorporación de elementos
acústicos (Flautas y guitarras españolas) en los pasajes desoladores y desesperanzados
del Cd.
En estructura, cuenta con una
variaciones incontestables, por el hecho de cortes paulatinos (Por cierto, muy
deleitables y sobrosones) en sus tramos ligeros-pesados-ambientales. Por una parte esto da estimulo al oyente joven
o aprendiz, de tener en claro que el género más ríspido y bruto (Con cariño, claro,
mis marmotas) puede, en lo más mínimo (¡!) cambiar su vista y dirección, y
expansionarse como quiera. En parte (Y hoy si quiero meterme con esa manera tan
absurda de pensar) ese radicalismo ideológico, estropea la muisca, ya que la
limita como tal; Trabajos que se concentren en la repetición de acordes muy
básicos y exasperantes, a veces demuestran la poco creatividad y propuesta que
éstos representan (En este caso me mantendré callado y no diré nombre)
Siguiendo con “Satyricon”,
sus riffs están centrados en bases agiles y reflejas con la ambientación, un
caso idóneo sería la canción “Walk The Path Of Sorrow) donde la comparación con
Emperor es innegable. Pero éste (Satyr y su glaucoma amigo) están por debajo,
por la sencilla razón que su esmero se enfoca en la resonancia y no en la
teatralidad –Y el mismo acto escénico en la música crea mucha epicidad, aunque
no es un recurso de cualquiera para dominar- continuando con la misma canción, daríamos
cabida, a esas litigiosas y mareantes esculturas ominosas, que nos atañen por su informalidad: Aullidos psicofónicos y fantasmagóricos.
Tal como su Canción homónima, (Segundo Track) con esa acepción severa de
guitarras y parajes meramente liricos.
Y las facetas vocales; esos
rugidos ahogados están riquísimos, con un timbre afónico y nada tonal. A la vez, el bajo
sentencioso: descollante y aural (En sentido figurado) que rompe espacios para
ser aclamados, como en pequeñas intercesiones instrumentales; las guitarras por
su parte crean solos, poco o nada memorables, pero demoledores y asfixiantes, y
hasta agotadores (No tan cíclicos como Nocturno Oculto y los suyos) una cosa
está bien dicha, y es que estos muchachines, a pesar de ser bulla escabrosa, tenían
una idea clara de lo que querían aportar, y eso era: Música Oscura, y
talentosa. Añadir que bien trabajada está.
La producción tampoco, como
su portada, merecen queja alguna, están más que encajadas al performance que
vienen trabajando. Lo demás es música revitalizante, sin muchas canciones que
podría destacar, me quedo con la mayor parte del empapelado, porque disfrutable si que está. Bueno, mis
camarones, arriésguense (para lo que no la conocen… aunque lo dudo, en serio) y
bájense esa prueba de buen Black Metal de Antaño.
Nota: 8.3
Publicado Por: Albert Spaggiari.
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