Wendy Carlos, nacida
como Walter Carlos, en 1939 en Rhode Island (U.S.A). Es una compositora Transexual
de música electrónica estadounidense, como también una de las primeras interpretes
famosas que usaron sintetizadores.
La artista es popular
por su debut como Walter Carlos, que introducía en la música por primeras veces
el famoso sintetizador Moog, ya que también conocía al inventor y gracias a
esto y su gran influencia en la música clásica fue una de las ventas
millonarias para hacerse paso a su carrera, además de tener una cierta fama de
sobra por ejecutar el soundtrack de la Naranja Mecánica y que después de
trascender en 6 álbumes con el nombre de Walter, finalmente se abre paso con un
nuevo nombre desde 1975 como Wendy Carlos.
Al Granero hijo de
Cucaracha. El álbum es del año 1986 (si,si,si,sí el año en que tantas bandas hicieron
sus obras magistrales hasta opacar a cientos, miles y millonadas más) Producido
por la misma autora de las composiciones, Wendy, que en su totalidad el disco
dura cerquísimo de una hora y totalmente instrumental, exceptuando por si
escuchan voces con codificadores como el Vocoder, con un diseño de portada
medio-opaca con unos cuantos animales como de cuentos como el flamenco, pero
esta en su habitad el ser vivo? Y de ahí, nace el titulo: Beauty in the Beast,
pronunciado por Belleza en la Bestia o Belleza de la Bestia.
Uff.. entrando en el
burdel, lo que nos topamos son 8 piezas escurridas y etiquetadas por algunos
como: Música Clásica, Ambiental o Electrónica, les diré desde ya, esta más
enganchado en lo barroco e instrumental que cualquier otra cosa, pero también tiene
las otras ramas musicales, que hace poco mencioné. El momento en donde uno se
alborota es cuando escucha alternativas afinaciones y escalas influenciadas por
el jazz y la world music con escalas fuera de lo común y refinaciones como las
quiere Carlos para centrar su estilo vanguardista.
Las canciones se
forman por movimientos con sonidos sombríos, con un núcleo como un ambiente juglar
desconocido e irreconocible con ritmos de un poco de Jazz, Electrónica y algo muy
tribal sería mencionar una cierta influencia de la música africana que se
ejecuta en el transcurso y que aunque en cuestión de sonoridad no hay vocales limpias
como la mística vocal codificada con versos extraños como es la rola C'est
Afrique, se nota como están tituladas las piezas, de una forma poética y que
cada una da su razón de porque se nombró como tal.
A esto le llamaría música
ambiental clásica vanguardista por sus improvisaciones con ritmos que cambian
de tempos en un abrir y cerrar de ojos, cuando se suponía que seguiría el ritmo
repetitivo y cambiar con sonidos eléctricos, pero es todo lo contrario, el oyente
nunca presenciará una nota amigable con futurismo de sobra, no, no, son tonos
irregulares que pueden acercarse un poco a la comprensión de una atmosfera del
plantel que se establece con un titulo que tiene mucho que ver en las estructuras
musicales y que deja ver que es de mucha concentración y que se asemeja mucho
con sus influencias macabras del clasicismo.
Migajas y más Migajas
caen de experimentaciones con el refinamiento de todas las notas en el teclado
a intervalos racionales de tonos. Hay un total de 144 posibles notas por
octava, que salen de las 12 notas diferentes que existen en una escala
cromática multiplicadas por las 12 posibles afinaciones. Además del
temperamento de escalas exóticas provenientes de Tíbet, Polinesia, India y dos
escalas de invención propia que permiten que este álbum muestre capacidades
invenciones como lo son: los ricos tritonos, afinaciones irregulares que pueden
sonar a un Saxofón y múltiples introducciones de ciertos géneros musicales como
son los ritmos africanos.
El inicio, es un
perturbador encantamiento para que te aflojes a las dos pistas que se acercan a
los 20 minutos, Poem For Balí y Just Imaginings que para mi criterio estas son
las principales autoras de las maniobras que puede causar Carlos con todos sus
instrumentos a su disposición, pero que luego de estas 2 canciones termina la
neblina del extraño mundo de Wendy, por así decirlo, pero nunca termina esa ideología
de poner las cosas como son: Que si hay algo bello, siempre estará lo
grotesco lo que repugnamos en toda la
vida, pero que también hay algo bestialmente horrible, siempre encontramos algo
bello, bueno.. esa es mi idea errónea hacía al trabajo, ya que solo la
interprete sabría con exactitud.
El inicio se presenta
como es, el intermedio y el final como sinfonías lúgubres con combinaciones e
ilusiones de los que podrían ser esos instrumentos pero que son vestidos por la
tecnología digital que se ejecuta y nada más que solo eso. En mi opinión les
describiría como charlatán cada rola pero no da al caso nada, en la música no
se puede dar a detallar palabras, ya que la mejor manera de entenderla a perfección
es sintiéndola con los pútridos oídos con las sensaciones que se les salga por
el orto.
Su temática poética,
su idea incomprensible, sus composiciones incomprendidas y toda la parafilia
que se les venga a la mente, pero siempre con un sonido raíz camuflajeado con
otros y que hasta aquí termino, no se si sea una de las que sentaron algunas de
las bases para la música electrónica, pero lo que si estoy seguro es que hay
que tomarle un tiempo abastecido de interés al material que se presenta ante
nosotros.
Nota: -Indefinida-
Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
Estúpido.
ResponderEliminarOye qué te pasa?
Eliminar