viernes, 4 de octubre de 2013

Parliament – Mothership Connection [1975]

Parliament fue una exitosa y talentosa banda de Funk Afroamericana, formada por los 55, cuando George Clinton era dueño de una peluquería y le aficionaba la música. Él Junto con varios trabajadores de dicha peluquería lanzarían un “Demo”  y tras que éste vio la fama, Clinton decide formar una banda completamente sería y dedicada hacía la música. La banda comparte un gran material genético con “Funkadelic” banda muy hermanada con Parliament y principalmente fundado por Clinton. Por lo tanto, para la historia del género estas dos bandas fueron pilares y rocas angulares en la creación del P-Funk, y/o Funk.

Liderados por una sinnúmero de integrantes, casi una docena entera para la aparición de su primer disco: “Osmium” Lanzado en 1970. Pero, 5 años después de varias sustituciones, cambios de aires, algunas pequeñas giras, lanzarían “Mothership Connection” contando con la siguiente alineación:
Vocales: George Clinton, Bootsy Collin, qué también tocaba la guitarra y el bajo (El cuál hace poco había dejado la banda de James Brown), Calvin Simon,  Ray Davis (Uno de tantos que trabajaron en la barbería), Glen Goins, etc, entre otros; Instrumentos de viento (Como clarinete, trompeta y saxofón) se encontraban gente como: Fred Wesley , Maceo Parker, Michael Brecker, Randy Brecker; En las guitarras: Garry Shider y los mismos Collin y Goins; En el bajo: Collin Y Mosson; en los teclados y sintetizadores: El loco Barnie Worrell; y por último en la percusión, no sólo en la batería, sino algunos tamboriles, cajas y cosas por estilo: Tiki el mentado Collin Y Brailey.
Bueno, una turba cadenciosa de músicos que conformaban la banda. Pero, vayamos al cotarro de una vez por todas, ¡Ebrios asquerosos!
Este disco esta cargado de una atmosfera depura, limpia y sutil; muy fina. Su esencia, como ya vimos antes la cantidad de colaboradores que llevaron acabo trabajo, es congestionada de varios elementos de ambientación y sonoridad en ritmos suaves. Lo que  nos trae es un Funk con mucha influencia R&B, pequeñas secciones psicodélicas en sus entremeses, enormes cantidades de musicalidad y agilísimas y virtuosas composiciones en cada segundo del álbum. Una dinámica cambiante y ligera en tiempos medios (Cómo es sabido en su música) Por momentos escuchamos algo de rock fusionado con bailables entonaciones y vibrantes coros que se repiten en las canciones.
Como se hace notar, esto no quiere decir que sea música disco, aunque muchos aseveren lo contrario, pero, la clave que hay en el Funk es su incursión hacía sintetismos y piezas pop. Por ende, debemos de resaltar que la mayor influencia que tuvo la música disco fue el Funk y nada menos que él. Sin embargo, La música disco carecía, a veces, de un talento innato cómo en el funk.
Continuando con el álbum. Si bien la música efectuada es totalmente agradable para los oídos, pero eso sí, está  muy lejos de ser simple y llana; más bien, al momento de escuchar se necesita suma concentración para no ostentar la idea de que el disco está bailable y suntuoso y de fácil escucha. No, señores, no confundamos las cosas. Nos topamos con una gran cantidad de Feeling y virtuosismos, combinado con una brocha amplia de ingenio de aquellas épocas (Pocas defraudaban) Obviamente que tampoco se tienen que negar la propuesta artística ominosa. Los 70s no sólo empezaban con buen Rock, Reggae, Punk, Soul… estamos muy lejos de la cantidad de aportaciones que hizo el genero Funk hacia la misma música, hacía la misma historia sonora.
Destacar la gran riqueza que se respira en el trabajo es muy complejo de explicar y de difíciles recursos literarios para expresar, así que nos conformaremos con decir que el álbum, permeado de canticos varoniles, distorsiones en la vocales, fraseos delirantes y escopetones; pero, las secciones rítmicas son copiosas, exuberantes, abarcadas de una pasión barbará. Lo que me gusta de Clinton y sus muchachos es “El esmero, pasión, talento e ideas” ya con estos 4 elementos tenemos las ecuaciones perfectas para que la música sea de sumo agrado y nivel altísimo.
Lo que estamos escuchando fue nuevo en aquel entonces, pero que no les quede dudas que es totalmente fresco para estas épocas saturadas de posos de mierda eterna e incurable. Hay un dato importante a resaltar, es la inocente incorporación de voces que se alargan a través de los minutos, este recurso hoy en día está bien saturado, casi acabado y odiado en aburrimiento por muchos; aquí sucede una cosa distinta, notamos claramente cómo estos tipos no tienen miedo de abarcar las canciones cómo a ellos se les vienen en gana, sin rodeos y sin abusar del recurso sustituyéndolo por atractividad para el oído no acostumbrado, porque saben de su  calibre y talentosa vehemencia a la hora de componer.
Bueno, no me queda nada más que decir que el álbum cuenta de un ingenio absoluto y repetirlo sería aburrido, pero dense la oportunidad de escuchar “algo nuevo siendo añejo” paradójico ¿no?. “You Need The Funk” (8) ¡A bajárselo, perros!




Nota: 9.3


Publicado Por: Albert Spaggiari

1 comentario: