domingo, 20 de octubre de 2013

Klaus Schulze – Trancefer [1981]

Klaus Schulze es un compositor alemán de música electrónica (Hablando en un contexto no tan estricto de la palabra) Desarrolló grandes habilidades en Bajo, Guitarra y Batería (Bueno, para no seguir llenando espacio, se consolido como “Multi-instrumentista”, después de varios estudios profundos de éstos) en sus primeros años cuando pertenecía a bandas del meollo Krautrock (1968-1971), justo después de dejar Tangerine Dream, Schulze se dedicaría a componer música “Espacial” De aquí saldrían varios álbumes en carrera solitaria. Trancefer fue uno de tantos que innovó y aportó un nuevo color hacía la música; aunque ya estuviera surgiendo la New Wave y el Pop Ochentero Klaus, fecundaría sus variados estilos en lapsos constantes.  


Muchos de los álbumes que hizo con varios músicos colaboradores hoy en día se consideran “Rarezas” Sí, en la red también. Su carrera solista inclusive fue más prolija que todo el material de “Tangerine Dream” con más de 60 álbumes Schulze a pasado a un grado muy relegado en la música. Volveríamos al milenario debate de la justicia en la música. Simplemente agregar: “No la hay” Sin embargo, pasemos a la crítica.
Trancefer se consideró el trabajo más corto del músico alemán, con tan sólo 36 minutos, éste trabajo resplandeció con un singular sonido para la década 80s.  Cuenta con las interpretaciones de: Wolfgang Tiepold en el Cello y Michael Shrieve en la percusión (Algo muy inusual, ya qué Klaus conservaba una sólida técnica); los instrumentos digitalizados, secuenciadores y un par de pequeñas pinzas espaciales y erráticas, todas éstas y más elaboradas por Schulze. También mencionar la alta trascendencia que tuvo el trabajo para dos signos zodiacales distintos: “La Escuela de Berlín” (Posteriormente, claro) y “La Música Trance”.

El trabajo está constituido únicamente por dos piezas instrumentales; “A Few Minutes After Trancefer” (Unos minutos después de Trancefer.) y “Silent Running” Basada en la película de ciencia ficción, protagonizada por Bruce Dern y dirigida por Douglas Trumbull: Con la temática de la extensión parcial de la mayoría de plantas de la tierra. Las pocas que quedaban eran refugiadas en grandes invernaderos. Curiosa temática, ¿no? Habrá un día que cazarla cuando se nos hinche la barriga.

Volviendo al álbum…. Es esta obra notamos el primer torpedo lanzado lejos del típico diseño berlinense de electrónica. ¿Por qué? Sencillamente, aquellos trabajos promulgados a inicio de los 70s contaban con una gran influencia futurista y fovista de la música, una versión más descontrolada de crear piezas. Por ejemplo me retornaré a mi reseña de “Kraftwerk” Ya que las dos concurridas bandas, pertenecientes del mismo estilo y de la misma escena son el punto crítico de análisis y observación para distinguir ambiguas evoluciones dentro de ellas mismas.  

Kraftwerk en su endiosado con su Autobahn (No reseñaré nada de él, aclaro) mantenía un estilo más revolucionario, anarquista y gamberro, diferencia de lo qué se escucha aquí (Trancerfer) la línea que todas las bandas y artistas alemanes de música electro bebieron de Kratfwerk, Schulze “La concretizó” ¿La hizo ordenada? Se podría decir que no, ¿Entonces la hizo más experimental? Mmmm, Tampoco, mi amigo. Más bien diría que dio un vuelco y protagonizo su estilo, ramificándolo en una serie de apesadumbradas canciones de alto minutaje.

En definición: Las espurreas y acartonadas caras de sonidos atonales y divergentes crean una atmosfera, no basada en ritmos y sonidos plurales, mejor dicho crean una atmosfera inhóspita y “cansable” pero de montura totalmente loable y singularmente arriesgada para el escucha promedio y poco adentrado en la música de este tipo. A diferencia de tantos trabajos, éste no nos lleva al espacio, ni al inframundo, ni al cielo (Evangelis, perdón, Vangelis) se podría decir que nos absorbe en un vaivén de contorsiones gélidas y finas. Un glaciar desplomándose con mucha percusión y sinfonía adrede.

Sin embargo, el trabajo cuenta con una insondable aura tétrica y perspicaz. Se nota que los dejos y vacios silenciosos son parte de la continuidad de las composiciones. EL trasfondo es negruzco, enmohecido y nefasto. No nada digerible. Para tratar de entender mejor su fisionomía  hay que zambullirse en la marea del álbum. Cómo dije antes rompe el estandarte y de las generaciones pasadas y su actual (80s Age) Ya qué el pop gobernó toda esa época con sonidos irritablemente armónicos. Lo que sigue de interesante a Trancerfer es su propuesta y gran calidad ingeniosa en composiciones “NUEVAS” Las escazas copias y nivel de ventas fue un indició para saber sí lo que nos estaban dando era algo cómo “Madonna” Este punto es totalmente subjetivo.

Pero hay puntos desfavorables. No crean que todo sea pan, gloria y bendición. Es cuestión apreciación y consideración hace falta un cambiante estado de ánimo, mejor dicho, diferente del que tenemos comúnmente. ¡¡¡Pero, con toda la música instrumental se necesita estar templado y a gusto con la serenidad!!!! Pero, muchacho, aquí no es solo “música instrumental”  es más que eso, agrégale ahora un tiempo regular no cambiante y que permanezca la mitad de cada canción (9 minutos) casi asemejándose a una “Monofonía Ambiental de pocas tuercas dobladas” Escúchalo, no creas que es “Popol Vuh”, ¿eh?.
En este punto dilucidamos qué el disco llega a aburrir, es un poco monótono unas cuantas oídas, pero a medida se desenvuelve la bestia.

¡Último punto! Cómo siempre, siguiendo esta metodología en reseñas, dejemos el Arte para el final. Y ¿Qué tenemos ahí? A ver… Está algo complicado, ¿no? Hojas, huesos, ¿qué demonios es eso? Cromatismo y textura mediocre, para mi pendenciero, perdón, mi criterio, ¿veaaa? No, no hay mucho que hablar. Me da flojera esa mierda jajajja. Aunque, con esto, creo que la teoría que sostuve quizá sea más valida de lo aparente. El significado del álbum, quizá este mucho más allá de mi comprender, por ende, la pequeña y vaga idea que sostengo del álbum podría encajar con esa cosa de portada que veo allí.

Dejándonos de hacer el papel de ridículo (Creyéndonos críticos de arte) les aconsejo que escuchen detenidamente éste álbum, yo aún no le he apreciado muy bien (¿Y para qué publicas la puta reseña pues?) porque  de lo que estoy más que seguro es que el álbum es uno de aquellos intragables de un bocado, éstos se llevan semanas y sí es posible meses. Ojala me equivoque y no desperdicie el tiempo escuchándolo, pero da igual, MUSICA ES MUSICA y hay que tratarla por igual.






Nota: Por el momento 7.5 (le digo al tipo de la reseña que vea esto dentro de 1 año, a ver sí piensa distinto)



Publicado Por: Albert Spaggiari

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