Public Enemy es o fue
(No sé cómo está su situación actual) una banda de hip hop de Nueva York,
EE.UU. Se formó en 1982 por Chuck D cómo vocalista principal y autor de las líneas
rapeadas de primer plano, el antiguo miembro Dj Terminator X y El Mc (Maestro
de ceremonia) Flavor Flav. La banda cosecho grandes seguidores a partir de su
segundo álbum “Its Take A Nation….” Experimentó con su música por los años 90s,
después de ser calcificada cómo banda de “culto” entre su mazmorra la banda
tuvo su lugar entre su género.
Si bien fue catalogada
una de las principales agrupaciones pilares en el sonido de los “80s Rap” lo
qué más tarde se llamaría “La Edad de Oro del Hip Hop” Golden Age Rap. La banda
se rodeo con músicos del ambiento rockero; sampleó la canción de “Angel Of
Death” de Slayer en su riffs inicial e hizo algunas apariciones con el Anthrax.
La banda al su respetivo tiempo osciló entre una combinación medio pesadona y
bien hip hopera!
Bueno, démosle molote
a la bicha de enfrente. P.E y su Yo!... (Lo mencionaremos de ésta manera para
evitar escribir todo aquello de arriba) presenta un ritmo cada vez mas alejado
del sonido inicial del género, por ende, esto nos deja ver la línea delgada que
separaba los estilos de cada generación naciente de Rapers en su estado más a
lontananza y lejano. La ausencia de guitarras es notable, no hay indicios ni de
mezclas de esa índole. Por otro lado no tenemos ya la presencia Soul y Funketa
por ningún lado; y con estos muchos dirán: “Buenooo, ya está dicho todo, no hablemos
más, Un disco de Oro” pues no pondremos en tela de juicio el anterior
argumento, sólo trataremos de ver sí hallamos esa definición.
Sabemos qué los
chicos no pretendían agradar a nadie con su estilo, por allí se rumoreo mucho
que ellos presentaban una nueva esencia y dinámica que levantaría los confines
de todo aquél que osó tocar dicho estilo, y a pesar de ser una banda con una
gran reconocimiento cómo que ésta volada se les subió en el cogote, ¿no? Algo disipados
en sus ideas con lo que querían tocar. Pero, Vayamos paso por paso.
Algo muy interesante
del álbum está en el uso robusto del Tumtablism: si se fijan muy bien y
concentran muchos sus oídos escucharan que este elemento se incorpora antes del
desenlace de cada track previendo antes ya el final sin verlo y sentirlo. Las cajas
de ritmo crean esa afanosa “Pared Sónica” de la que tanto se jactaban éstos
locuaces. Las técnicas cómo el “Scratching” está bien fomentado con algunas canciones
que incorporan con la distorsión tanto en instrumentación y vocales rígidas y
rápidas de parte de “Chuck D” en el álbum se mencionó mucho la falta de labor
que tuvo el maestro de ceremonias, “Flavor Flav” sí bien no tenemos mucho que
decir de él, algunas coros y fraseos están bien ubicados y encajan
correctamente en las piezas, aunque algunas mantienen la expectativa baja.
Hay algunos
instrumentos, por de decirlo de alguna manera, orgánicos, qué también se
incorporan en la afiliación, éstos están fijados en algunas halos un poco menos
desesperante, y lubricados con mucha movilidad: Unas notas de pianos, algunos
platillos de batuca, y algún bajo que se ensanchando las rolas en mucha de su
presentación. En la otra cara de la moneda tenemos usufructo de sobra para
explicarles la dinámica raperistica del álbum. El disco inundado de mucha
improvisación, algunas de éstas se pasaban en Loops, o mejor dicho en repetidas
veces parrafeando un cántico inicial, esto satura la atmósfera de una rudeza
pura y agotada por veces, aunque no siempre pueden equilibrar la variación,
poca de la que cuenta la banda aquí.
Todas las canciones
cuentan con Samplers de fondos que guían el ábum en su totalidad, no hay
ninguna que no cuente con esta alternativa para componer: sonidos de motores,
algunas herramientas dentífricas; “al principio un auto arrancando”; algunos
taladros que se oyen disparcitos por allí. A veces sí carece de ingeniosidad a
la hora de verter estos elementos que podrían sacar más provecho que recitar
trivialidades nada loables.
Ahora la parte sin
censura. El disco me llega, pero a un aburrimiento absoluto; el sopor es
inevitable con el mismo ritmo balbuceante de las canciones, y la estúpida línea
rítmica monótona que cae en un “risco soporífero” no hay un cambio distante y
plausible en la obra que presentan. A
veces me parece una tremenda conjugación simple que solo llena espacios para
seguir escupiendo tonteras sintéticas y muy lejos de qué estás sean nutritivas.
Las rolas se vuelven casi predecibles y absolutamente desechables cuando van avanzando
los minutos faltantes. Lo fructífero del álbum no se encuentra ni en su ineficaz
maestro de ceremonia, ni en Chuck el que me hace sacar una cantidad enorme de saliva
al momento de dormirme con él disquete.
Se me hace un rap tan
simple y pasado por “sonidos extraños” algunos divertidos para ellos en crear
esas pequeñas y espaciadas auras nada cambiantes. Y no critico a la banda por
su popularidad, sino porque me mande antes de las 11Pm a la cama. No halló, ni
una pizca de satisfacción en esto, que un álbum me aburra es peor que no me
guste por ser “Extraño” o de distintas “Rama” o de alguna manera que no lo
entienda. Pero, mi desagrado sería más satisfactorio si fuera por alguno de los
anteriores caracteres, pero es por puro relleno que me aburren. Y su portadita,
quemen esa mierda.
Señores/as i les
gusta Public Enemy, disfrútenla y si eres nuevo y sientes curiosidad por darle
una escuchada a sus discos que mi reseña no te detenga, te suena la frase de “cada
cabeza es un mundo” A mi, en lo personal me alegra mucho que hayan cambiado los
estandartes del hip hop, pero creo que se están masturbando sin manos.
Nota: 5.4
Publicado Por: Albert Spaggiari
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