Aquello que fue
alguna vez prejuicio, ahora es curiosidad. Lo que alguna vez subestimé, ahora me
cerró el hocico. Tarde, pero seguro. Así vi yo la música dentro de El Salvador:
Llena de mierda. Dos factores me abrieron los ojos: 1. No podía creerlo, 2. Investigar
a estas instancias…. Y si hablamos de Metal la cosa se pone más jodida. Para mi
fortuna y la del que está atrás del monitor, lo que presencié en estos días fue
un giro extremo y total de mi idea cavernícola. Una Banda y sobretodo de
mecanismo e ideas diferentes como propuestas que van más allá que cualquier
patraña como Friguey o RED (Puta madre, que asco!), la agrupación a la que se
le atribuye el tremendo elogio como una de las mejores bandas nacionales es
nada más y nada menos que los locos de: El Ático.
Cuando se trata de
Rock Progresivo lo primero que pensamos es que será el Clon 10,000 de Pink
Floyd (por poner un ejemplo), pero cuando se trata de un planteamiento instrumental
y complejo como lo que ofrecen Neto Larios (Guitarrona), Juan Carlos Erquicia (Bajote)
y Nelson Maldonado (Baterona), sin llegar al vanguardismo exagerado, pero con
un millón de mixturas estilísticas por doquier se pueden esperar dos factores evidentes:
1. Que sean unos fanfarrones que hasta puedan tocar con la uña del pie
izquierdo, o 2. Que propongan calidad e imaginación con la destreza que
aportan. El Ático sin lugar a dudas ocupa el segundo factor.
Bueno, para entrar en
materia gruesa, relajarnos y tomarnos un Ricky empecemos con el orden
apropiado: La biografía que se desprende de esta agrupación que cumple ya más
de una década en activo, es que desde el 2003 han forjado una sustancial manera
de componer que a lo largo de los años la han reforzado, añadido, renovado y
mejorando con el sabor de las experiencias y la práctica, llevando a los tres
mosqueteros a la oportunidad de lanzar álbum en 2010. Y así, estamos
contemplando la única placa que redondea el estilo del Ático: “Encuentros
Paradójicos”, y para no mentirles…Es demasiado arriesgado grabar 45 minutos
instrumentales, pero la valía se la han ganado tras un extenso periodo de duro
y caluroso trabajo.
Compleja, Jazzera Y
desde un principio fue Latin Rock. Pero la hoya se puso caliente y las
tortillas salieron volando cuando la pura esencia del Metal se presentaba. Neto
con su Guitarra tras pasar de afinaciones acústicas y eclécticas se va al rollo
Riffeante y rítmico, Juan Carlos derramando su vertiginosa labor en el Bajo y
el Batero Maldonado juega un papel crucial trazando ritmos con el gran combazo
que hace con los platillos y los tamborazos que pega….Uff! Y es que es una
creatividad enorme en base al Jazz que comprenden en compañía. Un rompecabezas
de ritmos, melodías y sentimientos que se expresan y se disuelven sin la técnica
súper maniobrada, con la intención honesta como una Jam Session prolongada,
entretenida y ambiental.
Desde un inicio se
buscó un vocalista, pero como la música es tan versátil, creativa y honesta,
que la misión se dificultó y siguen sin ese aporte (aunque no lo necesitan) las
estructuras son enrevesadas y coloridas…Nada de Mathcore pretencioso y gruñón! Pero
si hablamos de patrones o la parte central de cada canción, no la hallaremos.
La mixtura Rockera con el Jazz y otras vertientes que inundan hacen ver que lo perfecto
no es el que lo tiene todo, sino el que con lo poco que tiene, lo hace todo.
Así de claro, perros! Con 3 putos instrumentos crean un puto universo
armonioso, tranquilo, rítmico, arrebatado, pesado, relajado…En fin, aquí hay de
todo.
Por ejemplo en la
canción: “Fuga” se determina la cualidad de la banda en esos 9 minutos de
cambios de ritmos, el que domina podría ser Neto, pero sin las añadiduras del
Bajo y los tempos de la batería sería un caso aburrido. Experimentar por todas
las raíces y no verse como payaso haciendo malabares es un punto a su favor,
aunque también sobresale el concepto indescriptible e indescifrable para declarar
a cierto tipo de música como tal, o como es el caso, que la música de “Encuentros
Paradójicos” te cuente las mil y un historias detrás del laberinto adictivo e
inquieto que presentan sus autores para darle personalidad a cada track, sin
etiquetas o limitaciones, no tiene descripción alguna o mucho menos digno de
una retahíla de estupideces que debería de escribir de tanto pozo de
Genialidad. No, la banalidad la dejamos para un perrajo cualquiera, estos…Simplemente
son de las bandas que uno debe de escuchar si quiere conocer el potencial en la
música de El Salvador.
Una puta y clara
Maestría en Composición y Transmisión de Sentimientos, Un Lp se dejó como
huella indeleble para constatar el legado terrenal que han derrochado Neto,
Juan y Nelson a un país que oculta joyitas por caquita de bebe africano. Que se
caigan más seguido los reyes por San Salva, para deleitarnos los oídos!. Esto,
malditos chovinistas de mierda, es el aporte nacional de verdad y no esas
cagadas de indio o florituras pajeras a lo Epica…Bufff!! Aquí Hablamos de Rock Progresivo de Élite, por no decir otra cosa...
Canción favorita? Nahh..
TODO!! Descargarlo? COMPRARLO, Maldito Imbécil!
Y es que globalmente
no es algo como para ponerlo en un altar, pero si vemos dentro de la escena y
dentro de lo que se puede apreciar de un álbum de esta magnitud es un avance
importante y Disco Buenazo. Se pueden decir más o menos de El Ático algunas
palabras para acercarnos a su enigmática y rockera música, pero ninguna
definirá a perfección lo que es “Encuentros Paradójicos”, como la siguiente
frase: “Cierra los ojos, abre tu mente y deja que la música te cuente mil
historias”
Nota: Un 8.5 más sólido que el acero
Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
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