Cuando alguien está
tan acostumbrado a tocar la misma chispa por unos añales en su carrera, se pone
a pensar y a reflexionar si seguirá por ese camino o se desviará por otro
rumbo, conllevándolo al individuo a la salida del confort para saltar a otra dirección
sin pena ni gloria, pero con éxito de salir adelante. Y sin irnos tan lejos, en
la poblada Inglaterra de la actualidad he encontrado un caso simple y
significativo de lo que hablo: Sophie Ellis Bextor, una total desconocida para
los que se empalagan a borbotones, y otra adquisición que no debería pasar por
alto estas fechas, sabiendo que si One Direction con el mariconerismo venden
como pan de la Loida, entonces “Wanderlust” con la portada de Bextor como una
modelo no lo hace, pues….. Estamos jodidos.
Y si la portadilla
nos atrae o no, el factor sorpresa tanto para los fans que la conocen de
rechupete con brillantina en la cara chorreando Dance, tanto para al lector y
al escritor, nos introducirá en plena forma delante a un Pop atractivo del cual
no te crea un pepino sagrado, como tampoco se considera un opus magnus. El hecho
de cambiar los papeles pudiera ser una estrategia de marketing para todas las
pendejas que tuvieran una voz portentosa y poderosa para desperdiciarlo en algo
tan banal y sucio como sacar el culo mastodomico y operado mil y un veces para
atraer a las sanguijuelas masturbadoras y ganarse pasta para drogarse. Patrañas
de imbéciles, pero con Bextor es una cosa distinta, que se quede claro eso.
En “Wanderlust” no
veremos nada más que madurez y exquisitez, sin rellenar esa formula que obtiene
el Pop vulgar de Gringolandia, como tampoco ser una Adele 32, sin payasadas ni
saturaciones de elaboraciones. Sophie junto a los colaboradores interpretan en
base las estructuras del pop, un hilo musical más dramático, más orquestado y
trabajado de lo usual. Y como si fuera poco, si le añadimos una dosis de elegancia
y maestría de parte del tono y timbre vocal de la inglesa, se nos expone fácilmente
una potencia en melodía, en ritmos dominantes, en estribillos espectaculares…En
fin, en puro calibre del bueno.
Me parece que
despojar la danza y el meneo Dance por un cambio de tuercas con más ingeniería
es una elección que pocos o muchos lo harían, dependiendo de que clase de
artista estamos hablando. Y sí, La de los ojazos coloridos con la voz que posee
(que tampoco es del otro mundo, pero cabe resaltar) se adhiere perfectamente al
nudo de cuerdas, a los coros, a las percusiones, a los teclados, y que hace dominar la ensalada con medios tiempos, baladas y algunas moviditas que harán de las suyas, aunque aclaro: Nada de versus con Dj Tiesto
por aquí, aunque bien pudo serlo y gracias al diablo no lo fue.
Y para no merendar
muy tarde, la cosecha se hace presente desde el momento en que “Birth Of An
Empire” arranca con un combo entre violonchelos y arreglos orquestales para
introducir fácilmente en el ambiente que capturará todo el CD, como también sobrelleva
la clara presencia de los instrumentos desde el primer segundo. Lo que hace de este
compacto aún más relevante entre los lanzamientos Pop. Y detrás de la apertura,
“Until The Stars Collide” entornando en un juego de teclados y unos cambios de
ritmos variados donde Sophie hace gala de su presencia añadiéndole el feeling o
el sentimiento que impregna a un álbum que a primeras masticadas parecía plano
y casi un hilo ambiental, Craso Error el mío.
Y como quien no
quiere la cosa, rellenarlo de tanta mierda de orquesta de escuela pública no es
el devenir o el talento de costumbre que veremos aquí. Mientras la Cara A para
no aguadar los oídos con el tufillo dormilón, se trazan jugadas más chiclosas
pero no sonsas ni monótonas, jamás. El estilo de Ellis es cualquiera donde se
haga lucir vertiginosamente la labor que puede transmitir tras el micro, y si
cambiamos los hits de antro por la música expuesta en “Wanderlust” veremos en
verdad la cualidad de la bailarina. No se puede añadir un cuarto de papa a tan
redondo material.
Con el single de promoción
que fue: “Young Blood” como una balada que ni fu ni fa, retrata con exactitud
el olor y la temática musical que exhala la quinta placa de la Bextor. Aunque después
de un interludio se intuye la Cara B como un símil de lo antes visto, se nos
carga más emotividad, más fuerza e intensidad en los instrumentos y una conjugación
más rítmica para los súper-estribillos. Ejemplos perfectos: “13 Little Dolls” (casi
rokerilla y pegadiza a matar), “Love Is A Camera” (que en un inicio parece que
no, pero chifla bien) y “Cry To The Beat Of The Band” (Mi canción favorita).
Recomendado para
cualquier lagartija desprevenida que no optó bien a la hora de comprar lo nuevo
de Selena Gomez, en vez de conocer y ampliar el mismo gusto por el género con una
ofrenda de calidad pura, como lo es Sophie Ellis-Bextor con su maduro “Wanderlust”,
solo apto para paladares que exigen cosas jugosas, finas y deliciosas. Repito,
la belleza física y musical a la que se exponen no les arrepentirá cuando
digieran bien la sazón. En pocas palabras es: Un Álbum Dramático y Entretenido.
Nota: Un 7.8 más alto que Stinky
Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
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