Coagulando por las
sustancias más novedosas uno encuentra desde luces intermitentes que dejan
ciego a cualquiera, como también revelaciones que deben ser tomadas en cuenta.
Dentro de un costal que comparte desde las mayores mierdas por ver hasta obras
magnas que no podemos soltar, entre toda esa capa del siglo XXI el cine se
disponía a compartir una película que tanto alarmantemente galardonada y
conocida hasta el cariño de la esencia
de lo bueno y desconocido del underground, se abría paso. Multiforme, Crudo,
Distintivo y Original: “Mystic River” un peldaño más de la carrera del Clint
Eastwood en su faceta tras las cámaras. Donde el cine estadounidense sacaba
polvo, pupú y gemas en vez en cuando.
“Rio Místico” es un
drama de 2 horas y pico donde llueve la intriga de un trama sencillo y criminal
donde lo importante de todo el rollo se refleja en 2 sucesos que perturban las
vidas de los protagonistas: Sean Penn (Jimmy), Tim Robbins (Dave) y Kevin Bacon
(Sean), todos unos niños. El hecho donde ellos escribían sus nombres en una
cera y llegan unos supuestos policías, donde secuestran a Dave y lo mantienen
en cautiverio 4 días para el dominio de unos pederastas sedientos, al salir de
esa traumatizante y dolorosa situación Dave no era el mismo. 25 años después,
Jimmy un comerciante que había salido de la cárcel, Sean un policía y Dave un
padre de familia que parece estar muerto en vida, se reúnen por el asesinato de
la hija de Jimmy donde el trío se intercala dentro del mismo problema, obligándolos
a encontrarse, he ahí donde la intriga, el suspenso y demás comienza…
No quiero redactar
todo, pero aclaro esos dos puntos en el rodaje oscuro, lúgubre, sombrío y
misterioso de Clint Eastwood. Porque gracias a estas escenas se comprenden los
comportamientos de cada quien, el mensaje que quiere transmitir con los métodos
de vida de los tres personajes: Un policía, trabajo ejemplar de lo que digo, un
comerciante con dominio y un tipo traumado que asesina un pedófilo. El
encuentro entre ellos, la prolongación que derrite las investigaciones tras el
asesino, donde Clint claramente quiere poner a prueba la inteligencia de los
espectadores con algunas escenas. No puedo afirmar que estamos ante el mejor
elenco, pero puedo decirles que cada uno impregna sentimentalmente la tristeza
y crueldad del film amoral que apreciamos y degustamos con excelentes
interpretaciones.
Un manjar y un
diamante que te arrastra hasta el inesperado final, en el que te cuentan lo
ultimo y te cagan todo, así de sencillo. Me abstengo de descripciones profundas
por algunos tramos, pero no guardo en silencio esas peculiares casualidades del
destino y los consistentes giros por la lineal estructura por hallar al
asesino, donde interviene la sospecha del espectador y comienza a tomar curso
de que no estamos ante un típico desarrollo de las artes gringas por destrozar
lo que hace ver “Rio Místico”, la crueldad, la esperanza, la inocencia, la amistad y la naturalidad que
evoca el director a nosotros con un mensaje que cada quien puede entenderlo a
su manera según cómo conecte la trama hacia nuestros pensamientos.
Basado de la novela
de 2 años antes, esta vendría recargada de metáforas, lecciones de vida, una
frialdad en el aire sin explicación. En fin, ya ni cuento porque tanto como tú
u otro individuo que navega los mares del buen cine que cava por las tierras
profundas de la singularidad que forma una Obra Maestra, sabe que no
necesitamos ninguna sinopsis o narración de “Mystic River” para saber que la
cinta pertenece a esa sección privilegiada. Sin necesidad de exaltarse como
simio o utilizar palabras rebuscadas, una palabra define el concepto de la película:
AMORAL.
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