Vuelvo a orinarme en
la cara de muchos, para traer por aquí, uno de los gordos castores que ayudaron
a crear el Heavy Metal. Como ya sabrán algunos, no solo los “grandes” estuvieron
solos en esa tarea pesada. Y si me quedo a contar cuantos nombres de la escena
underground hubo, que contaron con su frijol a la sopa, que no fueron ni
conocidos por su abuela, jamás terminaría la lista de empolvados. Pero les
aseguro que si hay oportunidad de echarle una probadita, hay que hacerlo. Ya
sea, por su escasa popularidad o por muchos otros motivos que nos impidan acordarnos
o aproximarnos a ellos. Para que finalmente veamos si es calidad o clonación.
Precisamente es el
mejor momento para sacar de la manga un grupo alemán de facha setentera. Con un
nombre como los Amigos de Lucifer, es imposible no escarbar como canino
entusiasmado por saber si es un buen hueso degustable o caca de jardín. Y nos
apretamos más las muelas y el ánimo de quitarnos la cera ensangrentada de
nuestros oídos de zapotecas, para escuchar sin molestias el material. Claro,
sin tener expectativas altas, ni bajas, solamente la curiosidad de gato, de
morir feliz o vivir sufriendo en pena. Con un historial de una manzana colgando
bajo el nombre de Asterix, ahora estos germanos se preparan para una propuesta decisiva
que contemple una carrera bajo el nombre de Lucifer's Friend.
Alemania es astuta en
todo sentido, en cada estrategia y jugada, se la saben hasta para la comida, la
tecnología, el futbol, entre tantas cosas más que comparten una conexión de
dominar todos los terrenos existentes. Por lo tanto no me sorprendo que nombres
como Scorpions, Michael Schenker o toda la familia del KrautRock, tengan su
reconocimiento en la música. Peter Hesslein en la guitarra, Joachim Rietenbach
en la batería, Dieter Horns en el Bajo y Peter Hecht en los teclados, lo tienen
aprendido por causas regionales. Lo saben al ver a Inglaterra dominando el
territorio. No cabe duda, que la mejor jugada fue agregar a un inglés al
conjunto, tanto por su afición a bandas Hard de la época como los Zeppelins y
los Sabbaths, como por la oportunidad de ser vistos.
John Lawton era aquel vocalista británico que
les daba el pasaporte a los de Hamburgo, para llegar a las expectativas de
formar un grupo serio. Así, con toda pasión y motor, nos montamos en una
orquesta de Hard Rock con tintes Progresivos, que expresarían sus cualidades en
este debut homónimo, que muestra dos tipos mafiosos en un barrio sucio, donde
se puede apreciar un callejón y un charco de sangre bajo estos peculiares y
extraños sujetos que tienen cara de comics endiablados, y tras todo esto,
observamos escrito en sangre el nombre tanto de la banda como del disco, con
una señal de paz y amor debajo de ella, en una pared de a lado. Si eso no
sorprende viajemos a su música, que es lo más importante…
Vocalista a medio
paso a ser un prodigioso Dio, solo que con un timbre un poco más agudo y la voz
más limpia, en pocas palabras un tipo que defenderá su grupo antes de marchar a
Uriah Heep, para remplazar a Byron en pleno apogeo Punk. Pero más que eso, cómodo
con sus compañeros. Vitalizando la típica energía rockera de esos tiempos.
Desgraciadamente su labor es más reconocida en otro factor, del que origino en su
momento de originalidad para la música con los Luciferianos (por favor, no
confundir con el Luciferismo) de Hesslein y los suyos.
“Ride In The Sky”, es
la entrada al infierno, al portal de las letras ocultistas, al más estilo satánico
y diabólico, sin ser tan explicito, ni poético. Como lo presenta el disco. ¿Pero
que oímos con el primer tema? Un grito agudo desesperante que abre los
componentes del malvado trombón francés emitiendo una sonoridad extraña que es
acompañada de unos tipos cabalgando sus instrumentos con todo fervor y un
estribillo que recita el tema con un corte vocal parecido al de Klaus Meine,
pero elevado a más no poder. Lo más similar a un hit, pero nada que ver con una
patraña de “Satisfaction” de los Stones. Porque de inicio, está cabrón e
ingenioso, aunque las Aventuras de Led Zeppelin harían “configurar” el track
para hacerlo de ellos con el titulo de “Immigrant Song”.
En menos de 3 minutos
y nos quedamos desorbitados de plena entrada al inframundo. Lo extraño pasa
cuando bajamos la escalera y nos encontramos con los demás temas. Casi ninguno
obtiene una simple estructura de música popular. Con las dos bolas puestas en
mano, tenemos asegurado puros Riffs de gran fuerza colectiva, con una
influencia Jazzera e improvisación rítmica que utiliza el bajo y la batería,
con una audición explotada sin pasarse de la línea. Y un órgano que añade sofisticación
y progresión a la pesadez que ejecutan. Si con Budgie evolucionan el sonido
Sabbath en sentido Progresivo, exactamente eso hace Lucifer's Friend con el
Hard Rock. Pero la producción juega su papel cuando todos los elementos suenan
en equilibrio, aún cuando hay solos de teclado o guitarra. He ahí, la
importancia del productor.
Mencionar la descripción
de cada tema es imposible, como también referirse solitariamente los juegos instrumentales
que hacen los cambios de ritmos a medio camino, para abrir un puente que
termine como el inicio. Así, que me abstengo de detallar mucho el asunto,
porque es tan amplio, que merece darle más entonadas de perro labrador al
material, que comerse el jocote con la semilla. Se necesita mucha atención.
Sobretodo en los pasajes intercaladosen medio de cada canción, que llevan mucho
aceite de Rock Progresivo, tanto que puede abrumar a las señoritas. No por su monotonía,
más bien, por su elaboración melódica con muchos ritmos. No, tampoco es pretensión,
porque hay momentos justos donde se implementa esta vertiente.
Cuando estamos en
1970, con una agrupación de desconocidos por completo, lo primero que nos
preguntamos será: ¿Acaso, tendrá magia propia, tendrá una estabilidad para no
aburrir al oyente, sin necesidad de sacarse fotocopia o mariconadas simplonas?.
En este caso, tenemos una respuesta satisfactoria, cuando presenciamos los
coros, más que todo, por que es aprobado el engranaje percusionista, las
habilidades bluseras del bajo, los Riffs machacones, el órgano tan técnico y
bien entonado de Hecht como las líneas guitarrescas. Entonces, ahí radica su
importancia Lawton, en todos los temas hay una originalidad de estribillos,
gritos, fraseos y coros. Siempre agregándole algo diferente a la canasta.
Otra prueba de
calidad, sin respetar el orden enumerado. El inicio de “Toxic Shadows”, con ese
teclado poniendo una base con una armonía pegajosa, entra la guitarra, tratando
de ser compatible con su compañero, mostrando la misma línea, los mismos
acordes juntos para abrir camino a John, con otra creativa manera de cantar.
Cuando transcurre esa vena de Rock Duro, el ambiente lúgubre da unos pasos ante
el tema y el tramo instrumental finaliza las notas, para luego repetir ese
arrancón como final del track. Y otras más experiencias me causaron ese teatro
rockero, esa orquestación de Hard Rock, por decislo de alguna manera. Con notas
que se repiten el tiempo adecuado y sacando más aún, cuando pensamos que todo
acaba en ciertos momentos, pero estos perros te ponen toda su maestría y pasión
en el álbum completo.
“Keep Goin”, es otro
reluciente gramo, que tal vez pueda describirlo. Ya que los interludios y la dinámica
que utilizan para manejar los temas, son maravillosos en todo el sentido del
culo. Con toda la expresión de lograr ametrallarnos con sofisticación y
ocultismo. Esta tercera pista, es de paso lento y de grosor bajistico con unos
alcances que agarran el pasivo canto del británico que luego se desplazaría con
seguridad y ganas de matarnos. La Batería es precisa en todo largometraje, en
toda carretera, en toda excursión al mundo en llamas. Otro intento recalcable
es el efecto electrónico y ambientalista que provoca Peter con un teclado
espacial en “Baby You Are A Liar”, donde resalta en su mayoría por su
diferencia de transcurso a comparación de otras, donde se diluía un órgano.
Y para enaltecer y
reflexionar el porqué de un nombre tan escalofriante como los amiguetes del
diablillo, recordando cabronadas como Coven o Black Widow. Es el final de esta
obra: “Lucifer's Friend”. Carajo, cuando me espero semejante nombre, me pongo
curioso y lo que agarro es el mejor tema del vinilo, para mi criterio verdad?,
y respetando todos los demás. Con una dicha de cortar el listón con una lirica
en especial que rescato, donde recapitula y hace homenaje al calabozo que oímos
antes, a la portada tétrica que veíamos antes, dando razones de su manejo a
estas inquietudes, con un aura peligroso, las guitarras se enloquecen y los instrumentos
nos empujan al vacío, donde el vocalista, recita líneas calmas en donde la
marea de sangre se calma y luego se refuerza con un final donde no hay espacios
para las progresiones, solo la técnica que requiere la batería y compañía
cortando nuestra garganta, cuando de repente se para la música por unos
segundos, para cerrar como abrió, con un grito agudo.
La letra, más
tenebrosa que cualquier mierda y de las más espeluznantes del Rock, que conjuga
su temática con la música, lo cual la hace más original:
El temor y el miedo
desde la noche de ayer
El pequeño hombre llamó a mi ventana
La hora que él querría, pero tenía que correr
Pero estará de nuevo
Desde ayer por la noche yo vivía con el temor de espanto
Todavía oigo su voz gritando a través de la noche
El pequeño hombre llamó a mi ventana
La hora que él querría, pero tenía que correr
Pero estará de nuevo
Desde ayer por la noche yo vivía con el temor de espanto
Todavía oigo su voz gritando a través de la noche
Le pregunté a Manny,
le pregunté a Sue, no sé qué hacer
Cada hora lloro, yo no quiero morir
El miedo está en mi cerebro
Desde ayer por la noche yo vivía con el temor de espanto
Todavía oigo su voz gritando a través de la noche
Cada hora lloro, yo no quiero morir
El miedo está en mi cerebro
Desde ayer por la noche yo vivía con el temor de espanto
Todavía oigo su voz gritando a través de la noche
Ven toma mi mano, yo
soy amigo de Lucifer
Esta noche es el final de tu camino
Ven toma mi mano Soy amigo de Lucifer
Esta noche es el final de tu camino
Llévame, llévame lejos, puedes tenerme,
puedes conmigo, me puede quitar…
Esta noche es el final de tu camino
Ven toma mi mano Soy amigo de Lucifer
Esta noche es el final de tu camino
Llévame, llévame lejos, puedes tenerme,
puedes conmigo, me puede quitar…
Lo que me sorprende
cada vez más, es que en 1970 en Alemania, no me esperaba semejante vergazo del
bueno, de nutria ciega y molesta. De gran talla y de una porquería de
reconocimiento, con solo algunos saber del fichaje de Uriah Heep con el
vocalista de este quinteto. Con solo eso de referencia, no me queda duda que la
música es injusta en todos los aspectos de popularidad, pero cuando citamos la
calidad, todo depende de la investigación, el aprecio y los gustos de uno
mismo. En esta ocasión, el capitulo se cierra nuevamente con otra obra magna,
que me cuesta la espalda quebrada, el culo calentado como un gato y los ojos
irritados de un violador, para hacerle espacio en este sitio a una banda que
merece estar en la colección de un amante del Hard Rock, como también contribuyendo
a propagar música en internet y de sobra con una opinión personal.
Ogros y Ninfas, con
ustedes: Lucifer's Friend.
Nota: 10
Publicado Por: Zdzislaw Beksinski
No hay comentarios:
Publicar un comentario