viernes, 4 de abril de 2014

Overkill – Feel The Fire [1985]


Hablar de Thrash es una cosa muy seria y no debe tomarse a la ligera, más cuando hablemos de uno de los principales pináculos astrales o uno de los escarabajos peludos gordos, de eso que sus mordeduras son perennes, imperecedera y definitorias. y así se rompió el cotarro del jeby maltrecho, de saña en vivero y con faz tremebunda; imposible equivocarse de datos, el panteón y la suerte ya está echada…. A ver que demonio sale con ella: Overkill en mayúsculas y con letras verduzcas, no de yerba buena sino de moho antiquísimo, respetable y poco manducado. Prepárense los fuertes, no los halcones imbéciles y alimañas rastreas que dicen conocer el Thrash por Testament.

No quiero extenderme con la historia del Thrash, sólo por hoy. Porque cuya vida es prolífica en los doraditos chochentas, y su manifestación llega con el primer acabose en su lustro: 1985. Americanos de cepa, de mecha New Jersey, donde el metálico y rasgado sonido aún no se había colmado de malas influencias (Las heavys a pedales) pero, una banda llamada “The Lubricunts” que tocaba Hardcore, decidió quebrar los fingimientos y malas partidas del Punk violento de los 80s, y llevar una estilo más metalizado, con la ayuda y mano venosa de la NWOBHM; “Feel The Fire” (Titulo que bastaba para atragantarse con inciensitos venenosos y con una lacerante y flameante luz rojiza: le llaman fuego de los bastardos para los más bastardos)

El Hardcore a la mierda, el D-beat podía ser más rápido si se controlase, los tiempos rítmicos tendrían que acelerarse con bases y estructuras más complejas, llegarían los “Solos Thrashers” –Aquella púa hija del Sucubus, que rasgaría hasta la sienes de los querubines y serafines más puros y anodinos- El patrón despedazado en notas gruesas, políticamente indultadas de equívocos dinámicos y más groovies. Quiero decir, la sintonía estaba sobrepuesta en un nuevo manejo en guitarras. Éstas ayudarían a crear la atmosfera nefaria y constestona, ya que sus irreverentes cortes provocativos aunarían en espasmos para cualquier musculo ejercitado

Gracias Motorhead, sin ti el pez no hubiese pasado a un anfibio terrestre, y mucho más lejano, sin ti, el hombre no hubiese caminado por la senda correcta de la evolución musical, salvajemente indicada. Señores, le debemos una pleitesía de toda la vida a Lemmy, el borracho y sus secuaces harapientos. Y eso es lo que llevo a Overkill a formar el batallón de guerra, a desinhibirse de los miedos antes la emplazada y el conflicto armado-musical que tenían en las narices. La obra sísmica te causa el fragor y el susto acompañado te hace cagar de pánico: Preséntese Feel The Fire , por favor.

¿Cómo podríamos darle justicia a este álbum, señores? No prometo nada, pero venga, a intentar. Integrados para su primer sello con: “Blizt” en las vocales (Después de ser llamado por un anuncio de periódico) Verni en el bajo, Rat en la batería y el otro Bobby en las guitarras (Lead y principales, no te creas que por tocar como Maiden somos Maiden) El sonido de la primera entrega suena a pastos quemados por el bombardeo, bosques incendiándose antes las aperturas de maléficas y vodeviles risitas de hiena angustiada y despalomada “Personality a roer, mi lápiz mongol”

Lo que te encontraras con el álbum es lo siguiente: Coros “Hardcoreros”, pero sin llegar a ser pestilentes colinas de humos negros, Guitarras iniciáticas para el metal extremo, poco ampulosas y muy descarnadas, sin tapujos y con bases más sutiles y directas; un bajo que sobresale en cada pieza quemada, su presencia hace una importancia perdurable y contenedora de la masa necesaria, ni tan chllón como le E´m All de los de florida, ni tan bestia como el Mercy de Papi King. Las justas, te quedas sin progresiones, un poco de Power americano con New Wave británica y toques punketoidianos; bataca de resolución amplia, con un abanico sincero y rítmicamente sabiondo. Cambios de ritmos agiles y poco meditabundos, esas pausas coristicas, y verbalismos intrincados hacen de esta una maravilla de metal, bien ejecutado y organizado desde sus primerísimos planos.

Tema por tema va desangrando las esperanzas de los inútiles y los Fanboys, porque si te gusta el sonido americano y no has escuchado a Overkill por estar rallando a Anthrax, pues salte de aquí, yo no quiero comentamierdas y fanáticos ardidos. Vocales personales, uffff eso es lo que necesitamos en nuestros tiempos, carajo!! Un “Blizt” que llena la facundia de enjundiosa y venal progresión vocativa, con registros secantes y ásperos, rasgueos juguetones y frases intercaladas con valorativos versos fantásticamente llevados a la agresión adecuada. 

Después de tocar las canciones de Los Priest a velocidades nunca antes vista, Los Overkill, mancillarían con sus chaquetas desgastadas, pantalones rotos  e inamovibles pelos largos. Atuendos mamarrachos, pero con razón por encima de la nubes, contestatarios a morir… Su música lo dice en tres palabras: Fell The Fire (Y yo agrego una) Carajo!!!

¿Canciones a destacar? Toooooditas mi compinche, esto es clásico de clásicos, manjares anticuados pero más importantes que las ubres de la vaca para la leche Thash. Y lo único por agregar seria que, estamos frente a un cárcamo “odiseico” de gran cobertura e influencia orbital. Nada lo define mejor como “Clásico de Clásicos” fácilmente entra en una lista de los mejores 15 discos de Thrash Americano… ligara, audaz y gratamente son los papis de la escana, rompiéndoles los dientes a algunos Big Pendejos. Portada… de CULTO..  no se hable más, esto sólo es para los amantes del Thrash Metal: genero sucio por excelencia y mordaz por afluencia.

Cuando escucho algo tan bueno, tan directo y apabullante, con estos patrones e historia heavymetalera, no me queda más que callar, porque los Overkill hacen música de machos… y no me vengan hablando que Exodus es la quintaescencia americana, sin haber puesto oídos a los Verni. Los dos van de la mano, eso si, pateando a ese granero ingrato de los más “famosos y gloriosos” ¿Big Four? ¡Mis pelotas, Overkill Gobierna, hijo de la gran puta!   






Nota: Un 9.1 como la muralla china de laberíntica, y como las pirámides de guiza de mironas y cabronas. 





Publicado Por: Albert Spaggiari

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