Voidoids fue un grupo de punk
americano qué surgió en la segunda mitad de los 70s. Liderado por Richard Hell
en el bajo y las vocales, Robert e Ivan en las guitarras y Marc Bell en la
batería. La banda es a veces citada cómo: “Richard Hell And The Voidoids”
Aunque muchos se preguntaran de donde nace esta banda o más bien, de donde se
origina su sonido. Antes de continuar debo aclarar qué la banda sólo lanzaría 2
álbumes en toda su discografía, más de algún en vivo y uno qué otro Ep.
Pero bueno, dónde nos habíamos
quedado. La banda fue totalmente manejada por su bajista Richard, éste ya había
tenido algunas bandas antes de Voidoids, permaneció en “Heartbreakers” y la
mítica “Television”. Sin embargo, después de un pleito con esta ultima, Hell
formaría los “Rompecorazones”, aunque no duraría mucho para qué se uniera con
algunos músicos buenos y formaría “Voidoids” de la cuál hablaremos únicamente
hoy.
Un sonido muy caracterizado a lo qué
trabajo Stooges en sus inicios. La banda lanza su primer material en la mero
jocote del punk-rock, donde se estaban hirviendo las brazas del segundo
regimentó punketo. A lo qué se conocía en aquella época era un pedal rápido,
vocales casi gritadas y muy exaltadas por disfemismos, intenciones abruptas y
entonaciones de malhumor a toda caña; guitarras tan madrugadoras y trepidantes
en forma de afiladas garras de gatos monteses; y algunas que otras
participaciones exuberantes en el bajo, pero no me dejarán mentir, eran escasa
y mayormente incipientes.
Con este trabajo, Hell y los suyos
nos traen un material muy fresco, algo vanguardista y de enlaces casi
totalmente diferentes, sin entrar en detalle con la onda New Wave. Se conservan
y apilan muchos elementos rezagados por el Rock de antaño (Casi imposible sería
separarse de éste) pero con la nueva variante de innovación y experimentación,
podemos ubicarlos cómo en periodo qué compendio lo qué hizo gente como Sonic
Youth y Velvet Undergrund. Entiéndase lo qué quiero decir con esto. Las escenas
muy saturadas de cañas violentas y fusiones más extremas estaban llevando al
género a niveles nunca antes visto, pero siempre teniendo en cuenta la
desvariación heterogénea qué se logra dilucidar aquí. Cuasi elementales,
compañeros.
Pero, qué es en realidad Blank
Generation.
Pues, simplemente, una nueva dosis de cómo se debe enfocar –Aunque
la música aparentemente demuestre ser sencilla- este tipo de música con raíces
más complejas y elaboradas, sin llegar a las inescrutables y deliberantes
insinuaciones que ostentó gente como: “The Clash” quizá no tanto por allí, pero
sí igual de ambicioso; sin embargo carente de pretensión. La infracturable
muestra de talento es evidente a leguas, qué digo a leguas, a espacios cósmicos
estelares de grandes hazañas Newtonianas. Podemos ver mucha simpatía en vocales
y estructuras totalmente esquematizadas y con una cohesión intachable, sin
ganas de refunfuñar y de gran noble aptitud de avance y despliegues en todo
sentido y extensión de la palabra. La música si bien crece en los 40 y pico de
minutos, haciéndose muy fortísima y musculosa, deja algunos alientos de
inmundicia, tanto en términos liricos cómo musicales.
Otro aspecto muy importante es la
aunada cantidad de riffs inventivos y solos de alta manufactura (Si bien no
veloces cómo se hacía el punk, pero sí muy caricaturescos y de altas esferas de
omnipotencia innatas) La introducción es totalmente sofisticada: como implantar
un esquema Jazzístico a una música diáspora, alejada y nada emparentada con
ésta última. Los estribillos son muy inteligentes y poco hastiadores, no son
aquellos que abusan de la melodía y el ritmo, porque se reflejan muy bien en el
minutaje y la visión donde quieren ubicar su terreno auditivo, después de unos
cuantos fraseos hay un descontento y algo de afabilidad, así como “música
efeba”
Tenemos una herencia por parte del
Rock n Roll, Hard, y mucho punk ensamblado
en las incansables y consonantes adecuaciones modestas y presuntamente
sencillas.
Lo qué también observamos y oímos son
las desconocidas piezas entre sí, y siempre destacando aquel recurso tan gran y
salvador en este álbum, cómo el de la ingeniosidad y la exploración de ritmos
sintéticos, maduros y estilísticos. La
agresividad se ve amedrentada y muy descontinuada, sí es qué se le puede decir
qué el álbum cuenta con agresividad, más bien con energía y aires muy
cambiantes.
Las piezas atrapan a primera y última
escucha, pero no por un sonido vulgar y pegajoso, sino por una indagación y
esmeradas cavilaciones qué van saliendo a medida qué le tomas el tiempo al
visceral y locuaz disquetillo.
Podríamos especificar cada una de las
canciones para llegar a una resolución más clara y entendible para el lector,
pero cómo el cansancio al igual qué la empatía es compartida, no se tocará tal
esfuerzo, además de proporcionar sólo inutilidad y muermo soporífero. Pero si
podemos hablar un tanto superficial de las rolas qué lo componen.
Lo interesante es qué la mayoría
cuenta con no más de 2 minutos de duración, qué nos tiran amputadas y elogiadas
proporciones de disoluta creatividad, poco a poco vas armando todo ésta en una
fortaleza intocable y escudriñar su barrera sería imposible. Canciones tales
cómo: “Love Comes In Spurts” roñera y calidad, “New Pleasure”, la desconsolada
“Who Says”, la estridente y fortificada (Para mi la opera prima del álbum)
“Blank Generation”, la carismática y aducía “The Plan”, la incomprensible y
adelantada “Another World” y “Im Your Man” son casi las vertebras directrices
de éste álbum, pero para no herir
susceptibilidades (Aunque creo que no las
haya) todas mantienen el rango de indivisibles, impenetrables y omniscientes
Obras qué hacen la piedra carbónica fundamental en diamante invaluable de los añales
rockeros.
Arte algo gay, pero ÚNICO.
Saluden
al Señor Hell y sus lengüetazos armónicos.
Nota: 10
Publicado Por: Albert Spaggiari
Esto no merece ni verlo, IDIOTA!!!!
ResponderEliminar-Beksinski-
DEMONOS VELGAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA PEDAZO DE CHUCHIS
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