P.J es una banda de rock alternativo/Grunge de principios de los 90s, formada después de la desintegración de la banda “Mother Love Bone” Integrados por Eddie Vadder en la vocales, sí es el tipo qué se parece a Jesucristo, exactamente ese canijo; Jeff Ament en el bajo, éste uno de los principales fundadores de la agrupación con “Stone Grossard” en las guitarras rítmicas; y por último el baterista de papel “Dave Krusen”.
Después de varias audiciones y falta de integrantes, Stone y Jeff deciden hacerle una prueba a Dark Vader, perdón, Vadder, ya qué ese último había escrito las letras de unos demos de la banda qué originalmente eran instrumentales. Se le notaba una gran habilidad lirica. En este álbum esa habilidad da el gran cause de las interpelaciones liricas y temas sobre depresiones, suicidios, tristeza y sentimientos nulos de alegrías, algunas de estas tienen mucha realidad con la vida de Vadder.
Ten, cuyo su nombre indica es dado por el número de un jugador de Bastekball, qué quizás todos admiraban, con esa portada muy conocida de las manos alzadas entre todos, con el significado de unión y hermandad entre sus miembros.
Pasando a lo que de verdad nos interesa, la música. Ten recopila una de las mejores colecciones de sus canciones, un repertorio clásico y que muchos recordarán. Canciones cómo “Alive”, “Even Flow”, “Black”, “Jeremy”, muchas de estas basadas en historias reales, o cómo dije anteriormente de la vida del vocalista. Aparte de tener muy buenas rolas en este álbum, notamos una gran influencia dedicada a partes más instrumentales, así es: Guitarras con muchos intervalos de tiempos, circunscriptas y efímeras líneas de bajo de mucha moldura y un buen borde tapizado de secciones básicas en la batería; los recursos rockeros de Vadder, rangos bajos y murmurados son de alta expresión y de una manera que conjuga bien su música. Pero, chicuelos, no sólo se necesita tener la mejor disposición si se va a hacer rock de calidad (Refiriéndome como oyente musical), no sólo tocar bien, y tener un sonido por parte de una productora muy “benévola” (Oportunista diría yo); se necesita ideas, ganas y hambre.
Quizá seré un poco rudo, y pues, que salga lo que tiene que salir… Me parece que todo este movimiento no vino a proponer ideas, (Aclaro, hay bandas de Grunge que supieron dar excelentes combinaciones y ritmos atonales y apáticos a su género: “Melvins”, ¿alguien tiene que decir algo al respecto?), Gracias a una mano rápida, desenvuelta y ávida en abundancia, Las disqueras aprovecharon el momento culminante, sin necesitar de músicos tan excelentes o virtuosos, para producir el mismo rock ya dicho 700 veces, vendiéndolo como “Grunge” Vaya sí el santo sagrado punk había muerto en los 80, el Hardcore acababa de perecer, y ni hablemos del metal, ese estaba más empolvado y olvidado que una vieja bujía de metal oxidado. A lo que me refiero con esto, es que el Grunge y muchas de sus bandas se consideraron como un “Género”, pero desgraciadamente cuando esta idea se nos queda será casi imposible que nos la saquen, a menos que sea a cogotazos. Al tener ese rubrico destino de “frescura”, “Novedad” y algo “Distinto” al escuchar banda cómo Pearl Jam sólo me hace dudar ¿Adonde está el nuevo género?, pues ni modo, es el mismo rock, pero a valorarlo cómo tal.
Después de qué el estudioso oyente se halla dado cuenta de esto, sabemos que como la formula ya está echada en la probeta, no tendremos altercados en el laboratorio, una nueva sustancia o algo más nutritivo que las tortillas secas que permanecen a ultima instancias y en las lozas abandonadas del congelador. No se esperen mucho. Ya que no hay mucha originalidad en el álbum, hay esencia Rocker y bajo ese carácter tendremos que evaluarlo, claro sin omitir los puntos ya antes mencionados.
Hay ritmos cadenciosos, casi bailables, algunas baladas muy afanosas y delirantes, pero seamos sinceros, darle cerilla termina por aburrir. Quizá, para disfrutarlo es en aquellos momentos de “Soundtrack” o de ambientación, ensueños, vigilia, o tomándose un café cargadito listo para cortar la grama apestosa. Pero, quizá los medios se aprovecharon del talento de Cobain, pasando en aguas al “Grunge” cómo el nuevo movimiento… Bueeeh, una excusa más para llenarle bolsillos a unos cuantos corbatudos muy listos eso sí. A pesar de tener esa espinilla diabólica de tácticas de ventas, el disco es muy digerible, pasadito en azúcar, acaramelado y de fácil escucha. ¿El talento dejémoselos a otros, si? Aunque estos no carecían de éste, aunque en dosis adulteradas.
Ideas repetidas, sin química aunque sea, pero no está mal empleado. Su influencia es innegable, generó un sin números de bandas que a penas empezaban a burbujear y ver los albores del movimiento.
Para aquellos “Fans” que disfrutan de la banda, Genial mastúrbense, para aquellos que la odian, Genial sigan perdiendo el tiempo, para aquellos que aún no le han pegado una escucha, péguenle un bajón y denle una oportunidad. Una banda, que a pesar de mis opiniones, se disfruta en baldes, me gusta mucho y la recomiendo para todos aquellos que se inician en el Rock. Un sonido Hard Rock rico y sin muchas vueltas.
Nota: 7.2
Publicado Por: Albert Spaggiari
Hey, ponele cero broder
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