Buzzcocks – Love Bites [1978]

Bueno, mis queridas perras sedientas de más punk cholo, aquí vamos, pero antes una presentación “Nada Convencional” o más bien una reflexión general sobre el asunto punk en el blog. Quizá, después de los metrallazos que se publicaron en el blog, considerándose como bandas de “Culto” por nuestra opinión, claro está, he de enterarlos a todos que puede ser sorprendente escuchar algo ingenioso, nuevo y que guste mucho, pero siempre debe de tenerse en cuenta donde esta ubicada la barra olímpica de cada banda, así tal vez, no juzgaremos de malos ojos al “punk más similar”  y esta no es una apología hacía el radicalismo 70s, entiendan el punto y traten de comparar con lo qué digo. Aclaro no estoy salvando a los cerdos de su charco, ni quitándole las plumas al pavo real.

¡A darle morcilla!

Buzzcocks fue una banda de punk formada en Bolton, Inglaterra (La mayoría de bandas circulaban por Mánchester en aquel entonces, resulta algo peculiar ver una banda de Bolton de punk) El grupo se formó después de la repentina visita de los Pistols en su ciudad, esto llevaría a una influencia casi inmediata para formar un grupo, aunque con un sonido separable los Sexs. Conformada en un principio por: Pete Shelley y Howard Devoto, aunque este último abandonaría la banda antes de editar su primer álbum. El cabroncin dijo no traer para la música y concentrase en sus estudios universitarios, más tarde formaría una banda el muy pillo.  La alineación clásica quedaría de esta manera:

Pete de vocales y guitarras principales (Claro, cómo no iba a hacer) Steve qué antes ocupaba el bajo, se localizaría en las guitarras secundarias, Garth Davies en el bajo y el niño John Maher (Contaba con 16 años cuando se unió a la banda, quizá temían correr el riesgo de qué éste también se marchará) en la batuca chunga. Esta sería la alineación clásica de la banda, con la cuál también, sacarían sus 3 primeros álbumes, para después dar paso a algunas reuniones y uno que otro material nuevo.

En fin, vamos hacía el cubo de mierda donde el niño de 3 años caga plácidamente.

El sonido que maneja la banda pulula por un Punk-Pop con cortes dramáticos y melodiosos, simpleza punketa, inyecciones de energía, nada de opulencia en sus piezas, rangos mediatizados, guitarras en ritmos básicos y limpios, algunas bienhechoras estancias de solos, a la vieja escuela y demás.  El sonido se caracteriza por la introducción de piezas que rondan lo progresivo, “Walking A Distance” y “Late For The Train” Tracks instrumentales, pero no por ello los estoy confundiendo, es visible los rasgos espaciales en la continuidad y reanudación de los espacios vacios y sonantes. La banda en un principió ausente de rudeza y oscuridad, nos presenta en bandeja de plata un trabajo efímero, rápido y ligero.

Entre los esparcidos dobles de batería y los entrecortados “riffs bajisticos” se muestra la enervada y motriz audacia en la progresión tímida que la banda ostenta.  Si bien hay canciones que permanecen en la raya entre excelentes y bien ejecutadas. Podemos decir que la singularidad del grupo es guiarse por un sonido enfocándose mucho más al pop, casi mimetizándose diría yo. Lo qué muchos me preguntarán, ¿Es notable la entrega que dan los chamacos, aquí? Pues, los ciertos aires divergentes que presentan, son muy interesantes, ya que es bien sabido que el iconoclasta género sólo quería contrarrestar la propuesta “Pinkfloydiana” y acercase a ésta cómo una forma de contrallevar, resulta intrigante también. Un sonido horizontal. No es un trabajo que reclina y aparenta derrumbar y descubrir el 11vo mandamiento Punk, porque no ofrecen eso, sólo una cálida ventisca de swings exquisitos para cualquier hora del día.

Por otra parte, no hay muchos artilugios con que llenar los caminos en cuestión de composición, hay variación y mucho rock sabroso, a eso le atribuyo un buen porcentaje de mi acreditación y consentimiento para qué éste sea un álbum digno de tener entre todos los acérrimos e incipientes Fans.

En materia de composición, producción y talento no hay reproches, pero sí bien cumple con muchas expectativas, a veces la llanura innata del trabajo lo deja ver muy plano, casi hundido en algunos baches de ¿relajación o aburrimiento? El que convenga para la situación. Lo qué si me agrada del álbum es que se disfruta plenamente, hay más pasión que energía, pero todo cuadra como un trabajo solido y completo. Las canciones en una duración estándar, no hay un desvarió o una demostración de “insensatez” (Cómo solían llamarles a muchas bandas que se entregaban por componer canciones de larga duración; y te pones a pensar, no hay nada más rebelde que rebelarte a los rebeles. Actitud punk, señores, Actitud punk).  

En materia de Arte, yo me llevo el dedo a la boca, ¡Que fea portada!  Digna de omitir, porque ver a un cuarteto de sujetos con las caras pachecas y vacilongas sólo me deja por decir, Puta, ¡Pudieron esforzarse muchachotes! Y ese diseño tan simple y común en usanzas de bandas de Rock N Roll. Por lo menos nos acordaremos de la foto a la hora de comprar su disquete y decir, vaya ahí esta esa misma de caratula.

Pasando a una descripción banal, sus canciones más recomendadas.

“Real World” que es crucial y vital en el esqueleto del Lp, muy danzante y con tonos artificiales muy movidos, “Operators Manual” que es una cineasta y pieza presidenta con ritmos vagos y riffs de alta manufactura, con uno de los mejores estribillos de todo los 40 minutos; Sixteen Again, con gran feeling y “memorabilidad” por las nubes; Love Is Lies, que me parece la mejor pieza del disco (Si bien tengo entendido, aquí las vocales son ejecutadas por otro integrante, ¿cuál es?, no sé) aunque lo que sí sé es que aquí se concentra y guarda esa atmosfera “Semi-sintetizada-Natural” de una postura soberbia; “Nothing Left” con un fantasmagórico riffs marchante y machacante, otra imperdible; “E.S.P” es la canción más singular del álbum, empieza con un Riff parecido a una gaita, o quizá una gaita parecida a un Riff, y ejecutado por otra guitarra el mismo y cíclico riff en toda la canción… Y describiendo las canciones nos faltan nuestras dos joyas instrumentales ya antes mencionadas…. Bueeeeeh, el álbum no tiene nada de malo.

Quizá, sin la llegada de su separación tuviéramos mucho más material de esta privilegiada banda. Ojala se venga alguna reunión o algún disco con sus miembros clásicos.

En fin, una banda que quizá queda para valorarla por cada uno y no hacerle una fama predispuesta (Cómo mucha basura que se comen millones de personas) odiada o amada, una gran banda del peso y calidad!!!

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Nota: 8.5 

Publicado Por: Albert Spaggiari