Scorsese Inicia.
Sabiendo lo alto y ancho de su estilo, creo que no hace falta nombrar cuando
pegaba balas de fogueo en vez de puro calibre del bueno. Porque, ¿que son los
inicios de un director? Pues…Nada. Una fórmula que llevaría su sello a evolucionar
años posteriores o una jodida maravilla de Lucifer. En fin, el caso que se
remite ante nuestros ojos bizcos, es el ejemplo más claro de lo antes dicho. Constatarlo
no cuesta ni un aro de cebolla, y cuando hablamos de Crimen, se nos hace agua
la boca. Y si a eso le añadimos los años 70s, la cosa empieza a ponerse chula.
Y para romper de una sola vez el coco, hablo de “Mean Streets” 73`.
Malas Calles, Calles
Peligrosas o como putas le quieran llamar, se trata de una fuerte dosis dentro
del ámbito critico de New York, y para ser más exactos en la “Pequeña Italia”. La
trama es sobre un italoamericano llamado Charlie (Harvey Keitel), donde debe
ascender a la Mafia, pero con el obstáculo del imprudente y estúpido amigo
Johnny Boy (Robert De Niro) tendrá que estar en debate con el devoto
catolicismo, la mafia y sus ambiciones. Al momento de cuidarlo por las prestaciones
que nunca paga Johnny, donde ahí se desenvuelve la verdadera historia de darle
el dinero a Michael, un amigo de Charlie. Cabe destacar que todo empapado de
mafiosos de medio pelo en barrios bajos donde se encuentran la mayoría de veces
en un bar.
Con un presupuesto
inicial, unos protagonistas con chispas, buena presentación de cámara… ¿Qué más
hace falta? Ya se habrán dado cuenta de que el problemón está en una historia
aguada. No pueden vender esto como una obra maestra, porque sencillamente no lo
es ni con brillantina en la caratula. Y para no mentir: Las cualidades radican
en los giros rítmicos de De Niro, donde el mesías de Scorsese todavía no
lustraba más su imagen, aunque ya propinaba una buena lección sin tener tanta presentación.
El craso desvío dentro de un guion y unas secuencias de mafiosos de barrios
bajos tratando de conseguir dinero, es casi un tópico. En fin, no sé porque
darle tantas vueltas a esto si no es nada fuera de lo común. Ni para el de
Anteojotes tras escenas ni para el cine actual que se come su propia mierda
como gelatina.
Cinta que fuertemente
mamó y rechupó con gusto el semen hirviente de “El Padrino”, cosa que no
desmerita, pero si recuerda. Y como ya nos tiene acostumbrados la violencia
desmesurada o los relatos bien elaborados, al parecer uno de los primeros
dardos de Scorsese atinó bien, pero no sufre ni de gracia ni de gloria. La formación
de su estilo estaba por comenzar, y “Mean Streets” es una película que debería
ver cualquier fanático de la calaña de Martin & Friends, sin esperarse más
de lo que ofrece
.
Pues… eso sería casi
todo, porque no se le puede sacar más tela de la que no hay, a excepción de
algunos puntos favorables y desproporcionales del metraje, a continuación: 1. El
racismo, la pobreza, el crimen = New York. 2. Las peleas y los problemas que
entretienen y tratan de no ahogar el argumento pobre o el guion simplón. 3. Actuaciones
más que excelentes, sobretodo la de Harvey Kietel. 4. No hay inicio ni Final ¿Cómo
puede ser eso?, ¿El Presupuesto se agoto o lo sacaron de prisa? Chabacanes de
Mierda. Hay que rostizar bien esto, tampoco condimentarlo tanto, pero sin dejarlo
tan a medias. Aunque comprensible en la filmografía, no lo es, individualmente
en el aspecto critico. Sin más, una historia inconsistente con una buena
entrada de Scorsese al mundo cinematográfico.
“Los Pecados no se
redimen en la iglesia, se redimen en las calles”
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