O.G
es una banda inglesa de Stoner Metal formada en 1995. Hasta el momento cuentan
con una alineación estable, ya que ninguno de sus miembros ha desistido o dejado
la banda. Con ya 18 años de carrera a logrado tener una buena recepción por
parte del publico metalero moderno (No sé si los cavernícolas peludos acepten a
la banda, o no. Y, ni me importa)
Conformados
por: Bill Ward, perdón, Ben Ward en vocales, Joe Hoare en las guitarrescas, Martín
Milla en el bajito Y Chris Turner en la inmensa bataquita. Estos tipos ya cuentan con un buen material de
donde sacar agua: 7 álbumes y mucho jugo de donde podemos tomar. Para el año
pasado (2012) sacaron, por así decirlo, nuevo material. Y quizá solo los más
fieles o seguidores han escuchado toda su discografía (Yo apenas me he topado
con este, para hacer una reflexión mero rapidina) y puedan argumentar más
trascendentalmente que yo de la banda.
Pero, bueno, vayamos con el duende monomaniaco
que guarda en su cajón rosa este EMPAPELAO.
Antes
que nada, vamos a hablar un poquitín de este género llamado: “Stoner Metal” Para
aquellos que nos visitan y aún no estén enterados del todo. Bueno, el Stoner es
una cualidad y género que se empleó mucho en algunas bandas de los 60s/70s que
acogieron mucha influencia de la sinuosa y mítica banda: Black Sabbath; éstas
bandas lograron tocar “HardRock” a velocidades más lentas, densas y oscuras. Todas estas bandas permanecieron en el anonimato
por años y de esto nació un “Revival” apodado Stoner Metal, a inicios de los
90s (Por la incursión de bases Heavy Metal, con la herencia 70s).
O.G
es parte de éste movimiento, pero este ultimo disco es una desviasión a lo que
antes estaban haciendo (De lo poco que escuche de su primer álbum) comparado
con su nuevo trabajo. La banda, quizá se aleja un poco del género, pero
conserva a puros retazos esa inmanente escancia Stoner: por sus guitarras más
que todo; los solos inusualmente rockeros dan la apertura necesaria para
distinguirlo. Pero, como dije antes en pequeñas proporciones.
Ya,
hablando estrictamente, lo que tocan estos muchachos es un buen Metal moderno
con gran manufactura y bien trabajo, Sólo eso. Aquí no se toca un sonido antiquísimo,
ortodoxo y añejo; para nada, aquí no caen en los cánones de su géneros. Lo más plausible
y bien hecho es el trabajo de la batería: Totalmente sobrio y entregado a su
labor, ocupando el asiento de manera genial. Me sorprende mucho como este
sujeto llamado Chris Turner toca de manera impresionante (Creo y temo decirles
sin él el disco sería muy mediocre y desechable) Pero, no sólo Turner hace bien
su papel, los riffs y solos medianos, chicos y epopeyas guitarrescas, de Joe
son ejecutadas intercaladamente para provocar el fuego de la obra.
El
álbum deja mucha musicalidad, tempos acomodados, espacios necesarios y urgentes
de cambios en ritmos; actuaciones en baterías de apertura incondicional, como
algunos pequeños adornos en los timbales, un buen bombo que rueda con dureza y
acompasada con la música. El bajo no es destacable, pero sí se escucha
plenamente, y es necesario. Ben tiene las vocales con mucho Groove, y adecuadas
para el álbum. Los tonos bajos y melódicos son ejecutados con un buen maneje
tonal de parte de Ben, las vocales agresivas y casi gritadas, sin llegar a ser rígidas
y estables, son importantes para que salga esa jugada de laboratorio satisfactoria.
Dinámica
a tope, es casi imposible llegar al aburrimiento con el álbum. Las facetas
pueden ser comerciales, pero aquí no se busca “Unholy Black Raw Metal” aquí se
busca buena música que satisfaga los oídos del que está reseñando. Es casi
imposible no disfrutar de él. ¿Virtuosismos y Melodía?.... él único virtuosismo
que escucho es en la batería, pero sí hay Feeling delicioso en la obra; sin
embargo no se ve, como en muchos casos, esa elaborada fusión que pocas han
sabido dominar (y no quiero mencionar nombres, porque tampoco hemos venido a
hacernos pedazos a la banda por que se nos sale de las narices.)
Las
letras son muy varias, pero el principal
tema es el ahogo humano, la perdición, el enclaustramiento y la sofocación.
Claro, hasta se toca de Cthulhu y alguna temática “Lovecrariana” por ahí leí
algo muy parecido a “El Extraño Caso de Dexter Ward” y en la primara rola “Red
Tide Rising” Se mencionan al Kraken Metalero y su avistamiento sobre la tierra.
Otras como: “Save Me From Myselft” que hablan cuestiones morales y clínicas. A
mi criterio la temática es decente, pero ya está más usada que una puta de 60
años. Pero, hay una canción que no deja la esencia de la banda, y ésta es “Death
Of Aquarius” con “Riffs Iommianos” cadenciosos y omínanos.
Por
último, la portada. Buena, no me atrae tanto, pero se nota la afición por sus raíces
y por la temática que se enfocan. A mi parecer ese arte está mórbido le hace
buen juego el sonido y las letras. Nada reprochable.
Bueno,
creo que para este punto ya tenemos una idea de lo que se viene. Un álbum Muy
Bueno, saludable, sano y con ese aire que refresca mucho los oídos (Para
aquellos que sólo pasan estampados en un subgénero). Un disco que no tiene
mucho análisis, es como echarse una cerveza fría en un día muy caluroso, O sea a
veces, necesario. Grunge, Metal, Riffs
Inventivos, dinámica lustrada, vocales entre limpias y bailonas; ¿Qué más hace
falta?... Nada, pendejos. Eso si, para
tener una buena percepción del álbum hay que entrar a sabiendas que éste Lp no es una experiencia
psicodélica llena de bajos omnipotentes y monstruosos, para nada; o “Una roca negra
pesada de Doom/Stoner Clásico que vienen a levantar los nuevos testamentos de
cómo se hace las combinaciones más ricas con el metal”
Escúchenlo
mientras se echan un buen juego en el viejo Play2 que nadie pudo reparar.
Nota: 8.6
Publicado Por: Albert Spaggiari
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